Mandíbula

Vestirse

Me vestía de negro en aquel mundo blanco, cada día, como rutina eterna, poniendome está indumentaria que me convierte en sombra, salí de estás paredes invisibles a este cándido terreno, cada paso mío era un grito que el eco daba, y yo siempre en silencio, los pies hablaban por mi.

Este lugar es pálido, tuve que asimilar que ya jamás volvería a ver los colores, solo blanco y negro porque el mundo se había vestido de un velo totalmente plano y vacío, el único aliento que tenía era la poética quietud que radicaba en su silencio, el ruido más fuerte.

También se vistió el cielo de tal forma que ha desaparecido, ya no hay aguas ni nubes solo nada. Por eso yo estaba muy triste cuando recién mi mundo se decoloraba y quedaba sin piel, pero ahora después de tantos años lo asimilé. Y hoy camino lentamente a buscar alguna señal que me consuele, fue hace poco que de cierta forma la encontré o así quise creerlo, cuando después de tanto buscar imagine haberlo encontrado después de infinitos días, me había vuelto loco.

Me vestía de pensamientos, tratando de vivir como siempre pero eso es imposible aquí en un mundo sin color ni texturas, todo es perfecto y eso me abruma, antes lo imperfección de la superficie daba brío pero ahora es liso, totalmente liso.

Después de tanto pensé diferente, ahora siento, creo que siento de lejos algo que me dice este lugar, que en su callar me habla. Porque a lo lejos un murmullo se acercaba, después se conviertio en ruido y después en estruendo, rápidamente corrí para ver qué era.



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En el texto hay: mar, oceano, buzo

Editado: 11.10.2020

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