Maldito orgullo

Parte l

Maldito orgullo l:
Derribando tus murallas

Esta bien, lo entiendo.

Tal vez yo simplemente nunca sería algo que una persona elegiría como primera opción o al menos de forma libre. Siempre habrían segundas intenciones. O muy claros beneficios.

Tal vez mi oscuridad era más fuerte que mis ganas de brillar. Puede ser que el destino me quisiera hacer el tornado que se llevaba todo. Yo misma sabía que era un desastre demasiado grande como para que alguien pudiera contenerme.

Mis malditas ganas de que alguien por fin me eligiera por sí mismo me terminaron matando la mente. Pero cuando ya había aceptado que yo nunca sería una opción. Él me lo confirmo.

Yo nunca seria una maldita opción porque para él... yo era un privilegio.

Él no trataría de contenerme nunca, solo explotaría más todo lo que yo era.

Y podría seguir siendo un desastre, pero sería su desastre. Ese que acabaría con su paciencia, que rompería sus límites y que lo dañaría, pero ese que ya era parte de él. Y que a pesar de derribarlo miles de veces, él con gusto volvería a construirse solo para hacerme volver a por él.

La unica eleccion que hicimos, fue seguir queriéndonos.

Así este amor terminara con los dos.




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