Maldición de millionario

Capítulo 47

Decidiendo obedecer a Refina, Leonel no molesto ese día a Leonarda y se quedó en el departamento, al despertar el día siguiente se sintió mucho mejor el dolor paso y su cabeza funciona de nuevo.

-Hola, querida. - Contento entra a la cocina para abrazarla y darle el beso de buenos días, mientras ella hornea los huevos.

-¿Estás mejor hoy?

-Sí. - Dice, sacando las tazas para el café.

-¿Has recordado algo? - Disimulado desinterés, pregunta Refina.

-No. En ni cabeza no hay ni un recuerdo de lo que me contaste. - Dice, antes de tomar el sorbo del café.

-No lo sé, no lo sé, ¿qué decirte Leonel? Me pasé media noche pensando y nada me vino a la mente.

-Por eso hoy no pasa de que vea a Leonarda.

-¿Me dejas primero ver si quiere? Si todavía no está lista mejor no forzar y que terminen peor.

-Está bien, eres mujer y sabes mejor de esas cosas.

-¿Solo por eso me tienes todavía? - Poniendo los huevos en la isla, pregunta, mirándolo de cerca con la sonrisa.

-No. - Divertido, Leonel niega.


 

-A unas cosas se debe poner el final como sea. - Decir Leonarda a sí misma mientras camina por el pasillo al apartamento de Refina.

-Hola, te esperaba. - Dice, abriendo y sonriendo nervioso Leonel. - Refina ya salió. - Al ver que mira alrededor, agrega Leonel.

-Mejor, para hacerlo a solas.

-Siéntate. - Cuanto llegaron hasta la sala.

-No es necesario. - Dijo decidida a quedarse de pie y terminar lo antes posible, por lo que comenzó enseguida. - Leonel, has prometido que ya no lo harás y volviste a hacerlo. - Sus ojos se llenan de lágrimas al decir. - Yo ya no te puedo creer. Has perdido toda mi confianza y me engañaste, nosotros estamos terminados.

-Leonarda no comprendes, no sucedió nada, yo no recuerdo nada.

-¡Yo lo vi! Yo lo vi Leonel, no lo puedes negar.

-Yo no sé lo que tú viste... Refina me lo contó, sin embargo, yo ni tengo ni ningún recuerdo de eso.

-Claro.

-Leonarda, ¿De verdad piensas que te mentiría?

-¿Y por qué no?

-¡Por qué no lo hice! - El grito le salió más fuerte de lo que pretendía por perder la paciencia. - Te prometí algo y yo sostengo mis promesas, te explico lo que pasó con Zora...

-¿Lo hubieras hecho si no los descubrí? - Preguntó Leonarda, interrumpiéndolo.

Después del tiempo pasado, en el silencio, reflexionando, con vergüenza, Leonel niega con la cabeza abajo.

-Entonces de verdad no tenemos de que hablar. No me sigues, no me llames o buscas, olvídate de mí porque nosotros terminamos. Se acabó. - Dice Leonarda antes de salir del apartamento, herida.


 

-¿Cómo te fue? - Preguntó Refina, regresando del trabajo.

-Mal como vez, no fui a trabajar.

-¿Y qué esperabas? Después de como te encontró.

-¡Si no fui yo! - Explotó gritando, haciendo que Refina lo mira con los ojos. - Mis nervios están... - Mueve la mano para darle a entender que los pierde.

-Mira, no hay mucho que hacer. - Dice, viendo a sentarse a lado de él en el sofá. - Tú no te recuerdas de nada y ella los vio, en fin es tu palabra contra la de ella. Suya pesa más porque es la que tomo la decisión de que terminen toda la relación que tenían.

-No fui. - Desesperado, meneando la cabeza, dice.

Para calmarlo, Refina lo abraza poniendo su cabeza en su pecho y cubriéndola con las manos.

-Su palabra contra la mía. - Reflexionado sobre las palabras de Refina, Leonel llega a la conclusión. - Había una tercera persona. - Saliendo del abrazo para mirarla, dice.

-Si, no obstante, tú de verdad piensas creer en la palabra de Brigite.

-Si ya no se fue. - Hace una mueca. - Cuando llegue a casa se lo estaba diciendo a mi mamá.

-Bueno, y si se fue y si no, no cambia que no puedes confiar en ella, ella va a decir lo que le conviene y sabemos que es eso.

-No pierdo nada intentándolo.

-Pf, ¿Qué sea honesta? - Dice Refina.

-Vamos. - Con entusiasmo Leonel aguarda de la muñeca a Refina.

-¿A dónde? - Dejándose levantar, pregunta.

-A buscar a Brigite.


 

-Brigite. - Encontrándola en el pasillo del club de sociedad, la llama Leonel.

-Hola, querido. - Coqueta, dice Brigite. - ¿Tú nunca solo? - Viendo con desprecio a Refina.

-Después de la que me hiciste, ¿no sé qué te sorprende?

-A, sí. ¿Y qué te hice? - Pregunta, poniendo la barbilla entre los dedos.

-No te hagas, que muy bien lo sabes. - Dice, enojado.

-No, no lo sé. ¿Qué hice? - Pregunta, fingiendo ignorancia y poniéndole el dedo en el pecho, pregunta. - ¿Me puedes recordar?

-Eso debería yo preguntarte a ti, porque mágicamente parece que nos acostamos.

-¿A, si? 

-Enloquecere. - Dice Leonel cubriéndose la cara con las manos por el comportamiento de Brigite que lo está acabando con los nervios.

-¿Hasta cuánto te demoraste ayer en la casa de Leonel? - Pregunta Refina tomando la iniciativa.

-¿Eso que tiene que ver? - Pregunta Brigite, frunciendo el ceño.

-Puede ser porque Leonarda corto conmigo porque supuestamente nos encontró en la cama. - Dice Leonel.

-¡Aaaa!

-¿Te recordaste? - Pregunta con esperanza inocente Leonel.

-No. - Dice negando con la cabeza y rompiendo con la ilusión de Leonel que baja la cabeza.

-¿Brigite, que hiciste? - Sospechando de algo pregunta Refina acercándose se le.

-Nothing. God, Refina.

-¿Me quieres convencer de que Leonarda está loca y que cuando me dijo que le sonreíste, mintió?

-No.

-¿Entonces?

-Quise lo que me pertenece.

-¿Y eso debería ser él?

-Obviously.

-Nunca seré tuyo, ¡¿Me oyes?! - Leonel que estaba escuchando, grito.

-De verdad que nunca pensé que una dama que se hace tan fina hubiera caído tan bajo por un hombre que no la pela ni desnuda. - Dice Refina, ofendiéndola. - Drogar a un hombre, que bajo has caído. - Armando el rompecabezas, Refina la acusa.



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En el texto hay: amor, muerte, amisad

Editado: 31.01.2023

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