Maldita Venganza

Capitulo 7

La cafetería era un caos, ya llevaba un mes trabajando ahí, eran tres meseras y el cajero/dueño; estaban cerca de una universidad por lo que siempre estaba lleno de jóvenes, el trabajo era de locos y los ingresos nada comparados a los que ella estaba acostumbrada, pero por lo menos estaba recibiendo algo, su jefe Camilo era un joven de unos veintidós años hijo de un gran amigo del señor Zúñiga, era carismático y muy emprendedor, era todo un negociante y a Tami le sorprendía la astucia que tenia a pesar de su edad, sus otras dos compañeras eran chicas de dieciocho y veinte años, por lo que ella era la mayor y la mama de todos, era un ambiente muy cordial de camaradería, cuando llego a buscar el empleo Camilo le sorprendió que alguien como ella estuviera en esas circunstancias, ella decidió ser sincera y contarle toda la verdad, el se solidarizo y le dijo que le importaba un pepino los rumores que los arcaicos dijeran, así se refería a los mayores.

Una tarde, cuando ya casi todos los clientes habían salido Tami sintió un escalofrío, alguien había entrado a la cafetería y todo quedo en silencio, Laura, la mesera mas joven abrió los ojos enormemente, Tami estaba de espaldas y no podía ver cual era el objeto por el que su compañera tenia esa expresión, se giro solo un poco y lo vio parado con su hermosa sonrisa, era Owen con Silvia colgada del brazo, suspiro ¿Qué hacia ese par ahí?, dio la espalda rápidamente y alcanzo a escuchar lo que hablaban

  • Por favor Owen ¿Qué hacemos aquí? – pegunto Silvia fastidiada
  • Se me antojo comer algo y esto era lo mas cerca que teníamos – contesto Owen recorriendo el lugar con la mirada, Tami se dio cuenta que aun no la habían visto

Corrió a esconderse detrás del mostrador, la pareja tomo asiento con una Silvia visiblemente fastidiada, llevaba un mini vestido, como siempre, de color azul marino cuello tortuga sin mangas que se le pegaba a cada una de sus curvas, Owen vestía una camisa azul cielo de mangas largas la cual se ajustaba a sus músculos cada vez que hacia un movimiento, completaba su atuendo un pantalón negro de finísimas líneas blancas y unos mocasines negro, estaba espectacular, como siempre, Laura corrió a atenderlos entusiasmada por el galán que acababa de llegar a la cafetería, Tami salió disimuladamente y se encerró en la cocina, ¿Por qué estaba ahí? Su corazón estaba acelerado y no podía pensar bien, no sabia que hacer ni como actuar, su compañera entro con una sonrisa de oreja a oreja

  • Tami, el bombón que esta afuera con la vaca lechera – Tami sonrió
  • No le digas así
  • ¿Viste sus enormes senos?, parece que el vestido fuera a estallar en cualquier momento – Tami volvió a reír nerviosa – en fin – siguió Laura – el dios griego allá fuera pregunta por ti

Sintió que el mundo se detenía a sus pies ¿Por qué había preguntado por ella? ¿Qué se traía entre manos Owen esta vez? Bajo ninguna circunstancia iba a salir de esa cocina y darles el gusto de verla como camarera, no era que se sintiera avergonzada, pero sabía perfectamente que Silvia no desperdiciaría la oportunidad de burlarse y menospreciarla al verla, el sabia que ella estaba ahí, seguro que había ido a propósito para seguir mortificándola, camino de un lado a otro nerviosa, si salía se exponía a que los dos se burlaran de ella, Silvia por su desgracia y Owen por su venganza, pero si no lo hacía le enviaría un mensaje equivocado de miedo a el, y darle ese gusto era lo que menos ella quería en esos momentos, se detuvo y respiro profundo, tenia que enfrentarlo, tarde o temprano tenían que volver a encontrarse, no era la mejor circunstancia con Silvia como espectadora pero tenia que hacerlo, arreglo como pudo su descuidado cabello, alisó un poco el arrugado uniforme y se dispuso a salir, al llegar a la puerta hizo una pequeña plegaria y salió, lo primero que vio fueron sus magníficos ojos que la atraían como si de un imán se tratara, Silvia estaba de espaldas, al irse acercando sintió su empalagoso perfume como un golpe a sus fosas nasales, el nunca perdió su sonrisa pero algo en sus ojos cambio al verla, no pudo descifrar exactamente que pero el brillo en su mirada se veía fiero, indomable

  • Buenas tardes – dijo con un hilo de voz, Silvia ni la determino embelesada como estaba con Owen
  • Tami, que sorpresa – le dijo el irónicamente

Silvia volteo a verla inmediatamente Owen pronuncio su nombre, la miro de arriba abajo como si estuviera examinando un bicho raro, al terminar su escudriño sonrió maliciosamente, se sintió tan insignificante que quiso romper a llorar en el acto, pero no lo hizo, alzo la cabeza y los miro con insolencia

  • ¿Qué desean ordenar los señores?
  • Tami querida, no sabia que tus cosas iban tan mal, me hubieras dicho y te empleo en mi casa como sirvienta
  • No veo que ser camarera sea sinónimo de que las cosas anden mal – dijo Owen para sorpresa de las dos – Señorita Tami, no tenia ni idea que había cambiado de gremio
  • Quise explorar en  otros ámbitos laborales
  • Un cambio bastante extremo a mi parecer querida, pero claro, que se puede esperar de una persona que no complace a sus clientes – termino su indirecta Owen
  • Personas sin aspiraciones querido – apunto Silvia tomando la mano de Owen y mirándolo coquetamente, el se puso serio y miro nuevamente a Tami
  • Solo queremos café
  • Esta bien, ya se los traigo




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