Epilogo
Era el día más importante de su vida, estaba nervioso, llevaba dos años con Tami, viéndose a escondidas como dos chiquillos en la noche, él llegaba todas las noches a la casa que habían comprado en el pueblo, después que Xavier se fuera a la cama.
Sus vidas transcurrían en la más tranquila de las normalidades, seguía trabajando remotamente dirigiendo los negocios de la familia, Tami le ayudaba al maestro con las clases y los fines de semana cantaba en el bar, por las tardes se reunía con Xavier, le ayudaba con los quehaceres de la escuela y jugaban futbol, se sentía tan orgulloso de ese niño, y precisamente hoy lo iba a llevar a jugar futbol a una cancha sintética, claro esto era una excusa, tenía algo pendiente para todos.
La cita era ya cayendo la noche, el niño ahora con 7 años de vida, era muy despierto y vivaracho, le encantaba el futbol y la música, Owen se veía así mismo en el cuando tenia esa edad; cuando llego con Tami, sintió que le sudaban las manos, se rio nervioso, esto era ridículo, pero realmente de lo que iba a hacer dependía la forma en que iban a pasar la vida de ahí en adelante
- ¡Owen!!! – grito el chiquillo cuando lo vio
- Hola campeón ¿Cómo te fue en la escuela?
- Muy bien, hoy hicimos explotar un volcán en la clase de ciencias, o hubieras visto, fue genial, tenemos que hacerlo
- No en la casa – intervino Tami sonriendo
- Ay mami, no seas aguafiestas, estoy seguro que Owen lo puede hacer sin destruir la casa
- Me tienes mucha fe muchacho
- Tu puedes hacer cualquier cosa – esa frase hizo que el corazón de Owen se hinchara de alegría - ¿Por qué vamos a jugar hoy acá? – siguió hablando Xavier sin saber el efecto que sus palabras habían producido en Owen
- Quise traerte acá por que se es uno de tus lugares favoritos, quiero hacerte una pregunta muy importante y quiero que estés cómodo – Xavier abrió mucho los ojos
- ¿Quieres saber como quiero celebrar mi próximo cumpleaños? – Tami cubrió sus labios para que no se dieran cuenta que estaba riendo, Owen la miro serio, ella trato de reprimir la risa
- No Xavier, es algo mucho mas importante. – Sa agacho para estar a la altura del niño - Se que estos años han sido un poco raros para ti, que entre a sus vidas en un momento clave, cuando tu papito ya no estaba, y se que toda la vida vas a recordarlo, y no quiero reemplazarlo, pero es muy importante para mi que me respondas con toda sinceridad si quieres que yo sea tu papa
El niño miro a su mama y luego a Owen, no estaba asombrado para gran sorpresa de Owen, miro nuevamente a su mama sonriendo, tomo la mano de Owen y se lo llevo lejos de ella
- ¿Qué sucede?
- ¿Lo que me estas preguntando es si te dejo casar con mi mama?
- Pues si, en resumidas cuentas, lo que hay que tener en cuenta es que al casarme con tu mama paso a ser algo así como tu papa
- Pues estas perdiendo tiempo amigo – Owen la miro confuso - ¿crees que no me he dado cuenta que te quedas en nuestra casa todas las noches, cuando ustedes creen que yo estoy dormido? ¿o de los besos que se dan cuando creen que yo no los estoy mirando?
- ¿Y eso no te enoja?
- Claro que no, se que mi papa no va a volver a estar con nosotros y mi mami merece ser feliz, y así es como se pone cuando tu estas a su lado – Owen hizo un esfuerzo sobre humano para no derramar lagrimas enfrente de la pequeña personita que estaba enfrente – además, quiero hermanos, y no se muy bien como es el proceso, pero tengo entendido que para eso se necesita un hombre y una mujer, y eso es lo ustedes dos son
- Entonces, ¿me quieres como papa o como proveedor de hermanos?
- La verdad, como ambas
Owen rio, y miro a Tami con los ojos brillantes de emoción, su vida estaba completa, su venganza que en ciertos giros se había tornado maldita y en su contra, lo habían traído a este instante, donde tenia una familia, un hijo que era una maravilla y una mujer a la que iba a amar toda la vida.