Felisa hincándose tocando el cuerpo de Amalio que agonizaba levanto la mirada al cazador que salía de la oscuridad del bosque apuntándole con una flecha. Frunciendo el ceño oscureciendo sus ojos. La gran luna llena brillante se oscureció por las nubes oscuras que formaron la cristalina agua del lago en un gran abismo de sangre al igual que el vestido blanco de Felisa ahora estaba manchado de sangre como su rostro. Lo que aterrorizo al cazador, pero se limitó a mostrar temor alguno.
Disparando otra flecha Felisa consiguió sujetarla con su mano para destrozarla, avanzando en pequeños pasos los cuales hacían que ahora la sangre del lago se avanzara en cada uno de sus pasos a igual que hacía retroceder al cazador.
Antes de poder irse fue sujetado de sus pies por aquel elixir carmesí, respirando agitado y pálido del temor Felisa solamente con un pequeño movimiento hizo que el agua comenzara a arrastrar al cazador que le arrebato la vida para poder acabar con la suya de la misma forma. Dejando la marca de sus dedos en la tierra como sus gritos desesperados que no fueron escuchados solamente fueron inútiles. Siendo sumergido al fondo de aquel lago entre la oscuridad y la frialdad.
Cayendo al suelo recuperando el tan puro color blanco que la representaba a igual que las nubes oscuras se desaparecían dejando ver nuevamente el brillo de la gran luna, Felisa. Se acerco a Amalio que ahora su cuerpo descansaba en paz.
Derramando algunas lágrimas del dolor de haber perdido al hombre, al humano que consiguió volver a amar. Solamente se recargo en el pecho de este para seguir llorando.
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Editado: 03.08.2023