Capítulo 3.

***KIKA

No sé si fue la mejor idea. Tendríamos que estar entrenando. No fuera de la única barrera que nos protege de aquellos que no quieren que la profecía se cumpla. Sabemos que no son pocos y muchos más fuertes que nosotros. Bueno capaz no que Ethan o Alex o incluso Caleb, pero seguro que más fuertes que yo.

No tendríamos que estar yendo a la otra cabaña de Bianca, los dos solos, a distendernos. En este momento nuestra prioridad tendría que ser plenamente para los entrenamientos. Saber cómo luchar en equipo, cómo cubrirnos las espaldas, como usar nuestros poderes y en analizar qué es lo que va a suceder en menos de tres meses.

—Vamos mi chocolate. —ruega Caleb al tiempo que me abraza por la espalda. —No va a pasar nada y vamos a poder sacar un poco de estrés de nuestro sistema.

Como es costumbre ya, mi cuerpo al sentir el de Caleb se relaja y desconecta la parte racional.

Eso es lo que me tiene de tan mal humor. No poder controlar mi cuerpo mis ansias y mi mente. Por que desde que encontré a Margarita en mi habitación segundos después de casi caer por la ventana mi único pensamiento racional hacia todo lo que esta sucediendo es que estoy totalmente loca.

Pase de ser una simple humana con simples problemas humanos a dos semanas después a ser un ser sobrenatural. Una muy raro y casi único que tiene todo el mundo sobrenatural en su búsqueda para matarme. Con poderes que se salen de mi control y que no entiendo. Y como si fuera poco a una persona que me vuelve totalmente hormonal con solo mirarme.

¿Cómo es que consigue semejante reacción con el mínimo esfuerzo? No lo entiendo.

Todavía tengo el recuerdo fresco de lo que paso la última vez que me deje llevar por lo que mi cuerpo sentía. También recuerdo que me costó varias bromas de parte de Ethan y una gran cantidad de vergüenza volver a verlos a la cara después de que entraran a la habitación justo en ese momento. Claro que los entiendo. Hubiera hecho lo mismo si veo como el techo de la cabaña se levantará o pensara que estaban en peligro. Pero igual me costó verlos a la cara sin que se me colorearan las mejillas. No todo el tiempo una esta por tener su primera vez y entran a la habitación justo en el momento donde te están por hacer mujer.

Caleb por otro lado se la tomo muy bien. Pude notar como Ethan le tomaba varias veces el pelo y buscan hacerlo enojar con bromas malintencionadas. Por suerte no cayó en ninguna de esas bromas.

Todavía no conseguimos que explote su poder, pero tengo plena fe en él. Sé que lo va a lograr. Solo tiene que encontrar su detonador. Sigo pensando que su detonante es algo mas que un sentimiento fuerte. Para mi es algo mas. No se como explicarlo tampoco.

Por suerte descubrimos que el de Alessia y el mío si son las emociones fuertes. En cambio, Caleb y Jalek, aún no lo han encontrado.

Esta más que descartado de que el enojo o emociones fuertes no son con Sombong, como les gusta llamarlo ahora, pasa cada segundo del día con emociones fuertes. Es como si nunca dejara descansar al animal en él.

Como cuando un perro está enfermo y no consigue controlar el temperamento por los dolores. Consiguiendo así solo gruñidos de respuesta a todo lo que sucede a su alrededor.

"Capaz Jalek tiene rabia y nadie se enteró todavía" comenta Trina.

"No lo creo"

"No lo descartaría tan rápido"

De cualquier modo, creo que el detonador de ellos viene por otro lado. Por lo poco que pude entender de la profecía que ahora me sé de memoria. Se supone que estamos unidos en más de un sentido. Unidos la fuerza será mayor. Si somos mucho más fuertes. Pase de no poder levantar un costal de papas a levantar en doble de mi peso. También mejora nuestra rapidez y reflejos. Algo notorio de los entrenamientos de antes de rescatar a Jalek y los de ahora.

Algo que también he notado es que desde que nos unimos en equipo, por lo menos tres de nosotros, no solo siento las emociones de Caleb. Sino que también puedo sentir las de Alessia e incluso de Bianca cuando me concentro. Por extraño que parezca ni una vez pude sentir las de Jalek. Es como si no nos permitiera entrar. Creo que el bloqueo que sienten nuestros lobos cuando quieren comunicarse con el de él, es el motivo.

Al no haber comentado todavía esto con nadie no he podido analizarlo en profundidad. Pero tampoco me parece relevante. No es que quiera sentir su mal humor, enojo e ira a cada momento del día. Así que por ahora prefiero pasar por alto el tema. Lo que sí me perturba un poco es la reacción que tuve hoy cuando estábamos entrenando.

"Diría que más que un poco. Lo mordiste si no lo recuerdas."

"Estaba un poco molesta"

"Yo diría más que un poco" replica la loba.

"Puede que su estado constante me esté cansando un poco. Puede que sea tranquila, pero me está superando".

—Chocolate ¿se puede saber qué te pasó hoy en el entrenamiento? —la pregunta de Caleb, así como su mano recorriendo mi vientre me trae de vuelta a la realidad.

Me encanta estar rodeado por sus brazos y que él apoye su cabeza en mi hombro. Me hace sentir pequeña y protegida. Aunque también me perturba.