Manantial de amor

LINAJE

Acudimos toda la familia a conocer el universo exultación, nos fue permitida la entrada por nuestra belleza espiritual y el gran amor como el respeto por todo ser vivo en nuestro mundo terrenal. 

Ingresamos al agua del manantial y nadamos hasta la gran cascada del ángel, una vez allí, Jun nos sujetó de las manos formando un círculo, una luz nos fue rodeando y las siete hadas se unieron a nuestras manos, traspasamos las enormes rocas sin tan siquiera darnos cuenta como fue posible. 

Al ver lo que nos rodeaba solo pensé lo magníficamente perfecto que es todo, los colores me causan alegría, las risas de las hadas me hacen sentir felicidad mientras las veo jugar entre las flores coloridas. 

Es una enorme sorpresa escuchar a los animales hablar entre ellos y sobre todo ver tantos y tantos animales místicos felices y extintos en mi mundo, verlos correr libres ensalzaba mi alma al cielo, mi corazón latía de dicha, mi piel se enchinaba al contemplar su universo porque todo es divino y perfecto. 

Al pasar al lado de unas flores juraría que eran de seda no solo por el color rojo vivo como una cereza... Y exclamé ¡Qué bella flor! De repente giró sus pétalos e hizo una reverencia en forma de agradecimiento por el halago recibido, no tenía ojos para verme y saber dónde me encontraba parada, pero para las almas elevadas no es necesario tenerlos, porque ven con su alma. Yo sonreía dichosa y agradecida por permitirme conocer y saber que existe un universo perfecto y maravilloso. Como perfecta es su armonía y su amor universal. Ji sonreía feliz y sorprendido, al igual que los niños, todos deseábamos recorrer cada rincón de exultación y aprender más de la transformación que el amor es capaz de lograr.

Entendí con esa primer visita que el manantial es vida y felicidad, como alegría, allí aprendes a convertir en gozo las penas, como las amarguras más profundas causadas por las tormentas del pasado en la que te inunda el llanto desconsolador en los humanos. El amor le recuerda a su adversario que no lo puede vencer, ya que su fuerza radica en el alma que es impenetrable a la maldad, la envidia e injusticia, el corazón se puede detener en un simple instante, pero el alma es como el amor... "eterna" invencible, intocable. 

La fuerza de voluntad la necesitas para enfrentar los desafíos que la vida te presente, solo recuerda que no caminas solo, que hay una fuerza en el universo te acompaña, solo porque no lo veas no debes interpretar que no existe, hay ángeles que te protegen diariamente sin apartarse un centímetro de ti, de diferentes formas que sin ser vistos tu los puedes sentir.

El tiempo transcurre lento o no se siente en este mundo fantástico. 

Caminando entre hermosas flores vi una silueta de un hada muy pequeña que se encontraba recostada sobre un hermoso girasol amarillo radiante y me acerqué a ella un tanto tímida mientras notaba cuanto se sobresaltó con mi presencia.  

—Lo siento hada, no debí acercarme tanto. No era mi intención asustarte.

—No sé lo que es sentir miedo, solo estoy asombrado al verte nuevamente.

—Perdóname, creí que eras un hada, no sé cómo referirme a ti si eres hombre.

—Las hadas somos espíritus de luz, energía divina pura, somos seres etéreos y podemos tomar la forma de cualquier ser vivo, de preferencia pequeño. Existen seres humanos que nos ven conforme alimentaron la pureza de su alma, con amor o maldad. Nuestra misión es acompañar, guiar a un alma pura a cumplir con su misión en la vida, a encontrar su poder espiritual y heredarlo a su descendencia, así mismo dejar su huella de amor para ser ejemplo y sea inspiración para otros, como es tu destino Angélica.

— ¿Cuál es mi destino?

—Eso solo tú lo podrás definir, elegir y vivir. Pero hay una fuerza sobrenatural que te acompaña para guiarte y asistirte siempre en tu vida, es algo de lo que las almas puras no pueden ni deben escapar.

—Tengo una duda, ¿Un hada puede convertirse en humano?

—El poder del amor nos hace tomar la forma de lo que nuestra alma elegida necesita o puede entender sin errores.

— ¿Gabriel es un hada?

—No, Gabriel es un guerrero espiritual con un alma vieja ligado a tu vida para la eternidad.

— ¿Por ese motivo salvó mi vida y ha estado conmigo protegiéndome?

—Sí, él declaró ser tu guerrero espiritual. Se enamoró imprescindiblemente de tu ser espiritual perfecto y hermoso Angélica.

—No, yo no soy perfecta. Soy un ser humano imperfecto creado por un ser supremo que sí es perfecto, que es mi padre celestial.

—Tú misma lo has dicho, fuiste creada por un ser supremo perfecto, por lo tanto eres una hija perfecta y debes reconocerlo, aceptarlo y repetirlo cuantas veces sea necesario a tu ser humano interior. Solo tú eres capaz de darle existencia a lo que deseas que viva en ti.

—Ahora comprendo mi infancia, mis padres, a Ji, mis hijos, mi vida es perfecta. Gracias por mostrarme la perfección de la vida en mi vida.

—Gracias a ti por comprender y escuchar a un ser de luz a punto de extinguirse, solo esperaba tu llegada.

— ¿Estás muriendo? 

Y me atreví a sujetar su delicado cuerpo dentro de las palmas de mis manos con delicadeza, amor y respeto.

—No, estoy en camino a la vida eterna.

Me acerqué a la luz que emanaba de su ser y la sentí en mis manos ardiente, la besé soltando de mis manos como quien libera a una ave que recién recupera la fuerza en sus alas deseándole felicidad. Su luz subió por el cielo azul hasta dejar de ser visible a mis ojos y transparente a mi alma. Ese ser mágico encontró su camino a la vida eterna dejando sabiduría en mi corazón y en mis ojos el color azul del cielo con un destello de su propia y perfecta luz.  

Como el perfecto amor que en mi primer hijo nació siendo el pilar de nuestro amor familiar, el segundo fue el lujoso linaje del que provenimos y la tercera el gobernante.



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En el texto hay: amor, muerte y esperanza, kimchi

Editado: 13.11.2020

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