Malhela Koro

Alguien Extraño.

No puedo culpar al cigarrillo por el cáncer, ni de sentir el frío cuando dejo la ventana abierta a las 3 de la mañana, cuando el dolor del alma se vuelve más tangible, cuando los dioses se vuelven más sensibles.
escribí cartas, con gran prisa las arrojé al mar deseando que alguien viniera a buscarme, y seguí sentado en la orilla escuchando el agua ir y venir diciendo; "todo está bien"
pensé; Solo soy una desesperación en busca de esperanza.
quizá está habitación es el mar que planteo, la ilusión de que algún viejo amigo pueda acudir a mi necesidad de poder hablar con alguien y confíar nuevamente en alguien, volver a ser alguien, y no un extraño ermitaño, del cuál el mundo se olvidó hace ya unos años.
No tengo prisa por nada, el mar está calmado, incluso creo ver luces a lo lejos, el cielo está estrellado, yo bebo del rocío que la noche me ha dejado, y sospecho que me estoy acostumbrando.
Acaso este es mi fin, acostado viendo lo valioso que es tiempo y saber que no lo aprovecho, que en vez de eso lo desecho, y que cada segundo que pasa se me aprieta el pecho... Alguna vez estuve en sus pechos? 
Lo olvidé todo por completo? quién da tranquilidad a este corazón inquieto, cómo salir de esta locura?; si la felicidad está en un hueco. 
Y si acaso encuentran estás cartas pido por favor llamarle a ella, decirle que estoy bien, que no se preocupe, que hace tantos años que no fumó, que todo esté tiempo la extrañé, que quise hacerlo y lo logré, que por poco me destruyo, pero al final lo logré, lo logré, lo logré...



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En el texto hay: relatos, pensamientos, dolor

Editado: 05.12.2021

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