-Estoy embarazada. - Con las lágrimas que amenazan con salir de los ojos de Sarina y con la mueca en la cara, continúa hablando. - Por eso les pido que alejan a su hija de Leonel. - Teniendo la palma apoyada a su abdomen para dar más realismo a sus palabras frente Itaira y Romero.
Ambos padres que como sea no aman a Leonel, se miran en silencio y sin saber qué decir a la pobre chica frente ellos.
-Nosotros te prometemos hacer todo lo que podemos. - Decide prometer Itaira, poniendo la mano sobre la de Sarina de se encuentra en su regazo.
-Gracias, muchas gracias. - Llevada por la emoción feliz, Sarina se abalanza contra Itaira a abrazarla.
-Está bien, está todo bien, muchacha. - La consuela con las palabras Romero.
-Ay, perdón. - Recuperando la compostura, pide Sarina tímidamente con la sonrisa.
-No tienes de que te comprendemos.
-Sí. - Dice, estando de acuerdo Romero con las palabras de su esposa.
-Ya no los molestaré. - Dice Sarina, secándose las lágrimas con la mano y levantándose.
Al salir de la casa y despedirse amablemente con los padres de Leonarda, Sarina se dirige a su coche.
-¿Dónde la llevo, señorita? - Adentro pregunta el chófer que la espero.
-A casa, que necesito quitarme, está mugre de encima. - Con asco dice mientras chófer asiente y enciende el coche.
-¿Quieres ir al cine? - Pregunta, sentado en la oficina Leonel.
-Vamos. - Sin mucho pensar, contesta Leonarda.
-Anda, sal yo voy ahora. - Le dice Leonel y Leonarda así lo hace.
Mientras lo espera frente el elevador queda congelada al verlo pasar en la oficina de Refina y pierde todo el deseo de ir al escucharlos llegar a su lado y cuando Leonel le dice.
-Refina va con nosotros.
-Dile tú algo que a mí no me escucha, ya le dije que deberían ir solos. - Se queja Refina a Leonarda.
Sin saber que hacer, Leonarda permanece en silencio y entran en el elevador.
-Por última vez te digo... - Comienza Refina.
-Si te intentas escapar nos vamos los tres en mi carro. - Interrumpiendo la advierte Leonel justo antes de que se cierran las puertas.
En el cine Leonel se sentó entre Leonarda y Refina. Mientras ellos parecen mirar la película sin ninguna molestia a Leonarda si la molesta por lo que mira con expresión enojada.
-¿Tú sabes hacer los croissants? - Inclinándose hacia ella, pregunta Leonel.
-Sí. - Contesta a pesar de que la pregunta le parece rara.
-Entonces eso puedes hacer a los niños
-¿De dónde te recordaste ahora de eso? - Pregunta sorprendida.
Leonel solo enseña en un lado de la pantalla haciendo que ella también sonríe y que continúan mirando.
Cuando entro en la casa a Leonarda la recibieron las palabras de sus padres. - En este mismo instante te vas a olvidar de ese hombre. - Exigió llevando la palabra su padre, quien dejó claro su rechazo hacia él como hombre con sus palabras.
-¿De quién? - Sin interés pregunto Leonarda, que ignora la visita de Sarina, mirándolos.
-No te hagas que sabes de quién te hablamos. Nos visitó su prometida, por Dios, Leonarda, está embarazada.
-¿Quién los visito? ¿De qué hablan? - Pregunta con ceja fruncida.
-Esa su novia y en los periódicos estaban.
-Estaba ahí con muchas, deberán ser más específicos.
-¿Qué yo sé?, no estoy bueno en describir personas. - Levantando la mano, dice Romero.
-Era muy bonita y buena. - Declara ignorante Itaira .
Esperanza rodea los ojos a lo que escucha y comienza a buscar algo, el celular que lleva en la mano hacia sus padres y hermana enseñando la foto. - ¿Es ella?
-Si.
-Sarina. - Apretando los dientes y puños, pronuncia Leonarda cruzada de brazos. - No sabía que estamos en una Biblia.
Sus padres la miran sin comprender y pregunta Itaira. - ¿Por qué en Biblia?
-Porque si no se quedó embarazada por el espíritu santo, yo no sé dé quien sí. Porque de Leonel seguramente no pudo, él nunca la toco.
-¿Y tú le crees? Mi vida, los hombres mienten.
-Y las mujeres también, por lo tanto, ¡este tema se acabó! - Si no hubiera sido de noche, Leonarda hubiera salido, así que no le quedo otra que irse para el cuarto, cerrando la puerta entrando y dejando los padres frustrados por su comportamiento.
Editado: 31.01.2023