Manada

Capítulo 16

***ALESSIA

No se que pensar en este momento. Lo veo caminar hacia mi y parece el mismo, pero algo me dice que no lo es. No transmite la transmite la misma energía de siempre. Por no hablar de las energías casi limitadas otra vez.

Su rotro no transmite nada de nada, pero sus ojos son como mirar a una linterna. Dos faros de luz plateada que reflejan mucho mas de lo que ha dejado ver desde que lo conocemos. Por no decir esa pregunta silenciosa que emite en el momento en el que levanta la mano en mi dirección.

"Si eres Lex puedes." Le hago saber.

No duda ni un segundo y sus manos recorren mi pelaje. No parece importarle la sangre ni la mugre que me recorre. Y la verdad a mi tampoco me importa. Dejo que Bella tome el control y disfrute de lo que ella quería y decido no intervenir.

—Otra vez no.

El grito de Caleb me hace dar un paso atrás con todas las alarmas activadas. Lex se tambalea, pero también se pone alerta. Segundos después está flotando en el aire. Con cara de sorpresa. Bianca se mueve hacia adelante con el cuerpo cubierto de sus llamas violetas. Decido tomar el control de mi cuerpo otra vez y Bella tranquilamente me lo sede.

Los nuevos integrantes del grupo van a tener una primera impresión fabulosa de los cuatro híbridos juntos. Ya sus caras son un poema. Ojos desorbitados, bocas abiertas y caras pálidas, dan un paso atrás y tengo que aplaudir por sus instintos. Solo de pensar en sus caras cuando me vean desnuda ya me causa gracia. Aunque esto de andar como dios me trajo al mundo se me está haciendo una costumbre.

—Kika, deja a Lex en el suelo. —pide Bianca mientas me pasa una bata que misteriosamente no se prende fuego a pesar que a mi si me da calor. —Tenemos que hablar largo y tendido.

—La última vez que uno de los lobos tomó el control nos debilitó y se adueñó de los otros. —dice Kika con determinación. Mientras camina acercándose a Lex. Se ojos están negro. —Y no pienso pasar por lo mismo.

—Hay una diferencia entre Bella y Lex —los hombros de la Colo se vienen abajo. Como si no quisiera dar la noticia. —Es que Lex es la parte vampiresano de Jalek.

Okey. Ahora no entiendo nada. ¿Jalek era el lobisticos? ¿Como se hizo con el control del cuerpo sin modificar al resto? ¿Porque Lex no dijo nada antes? Y lo más importante ¿Desde cuando Bianca sabe esto?

Por lo visto no soy la única. Tanto Caleb, Kika, e Ethan giran su cuerpo completamente para verla a la cara. Lurdes por otra parte deja de hacer lo que está haciendo y nos mira curiosa. Ya acostumbrada a estas riñas. Cosa que no pasa con los jóvenes cuatro que están en alerta total.

—¿Qué quieres decir?

Por suerte Ethan expresa lo que cada una de nuestras caras reflejan. Kika poco a poco baja a Lex, que no consigue mantenerse estable y termina sentado en el suelo. Sin pensarlo me acerco y estiro la mano para ayudarlo. Él sonríe agradecido y la toma. A diferencia de cuando era Jalek, su toque no me causa repulsión ni malestar. Siento una corriente que me recorre y lo miro. Encuentro su mirada en la mía y me regala una sonrisa antes de soltarnos. Puedo darme cuenta que Bianca no mentía cuando dijo que no tenía fuerza.

—¿Estas bien? —le pregunto. Solo asiente con la cabeza mientras se estabiliza en sus piernas.

—Lex fue el bebé que nació. —dice como si eso aclara todo. No explica nada. De hecho, se incrementan las dudas. —Hagamos esto. Curamos las heridas, se bañan y alimentan, mientras con Lucy y Lurdes preparamos un té relajante y unos emparedados. Mientras comemos podemos tener una larga charla.

—A mi me parece como un plan —apoyo a Bianca mientras me dirijo a la cabaña. —Mis heridas son insignificantes, con un poco de sangre se solucionan.

—Agarra de la nevera. —escucho que dice la Colo. Como si fuera a hacer otra cosa. —Lex está muy débil.

Me dirijo derecho a mi habitación. Una vez dentro con la puerta cerrada me quito la bata y entro al baño. Necesito un buen baño.

 

 

Después de unos buenos 45 minutos salgo de la habitación con un ligero pantalón de combate, una musculosa blanca y mis preciadas botas de batalla. Todavía tengo el cabello mojado. Por lo que extiendo un poco mi fuego para secarlo.

Cuando llegó a la sala lo primero que veo es a las gemelas con los dos chicos de su manada. Por suerte Brennan tiene un corte de cabello notorio como para diferenciarlas. Porque son exactamente iguales. Puedo ver que también tomaron un baño. También que Lurdes les prestó ropa, su estilo súper sexy de ella les queda un poco suelto, pero no dejan de resaltar en sus atuendos.

—¿Como están?

Al parecer mi pregunta las toma por sorpresa. Por lo que dejan los emparedados a medio camino y me miran con los ojos muy abiertos. Estos chicos se asustan muy fácilmente. Sino pierden el miedo van a terminar teniendo un paro cardiaco prematuro. En esta cabaña somos bastante explosivos y no somos fáciles de tratar. Por lo que el temperamento explota seguido. Hago un gesto con la mano, tratando de eliminarlos del trance en el que se encuentran. Cuando la paso frente a mí me doy cuenta que está cubierta de fuego y ahora puedo entender sus reacciones, pero no la mía.

—¿Es necesario que te prendas fuego en medio de la sala? —pregunta Caleb a mi espalda. Me giro y lo miró con los ojos muy abiertos. Por lo que da un paso atrás con las manos en alto. Malinterpretando mi expresión.

—Solo extendi mi poder al pelo. —dejo que se apague mientras escudo la cabeza. —No lo quería en todo el cuerpo.

—¿Con que te enojaste entonces? —pregunta Kika parada al lado de Caleb con una sonrisa en su rostro y los brazos cruzados.

—Con nada. Estoy tranquila. —señaló a los chicos con mi mano. —Solo pregunte como estaban. Sólo pensaba que es una suerte de que Brennan tenga un corte distinto. Que bien les queda la ropa de Lurdes. Nada que pueda enojarme.




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