***CALEB
Obviamente no podíamos seguir los dos solos en la cabaña más tiempo. Aun cuando eso es lo que más me gustaría en el mundo. Tener la cabaña para los dos solo fue algo mágico. Nadie que nos volviera locos con las bromas y se preocupara porque destrozamos la cabaña. Algo que casi hicimos. Sacamos todo el techo.
Tratamos de reparar el techo de la cabaña, pero el poder de Kika no fue lo suficientemente fuerte para colocarlo en el lugar adecuado por sí solo. Por lo menos no sin ayuda, por ello que trate de acomodarla mientras ella lo hacía flotar. Conseguimos que la mitad del techo estuviera en su lugar, pero mas no lo pudimos mover. Así que optamos por mover todo lo que pudimos bajo el techo que quedaba dentro de la cabaña.
Mientras caminábamos y reíamos como tontos, sobre cómo le íbamos a decir lo del techo a los demás y sus reacciones, nada más era importante.
Claro hasta que Jack me alertó de presencia extraña. Al mismo tiempo Kika se puso rígida.
— ¿Lobos? —preguntó inclinando la cabeza para escuchar mejor.
Simplemente me olvide que tenía que estar alerta y tenía mis sentidos contenidos. Algo que aprendí a hacer desde muy chico. Ya que puede ser muy abrumador escuchar absolutamente todo, todo el tiempo. Deje que mis sentidos se desplegaran al mismo tiempo en que la atraía más cerca.
Sé que ella se puede cuidar perfectamente sola, pero eso no quita que la quiera proteger.
Pude escuchar tres pares de pisadas suaves y un leve tratar. Al mismo tiempo pude oler un lobisticos, es la única explicación para que esté en forma lobo a plena luz del día, pero no pude detectar si el resto eran lobos o lobisticos. Lo más probable es que fueran lobos. Porque estarían en desventaja si nos tuvieran que enfrentar sino están en su forma lobuna. De igual modo su oído es bastante agudo por lo que preferí usar el enlace para hablar con Kika. Mientras me acercaba a un gran árbol y le indicaba que subiera. Es la mejor forma de evitar que nos vean. Muy pocas personas miran hacia arriba cuando buscan algo.
"Por lo menos un lobistico y tres lobos." Le comento mientras trepábamos.
"Pensé que no se juntaban. Que se odiaban."
"En un principio lo hicieron. Hasta que aparecimos en el cuadro. En ese punto se unen solo para cazarnos. A no ser que sean lobisticos y no lo haya detectado. Podría equivocarme." sería lo más lógico, pero lo dudaba. Calcule la distancia que nos quedaba para llegar a la cabaña, para decidir qué hacer.
"Tenemos compañía a menos de 1000 metros de la cabaña. Llevamos la fiesta más cerca o la desviamos. " amplíe la comunicación tanto para Jalek, Alessia y Bianca.
"Yo estaba dándole una paliza a Ethan, pero puedo tomar otro objetivo. " el entusiasmo en la voz de Alex era notable.
"¿Están seguros que son enemigos?" la pregunta de Bianca de desconcierta, no me lo plantee. No parecen estar en busca de nada. La parecen más estar dando un paseo.
"No lo pensé así." admito. Mientras me concentro en la forma de caminar.
"No tengo la sensación de que están buscando pelea. Parece más bien estar paseando." confirma Kika. Al tiempo que los vemos aparecer. Son nada más que unos adolescentes. No creo que sean más grandes que 20 años. Claro que al ser lobisticos la etapa de crecimiento es hasta los 18 y después disminuye, de tal manera el crecimiento que tienen un promedio de 200 años de vida y se ven de 50.
"De hecho están ahora a plena vista y no repararon en nosotros. Ni parece que les importe lo que los rodea." concuerdo.
—Yo no quiero hacerlo. —escuchó decir al más delgado de los tres que vienen caminando. Es rubio y parece bastante larguirucho.
— Gregoriano dice que tienen que transformarse antes de la próxima luna llena. —dice la única chica del grupo que parece ser un poco más grande que el resto. También es rubio, con el pelo largo y apenas ondulado. Desde donde estamos puedo ver que tiene más fibra en el cuerpo que el rubio. —Brennan y yo nos transformamos a los 17 también.
—Pero eso implica salir a buscar a los híbridos. Algo que estoy totalmente en contra.
Okey eso sí llamó mi atención. Con Kika nos miramos una vez antes de volver a bajar la mirada. Podemos verlos, pero ellos a nosotros no.
El lobo se deja caer en el piso antes de levantar la mirada al cielo. Por un segundo pienso que nos vio y nos tensamos, pero enseguida vuelve la mirada.
—Porque yo veo a Brennan muy ocupada buscándolos. —se burla la chica. —Mi punto de vista tampoco es el de la manada, pero no tenemos otra opción. Cambiamos a los 17. Nos dan nuestros lugares y trabajamos hasta que ya no podemos o hasta que ascendemos.
—Pero ahora toda la manada está con la misma meta. Encontrar a los híbridos. —interviene el más alto de los tres pasando su mano por su largo cabello castaño. Este sí parece entrenar su cuerpo. —sigo sin entender porque no pueden dejar que esos cuatro cumplan la profecía. Estoy seguro que nuestra vida sería más fácil.