***ALESSIA.
Estaría llegando al limite de mi paciencia. No es que tenga mucha.
Prometí no matar a Jalek. Juro que lo intento. Trato que no me vuelva a llevar al punto en el que solo actuó y no pienso. Eso fue lo que me llevo a estar una semana encerrada en mi propio cuerpo. Prometí tratar de ser paciente y en el caso de que mis instintos asesinos emerjan, avisar y pedir ayuda.
No soportó más a Jalek. Eso esta totalmente claro. Nadie lo puede negar.
Esa es otra de las desgracias de ser uno de los cuatro híbridos de una profecía. Ese es el problema. La profecía. Una profecía donde dice que nosotros cuatro, Kika, Caleb, Jalek y yo vamos a salvar a las cuatro rasas. Los lobos, los vampiros y sus dos mejoras, vampiresanos y lobisticos.
Sigo pensando que el científico loco que creo a estas dos ultimas, por mas que lo hizo por error, debería haber hecho algo para que no se puedan mezclar. Pero no. No solo infecto a mujeres humanas con las sangres de dos seres sobrenaturales, para tratar de encontrar una solución a la falta de sangre, creando así a dos nuevas. Sino que hizo posible la reproducción, no solo la conversión.
Claro que consiguió que los vampiros tuvieran la opción de transformarse en vampiresanos y así evitar ingerir tanta sangre o poder vivir de sangre animal. Solo que tuvo el pequeño detalle de que las nuevas rasas son mas fuertes, resistentes y casi sin vulnerabilidades. Por qué los más antiguos no estuvieron de acuerdo. Terminando así en una guerra eterna y sin fin.
O eso se pensó hasta que llego la profecía donde dice que nosotros le ponemos fin. Palabras mas palabras menos.
Claro que eso hizo a los antiguos aún mas vulnerables. Ya que nosotros, se supone, somos inmejorables. Si estamos juntos, y que quede claro el se supone, somos supremos en todo. Fuerza, rapidez y tamaño. No tenemos ninguna de las vulnerabilidades, de ninguna de las cuatro rasas.
En otras palabras somos por muy lejos superiores a los antiguos.
Ahora recalco el se supone. Porque Jalek sigue tirado en el suelo.
Cual es ahora el mal que lo aflige para que esté tirado en el patio retorciéndose como pez fuera del agua. Cambiando de forma, de lobo a vampiresano. De vampiresano a lobo. Con colmillos expuestos y garras incluidas.
En toda mi vida solo cambie plenamente a vampiresana dos veces. Cuando era muy chica en un entrenamiento contra mi padre y cuando nos atacaron el día que mi padre murió. Claro que madre llamo a margarita y nos alejo de ahí. Lamentablemente no pudo llegar a tiempo como para que mi padre se salvara.
Cambiar a vampiresano completo no es algo normal ni tampoco es algo que no se lleve todo tu poder. Por eso los que pueden, no lo hacen, a menos que sea sumamente necesario. Ya que es difícil mantenerlo y conservar energías para el después. Claro que tiene sus beneficios. En plena forma somos mucho más rápidos, fuertes e invencibles. Nada de lo que nos hagan en ese momento puede derribarnos mientras mantengamos la forma.
Claro que ahora que lo pienso quizás al estar los cuatro juntos podamos mantenernos con más simpleza. Solo con estar los tres juntos ya nuestra fuerza y velocidad es superior. Nuestra energía se mantiene y nos nutre equilibrando nuestro poder. Creo que podría ser viable que una transformación completa de uno o dos de nosotros pudiera durar lo necesario como para mantenernos fuertes a todos y no menguar la fuerza una vez que el cambio termine.
Esto tengo que hablarlo con los chicos.
Desde que nos pusimos los tres de acuerdo para pelear uno al lado del otro y acepte que nuestras diferencias nos hacen un grupo singular nuestro poder ha incrementado notablemente. Así como también nuestra relación.
Ya no me fastidio tanto con la actitud inocente y sumisa de Kika. Se es su forma de ser y que en el momento en que tiene que ponerse las pilas y enfrentar los problemas es la más rápida en encontrar una solución. El poder que tiene con el aire es enorme y asombroso. Si capaz no lo controla totalmente, pero ha mejorado notablemente. Ya no solo puede encerrar a alguien en una celda de aire y dejarlo sin oxígeno. Ahora puede manipularlo para evitar que caigamos en un salto o movernos de un punto al otro sin ningún problema. Encontré gratificante trabajar con ella para controlar nuestros poderes.
Así como me encanta molestar al empalagoso de Caleb. Con Ethan buscamos cada momento del día para molestarlo. Ya sea por lo pollerudo que es con Kika como por el trato delicado que tiene hacia todas nosotras. Todavía no encontramos su detonante, pero me parece que a diferencia de Kika y yo, él con los sentimientos controlados y una buena determinación podría controlarlo.
Gracias a ellos descubrí que no es necesario tener todo el tiempo el mismo temperamento frío y calculador con el que crecí.
Se puede ser dulce y delicado como lo es Caleb, pero en el momento en que tiene que ponerse firme y dominar la situación se vuelve intimidante. El tamaño y el porte que tiene cuando toma la forma de Jack marca respeto y fuerza. Me ha ayudado mucho a aprender cómo manejarme con el cuerpo de Bella.
Mi loba no es intimidante como la de Caleb y tampoco posee la misma fuerza, pero si lo supera en rapidez y agilidad. De igual manera no lo he podido vencer en un cuerpo a cuerpo en lobos, todavía.
"Creo que tendríamos que llamar a Kika y Caleb." sugiere Bella.