Mamá de mentiras

12-Esposa perfecta

Arlene Jackson

—Es hora de irnos—Connor se acerca a mí con Ela en brazos ya lista mientras yo estoy terminando de peinar a Ellie.

—Si ya nosotras estamos listas ¿Greg?—pregunto justo cuando este entra por las puerta con una pequeña mochila en su espalda.

—Aquí estoy ya empaque lo que me dijiste, libros de colorear, lápices, plumones y también plastilina para Ela—dice con orgullo entregándome una mochila que tenia en sus manos.

—Gracias mi príncipe encantado, bien vamos bajando yo iré por mi maleta...

—No te preocupes ya todo está en el auto solo faltamos nosotros—los niños aplauden están emocionados por viajar y secretamente yo también ya que hace mucho no lo hago.

—Arlene como te dije ayer debemos hacer nuestro mejor personajes, no sé muy bien lo que nos encontraremos, pero prefiero que estemos alerta y nos mostremos cálidos, otra cosa yo queria disculparme si te hice sentir mal, aunque no me arrepiento de ser honesto—suelta como si nada para después alejarse como todo un divo dejándome con el rostro ardiendo.

No me atreví a dirigirle otra mirada a ese pervertido coqueto en todo el viaje en coche y luego en el aeropuerto lo cual no fue nada sencillo y si tomamos en cuenta que traíamos tres niños pequeños y cuatro maletas; sin embargo, logramos con éxito pasar la seguridad e instalarnos en nuestros asientos.

A lo largo de mi corta vida siempre había escuchado a personas hablar de lo difícil que es viajar con niños sobre todo si son distancias largas, pero jamás lo había vivido en carne propia, los mantuve entretenidos lo mejor que pude, pero ya estaban muy cansados e inquietos y la verdad es que los entiendo.

No es fácil para nadie permanecer tantas horas sentado sobre todo cuando eres una persona activa y en este caso tres niños pequeños activos y traviesos.

Aunque fue toda una odisea agradezco que pudimos salir victoriosos aunque extremadamente cansados, llegamos a un hotel hace apenas una hora, solo hay dos habitaciones asi que supongo que ha llegado el momento de fingir ser un matrimonio feliz.

—Arlene entiendo que estés incómoda, pero recuerdo que debes fingir que...

—Sí que soy una mamá de mentiras—respondí, la tensión entre nosotros todo el día ha sido incómoda, pero no sé por qué no dejo de pensar en la conversación que tuvimos anoche y en lo que dijo al final de esta.

—No me refería a eso, solo deseo que esta tensión que tenemos no sea tan visible cuando nos veamos con los parientes de mi esposa...

—Creo que lo primero que debes cambiar es lo de decir tu esposa a decir tu difunta esposa, porque no parecerá que estás felizmente casado, permiso—me fui para dejarlo analizar su situacion.

No soy una desalmada que crea o considere que olvide a su esposa pero tampoco debe aferrarse a un recuerdo sobre todo si según sus propias palabras desea estar conmigo pro los próximos 15 años y que nuestro matrimonio sea totalmente real.

Este hotel es de cinco estrellas y esta área familiar en muy linda recorro todo notando que parece un pequeño departamento, con área de cocina un hermoso balcón sala de estar y por supuesto las 2 habitaciones con su baño dentro.

Mariela anoche me escucho atenta y me aconsejo observar a Connor y asi darme cuenta si en verdad estoy provocando cosas en él, pues el comentario que hizo de mi trasero aun anda rondando mi cabeza.

Desde que llegamos los niños quedaron rendidos en una de las habitaciones la cual tenia dos camas, en una estaba Greg acostados como un Cristo mientras las niñas duermen juntas placidamente en la otra, parecen tres angelitos. Aun no entiendo la razón por la cual las otras niñeras salían huyendo de sus travesuras si yo llevo casi un mes y se han comportado de maravilla.

Busco mi maleta, pero no la veo entonces imagino que debe estar en la otra habitacion, salgo dispuesta a buscar mi pijama y tomar una ducha que necesito con urgencia.

Sin pensar demasiado en que me podria encontrar del otro lado abro la puerta quedando gélida en la misma ante lo que veo del otro lado.

Connor está ¡desnudo! Completamente desnudo, por las gotas que bajan por su torso parece acabar de darse una ducha, pero en vez de tener una toalla rodeando su cintura está como Dios lo trajo al mundo mientras seca su cabello con una toalla, y no es que sea mojigata o una joven virginal peor esta hombre tiene todo bien puesto y de muy buenas dimensiones.

—¡Dios mio! ¡Qué grande!—pensé que estaba diciéndolo en mi mente, pero por el rostro desencajado y fascinado a la vez de este imbécil y sexi pervertido imagino que me escucho.

—Lo es, también es trabajador y es igual que este hotel—musita sin inmutarse para taparse, sino que lo muestra con total descaro.

¡Sin vergüenza!

—¿Cómo este hotel? —cuestiono sin comprender en lo absoluto que quiso decir.

—Que es cinco estrellas...

Hello mis amores, estare subiendo otro capitulo en un rato asi que no desesperen y comenten que les parecio este acercamiento jajaja




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.