-¿Qué ahora vas tú estar enojado conmigo? - Preguntó Refina, entrando al medio día en la oficina.
-No. - Seco contesta sin mover la vista del computador.
Al ser consiente de que, en cambio, de irse, Refina permaneció en silencio sentada, Leonel desvía la mirada a ella.
-¿Te puedo ayudar?
-No, no tienes con que.
-¿Entonces? - Levantando las palmas un poco del escritorio mientras pregunta.
-Me interesó, ¿Cómo estás? Y para decirte que tengo todo listo para qué reparamos los informes.
-Muy bien, cuando quieres me los mandas.
-¿Por qué estás tan seco?
-¡¿Y como quieres que este?! ¡Mi novia corta conmigo y no me cree, mi amiga no me quiere ayudar!
-Entonces, si estás enojado.
-No, no lo estoy.
¿Entonces?
-Quiero estar solo ¿Okey, Refina?
-Cómo quieres, sabes dónde estoy cuando me necesitas.
-Para qué me rechaces de nuevo.
Refina suspira. - Leonel, debes de entender que ella no es de piedra o ambiciosa para dejarte pasar cada una que tus pretendientes les hagan. ¿Si tu lugar hubiera sido el de ella y sus pretendientes te hagan pasar por todas esas dudas hasta cuando aguantarías? - Con esa duda Refina deja a Leonel y la oficina.
-Ahora deben estar felices, mi relación con Leonel se terminó. - Anuncia Leonarda a su familia.
-Por supuesto, este tipo no te fue necesario. - Dice su padre.
-Con alguien así nunca estarías feliz. - Dice la madre, acariciándole la espalda al pasar.
Herida por sus padres y Leonel, Leonarda correo a su cuarto. Detrás de ella vino Esperanza, que no había expresado su opinión y la única a la que en realidad interesa como se siente.
-¿Estás bien?
-Si, ¿por qué no estaría? - Pregunta Leonarda con la voz apagada.
-Por lo que anunciaste. - Quedando apoyada en la puerta con las manos en la espalda.
-Sí. Llore y ahora se terminó, vida sigue.
-¿Te puedo preguntar por qué terminaron? Tú estuviste tan segura en querer seguir.
-Esperanza de verdad, no quiero hablar de eso, esa historia terminó.
-Está bien, estoy aquí si quieres.
-Leonarda, por favor. - Dice Leonel a la secretaria telefónica.
-Opinó que es inútil lo que haces. - Al escuchar, dice Refina.
-¿Por qué?
-Por qué a mí tampoco responde y porque bloqueo nuestros números.
Al escuchar eso Leonel, tira el celular sobre la mesa.
-¿Quieres mirar las películas? - Pregunta Refina, por del esa noche.
-No quiero ninguna película romántica, te espera una difícil tarea para distraerme.
-Pensé en comedia, pero bueno. ¿Quieres que nos ponemos beber, en cambio?
-No quiero alcohol, sabes cómo me puso cuando Ángela...
-Bueno, como quieres y qué quieres, avísame.
-¿Cómo sabías? - Pregunta Leonel, acomodándose en el sofá de Refina.
-¿Qué?
-Lo de droga.
-¿De qué te drogo? Fácil, tu pérdida de memoria y dolor de cabeza. Tú ni sabías que lloviera esa tarde.
-Si, ¿Cómo sabes tanto de los efectos de las drogas?
-¿Podemos cambiar el tema? - Pregunta, frotándose el dedo debajo de la nariz. - Mira la película, ¿Te conviene?
Al ver el título de la película, Leonel comienza a reír.
-¿Qué? - Pregunta Refina volteando a verlo.
-La película, estás curando mi corazón con las películas para los niños.
-Cuando eres niño todo es más simple, así que calla y mira. - Dice mientras le cubre la boca con la mano.
Editado: 31.01.2023