El viaje fue largo y algo traumático, el neumático del auto se había pinchado, la policía lo había confundido con un ladrón de autos, el aceite del motor estaba fallando, cosa rarísima en su auto último modelo, y un sinfín de nimiedades que le habían hecho dudar de si era buena idea regresar a su pueblo, cuando finalmente llego, se bajo del auto y respiro hondo, hacia mucho tiempo se había ido pensando en no regresar nunca más, las calles estaban prácticamente igual, el cambio en los últimos años no era muy notorio; el pueblo seguía siendo un poco atrasado aunque algunas cadenas de grandes almacenes y supermercados del país habían abierto sucursales en el, las canchas de futbol polvorientas con niños jugando al ocaso del día, las señora aun se sentaban en sus sillas mecedoras en las terrazas de las casas para tomar un poco de aire fresco que corría al atardecer y se reunían con las vecinas para enterarse de los últimos chismes del pueblo, aunque el progreso llegaba, las costumbres antiguas se negaban a desaparecer
Busco un hotel para hospedarse pues, la casa donde había vivido de niño, su madre la había vendido, tardo un poco en llegar al único hotel que existía cuando aún vivía ahí, se sorprendió en saber que habían 5 más, al recorrer las calles su cabeza parecía un ventilador girando a ambos lados buscando una cara conocida, no se extraño al comprobar que no reconocía a absolutamente nadie, se registro en el hotel y se encerró en la habitación, estaba cansado pero su cuerpo le pedía a gritos salir, quería recorrer las calles por las que tantas veces había caminado cuando niño, se dio una ducha rápida y salió, dejo el auto y emprendió su camino, era una vuelta al pasado, una búsqueda nuevamente de su esencia, paso por su antiguo colegio, por la casa donde vivió y finalmente llego a la casa donde había vivido Tami y su madre, la casa ya no existía, en su lugar había un almacén de calzado, recordó que la madre de su amada había fallecido hace muchos años, lo había visto en el informe que mando hacer sobre Tami inmediatamente la encontró, la pobre señora no resistió la triste noticia del matrimonio de su hija con alguien con poco dinero y la había desterrado, murió sola y apartada de Tami, su corazón sintió una punzada, ella había sufrido tanto, había pagado con creces su error y el no tuvo compasión de ella, seguramente el sufrimiento que estaba viviendo en esos momentos se lo merecía por no haber tenido compasión de la pobre chica, su vida no había sido color de rosa, pero era una buena vivencia, en cambio la de ella había sido siempre un camino de espinas, perdió a su padre muy joven, no pudo ejercer su carrera por que le habían cerrado las puertas en todas partes, no tenía idea si se había casado por amor, pero al menos tuvo a alguien a su lado, pero su madre no la apoyo, luego llego el, y con su pose de vengador y había vuelto su vida más despelotada de la que tenía, se dio un golpe mental, era un desgraciado, no merecía su perdón y pasaría el resto de su vida buscando su bienestar.
Cabizbajo regreso al hotel, la suerte que estaba corriendo Tami era en gran medida su culpa, la había llevado a un estado tal de desesperación que estaba poniendo su vida en peligro solo por huir de el, si algo le llegaba a pasar no tenía ni idea de cómo iba seguir viviendo, el precio de la venganza lo estaba pagando el a partes iguales, la culpa no lo dejaría vivir, si algo así llegaba a pasar, lo más valiente que podía hacer era de igual forma quitarse la vida; estaba siendo demasiado pesimista y los pensamientos suicidas no ayudaban a cambiar su estado de ánimo, se tiro en la cama sin cambiarse de ropa, sus sueños fueron llenos de pesadillas donde la veía tirada en un charco de sangre con la mirada penetrante acusándolo por su muerte, despertaba y una y otra vez caía en el mismo sueño.
Muy temprano al siguiente día se levantó aún más devastado de lo que había llegado al pueblo, al parecer no era buena idea haber vuelto, desayuno en el restaurante del hotel y se sorprendió al darse cuenta que el administrador era un antiguo compañero del colegio, fue un encuentro gratificante, lo lleno de ánimos recordar anécdotas que le sacaron muchas sonrisas, sintió una nueva energía, no podía darse por vencido, tenía que resarcir su error.
Camino todo el día sin buscar nada en particular, solo quería llenarse de recuerdos, de vivencias, las calles polvorientas, las hojas secas de los árboles cayendo, los jóvenes despreocupados conduciendo sus bicicletas por los parques, varios niños corriendo detrás de unos cachorros, las mujeres reunidas en una esquina tomando aire y comentando los sucesos del día anterior, nadie lo reconoció, y si lo habían hecho el no les dio cabida para entablar conversación, solo quería pensar, solo quería encontrarle solución a sus dilemas, solo quería la forma de ubicarla, ¿Dónde se había metido? No tenia ni idea que tuviera esa habilidad para desaparecer sonrió, cuando estaban juntos el le hacia bromas por que a ella le interesaban los programas y canales especializados en investigación de asesinatos, alguna destreza debió aprender ahí.
Almorzó en silencio en un pequeño restaurante donde no vio a muchas personas, había pasado la mayor parte del día dando vueltas y mas vueltas, recorrió el pueblo entero y su mente seguía igual de enredada, no tenia soluciones mágicas, no había despejado su mente, no había podido ver sus problemas desde otra perspectiva como le había indicado su madre, seguía en el mismo punto del laberinto, sin encontrar la salida, tenia que tomar la decisión: o seguía buscando a Tami rogándole a Dios un día poder encontrarla, o le daba gusto y la dejaba en paz, abandonada a su suerte, rogando de igual forma que los tipos que la andaban buscando no tuvieran suerte; sea lo que fuera lo que decidiera, lo único seguro era que tenia que abandonar el pueblo, no tenia sentido estar ahí, cuando se le ocurrió regresar le había parecido una idea genial, en ese momento no tenia ni la mas remota idea de lo que estaba haciendo en ese lugar, ya no tenia amigos ni personas conocidas con las que pudiera conversar sobre sus problemas o pedirles consejos, a los pocos que reconocido lo miraban de forma diferente, sus vidas ya no eran iguales, el no era el joven flacucho que recorría las calles en uniforme tratando de llegar a tiempo a sus clases, ahora era un gran hombre de negocios que sin darse muchas ínfulas, tenía más dinero que todos los ricos del pueblo juntos, esos que lo habían humillado en el pasado por no tener ni un centavo en los bolsillos ahora lo miraban con respeto, algunos, otros con envidia y rencor, muchos de ellos no habían podido salir de ahí y seguían con sus vidas simples y con muchas ganas de conocer el mundo sin poder hacerlo.
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Editado: 26.02.2021