Maldición de millionario

Capítulo 51

-¿Tú no te ibas? - Pregunta Leonel a Brigite viéndola en su oficina.

-Cambio de planes, decidí quedarme por ti.

-De verdad que no es necesario. - Tranquilo la informa Leonel.

-¿Cómo no? Ahora que esa ya no está en mi camino, hay.

-La fila está llena. - Dice, encogiéndose de hombros. - Todas tus "colegas" - Poniendo las comidas en la palabra con las manos. -, también están en acción.

-Contra mí no pueden.

-¿Y contra mí, si? - Dice desde la puerta Refina, llamando la atención de ambos, por lo que Brigite se voltea.

-La única a la que todavía ninguna ha podido vencer.

-Por algo será, ¿No crees?

-Una vez más Brigite, te puedes ir. - Prueba ser claro Leonel.

-Te dije que haré todo para conquistarte.

-Y yo a todas ustedes que este es su lugar de trabajo y no lugar de citas. - Firme dice Refina, dejando la carpeta en la mesa.

-¡No te atrevas irte! - Dice exclamando Leonel al ver que Refina va hacia la puerta.

-No quiero interrumpir aquí a la señorita Lanzada en su cometido. - Pasando la mano por la estatura de Brigite, dice y sale.

-Tu amiga es de verdad una insolente, sigo sin poder comprender cómo puedes tener cualquier contacto con ella. - Dice Brigite, acercándose le. 

-Y la quiero más que a nadie exactamente por eso. - Dice levantándose para alejarse de Brigite. - Es leal, es incondicional, siempre a mi lado y la más inteligente, una cómplice de verdad.

De aburrida, Brigite juega con su pelo y le lanza la pregunta. - ¿Por qué entonces no te casas con ella? - Brigite deja de jugar con su pelo al darse cuenta de lo que dijo.

Con la mirada fija en Brigite, Leonel no se mueve. Para después hacer varios pasos hacia ella y decir. - Quien sabes si me siguen espantando las enamoradas puede ser y que lo hago. Ahora salte y déjame trabajar. - Tan frío que la asustó y sin pronunciar ni una palabra más, Brigite salió.


 

-¡Ya no quiero que dejen a Brigite Camil entrar en esta casa!

-¿Por qué hijo? - Pregunta, sorprendida su madre.

-¿Qué pasó? - Sabiendo que detrás de esa decisión debe ser algo grave, pregunta su padre.

-Porque es la causante de que mi relación con Leonarda terminó.

-Oh. - Dice Justa sin mucho más, no le agrada la culpabilidad de su amiga, pero no está ni decepcionada con el final de la relación.

-Bien. - Dice su padre sin mucha alteración.

-Les vale mi relación, ¿que no?

-Qué ni nos importa, no. - Informa Darío.

-Lo siento, cariño. Sabes que nosotros no nos metemos en tus relaciones, si quieres que seamos honestos, esa relación no nos gustaba.

-Basta, basta, ya no quiero escuchar más. - Decepcionado al saber que el final de su relación trajo más alegrías que dolores, dice Leonel antes de irse a su habitación.


 

Arrastrado por su sufrimiento, Leonel está ahogando la tristeza en el alcohol en un club. Bebida tras bebida comenzó a tambalearse.

-Hola. - Apareció una mujer en la barra y le comenzó hablar coqueta. - ¿Tienes sueño? - Percatándose de que sus ojos se están cerrando, le pregunto.

Sin ser capas de mucho, Leonel niega con la cabeza lo que hace que su vista se pone más borrosa y de la mujer ve solo su contorno. Labios rojos, pelo rubio, platino en un vestido que parece color burdeos.

-¿Te ayudo? - Pregunta la joven, extendiendo las manos a las de él. - Ven, vamos a un lugar más tranquilo. - Dejándose llevar por la chica afuera.

Poco Leonel sabe que se dejó en las manos de Sarina.



#3224 en Thriller
#1727 en Misterio

En el texto hay: amor, muerte, amisad

Editado: 31.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.