Malditium Gem

ANIMAS

 

Detallo detenidamente el diario de piel en mis manos, demarco con mi dedo índice la tinta casi desvanecida sobre la amarillenta y desgastada contraportada, donde yace escrito el nombre del autor del diario.

 

— Michael Brouchard, año 1552 — leo.

 

Las páginas no eran muy legibles, pero con un poco de esfuerzo logro acostumbrarme a esa densa e intrincada caligrafía.  Él inicia la narración en su primera noche en tierra, obviamente sus palabras denotan el entusiasmo ulterior a la perdida de las esperanzas. Tanto tiempo en el mar le habían hecho sucumbir en la desidia, y el temor de que terminaran vagando sin rumbo por el océano picó su cordura. Agradece a Dios una y otra vez por darles la oportunidad de llegar con vida.

 

También describe sus impresiones sobre el entorno, como: "un paraíso" donde la espesa y abundante vegetación imponían su soberanía sobre todo el territorio visible, "el Edén descrito en las sagradas escrituras". 

 

Expresa de igual forma su emoción por liderar la primera expedición, en compañía de su hermano menor Jasper, y un grupo de cuestionables marinos.

 

En su gran mayoría todos tenían hambre de riqueza y gloria, llenos de ambición y deseos, donde el cumplimiento de sus sueños tenía prioridad... de manera que, poco importaba encarar peligros como el hambre, el aislamiento o la intervención o, respuesta agresiva de posibles nativos. Nada podía interponerse entre sus anhelos superficiales y materialistas. 

 

No podía creer lo que tenía en mis manos, este diario era un hallazgo importante, un tesoro para cualquier historiador, una documentación de lo que fueron los primeros días de los primeros exploradores, que, después de un largo tiempo en el mar, pudieron llegar a nuestro continente. No era más que los pensamientos de un aventurero en tierra virgen, las crónicas de la incursión al nuevo mundo.

 

Mi padre amaría leer esto. 

 

Todo lo que estaba consagrado allí podría cambiar nuestra historia para siempre, dejando atrás de una vez por todas las suposiciones. 

 

Este relato se basaba en hechos verídicos. Esto significa que la familia de Alma es uno de los pocos linajes que destacaron en el periodo de las colonias, y que ha perdurado hasta nuestros días... pero... He repasado los libros de historia mil veces, y nunca vi tal apellido figurar entre los personajes ya conocidos, desde luego no estaban en los registros del museo. No obstante, teniendo en consideración el incendio... Si, los archivos pudieron ser destruidos fácilmente. 

 

Esto es un hallazgo muy importante. ¿Será Alma consiente del papel que su ascendencia figuró en el pasado?

 

Con más emoción continúo leyendo.

 

En los primeros diez días de exploración, no encontraron más que espesa vegetación, frutos y flores exóticas. Michael, en ese entonces estaba en compañía de su hermano, se encargaba de lo que era la dirección de la expedición por territorio virgen — aventurándose para hacer camino a los demás —,   mientras que Jasper, un experto en cartografía se encargaba de trazar un mapa usando todo lo que alcanzaba su visión para crearlo con precisión...

 

— Disculpa. — Una voz me hace salir de mi abstracción.

 

Su intromisión me hizo saltar de mi lugar. Ok, ok, en mi defensa la chica salió de la nada. De forma inevitable recuerdo el lugar donde me encuentro, una modesta biblioteca local.

 

— ¿Sí? — inquiero, recuperando la compostura.

 

Elevo la vista, y la diviso a un lado de la mesa... 

 

— ¡Vaya joya tienes ahí! — La miro con perplejidad —. Ese libro... — Señala con la mirada —, se ve muy interesante. 

 

Yo no sé qué responder... 

 

— Lo siento, no quise asustarte — se disculpa alzando las manos en rendición. Era una joven un poco mayor que mi hermana —. Me llamo Elisa.

 

— No te preocupes. Soy Daniela — reí con nerviosismo, cerrando en el proceso el diario.

 

Ella me devuelve la sonrisa, y se toma la libertad de sentarse a mi lado, se inclina en mi dirección y pone sus ojos en el diario. Su cercanía me hace sentir una extraña sensación... 

 

— No muchas personas se interesan por la historia de esa familia — agregó muy convencida. ¿Qué? Al ver mi cara de sorpresa, me lo explicó —, otros dos antes de ti también investigaron sobre ellos.

 

— ¿Sobre quiénes?

 

Si, era tal mi impresión que no podía seguirle el ritmo de la conversación. Ella ríe melodiosamente y hace un señalamiento con el dedo apuntando al diario. 

 

— Los Brouchard entrañan muchos secretos, que son invisibles para el vulgo común, y evidentes para los muy tontos que terminan inmiscuyéndose. O al menos eso dice mi hermana, Elli 

 

La miro sin entender.

 

— Pero, supongo que la curiosidad es inevitable... — continuó —. ¿Quieres que te muestre algo?

 

Asiento sin tener tiempo para negarme. Era extraño, pero supongo que esa chica era de esas personas de magnética personalidad, que logran tener mucha influencia en los demás. Debo decir que fue impresionante el cómo pudo adivinar lo que leía con tanta certeza...,

 

— ¿Trabajas aquí? — Me atrevo a preguntar, mientras descendía pasos detrás de ella rumbo hacia el sótano. 

 

— Sí, mi hermana y yo nos hacemos cargo de esta biblioteca, es una herencia de nuestra madre.

 

— Vaya... — suscito meditabunda.

 

— Sabes yo también siento curiosidad sobre ellos, es extraño que en cada generación haya una desgracia que los arrope... No parece natural — dijo en tono confidencial.

 

¿Una desgracia en cada generación? No doy crédito a lo que estoy escuchando. 

 

Cuando llegamos al final de las escaleras logro ver, abrumada, un gran archivero que ocupaba gran parte del salón, almacenando en su interior diarios de distintos años y fechas… Ella me trae de vuelta haciendo un ademan con la mano, invitándome a seguirla a echar un vistazo.




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