Solía decir "Quiero morirme antes de hacerme viejo"
pero por ti, puede que me lo piense dos veces.
We don't believe what's on TV.
Twenty One Pilots.
Sean.
Habían pasado semanas de no verlo, sólo un mes y me estaba volviendo loco, quería verlo, quería ver a Nick, joder, las llamadas no me las regresaba y los mensajes ni en leído me los dejaba, es como si desapareciera de mi vida poco a poco, lo extraño tanto.
¡No puede desaparecer así luego de besarme!
Idiota.
Un mes atrás.
Desperté como un a persona nueva, estiré mis músculos y me senté en mi cama, ignoré el hecho de que sólo había dormido pocas horas, sonreí y recordé todo lo que había pasado con Nick.
¿Eso quería decir que el sentía lo mismo? Me sonrojé.
Era lo mejor que había pasado, tomé mi celular y me extrañé que no hubiera ningún mensaje de Nick cuando diario había uno, ignoré aquello, debería seguir durmiendo, le dejé un mensaje y fui a ducharme.
—Así que...—sonrió Arleen en el marco de mi puerta.—¿Sucedió algo?—preguntó entrando a mi habitación.
—Oh, hermana mía sucedieron muchas cosas.—molesté antes de contestarle de lleno.
—Y espero que buenas para irte de esa manera, cuéntamelo todo pedazo de elote.— se sentó en la silla de mi escritorio y giró hacia mi.
—Demasiado. —sonreí y comencé a contarle todo.
Ahora ese recuerdo me sabía amargo, después de ese día, Nick no respondió, ni el día siguiente, ni la semana siguiente, esperaba su respuesta y sólo me dedicaba a dar vueltas como si aquello fuera a darme una solución.
Me senté en mi cama con desespero, me dolía la mejilla y no podía evitar tener el celular entre las manos, dudando, al final envié un último mensaje, sería el final, lo amaba, sí y cobardemente lo he ocultado pero si no recibo respuesta no puedo dejar que mi corazón siga rompiéndose, aunque fuera mi culpa no decirlo antes.
Solemos pensar que ciertas circunstancias rompen nuestro corazón pero si somos objetivos, muchas veces nosotros somos los que hacemos pender nuestro corazón de un hilo con dudas a las que sólo les damos vueltas y olvidamos totalmente todo lo que pude estar pasando y sólo creemos lo que queremos.
—Perderás el semestre, contesta, por favor.— susurré para después enviarlo y espere a que el mensaje le llegará a aquel chico de hermosa sonrisa y actitud altanera, si bien era una mera excusa ese mensaje, quería saber de él, Joder Nick, te extraño tanto.
Pasaron al menos dos horas y la respuesta saltó en un tono predeterminado, el único contacto con un sonido especial, para la única persona especial, aquella que alguna vez, puso mi mundo de cabeza con una pregunta absurda y que ahora le daba sentido a su mundo.
"Me mudaré, dejaré la universidad actual, mi padre ha conseguido un trabajo."
Se leía claramente en el mensaje pero ¿Por qué no le creía y por qué me dolía tanto el pecho?
¿Por qué no me había dicho nada entonces?
No iba a quedarme en cama a llorar y lamentarme, bien, lo haría pero no ahora a plena luz del día, tomé su celular y le llamé, no contesto, volví a intentar conectar, el buzón hizo acto de presencia, el dolor aumentaba y la desesperación crecía minuto a minuto, el dolor en mi mejilla seguía latente y no podía evitar pensar en que tenía que ir a verlo.
Acomodé mis lentes y tomé mis llaves para correr escalera abajo, mamá gritó que a dónde iba pero yo ya estaba fuera en unos instantes sin pensar en detenerme, después le explicaría todo, si no es que Arleen lo hacía antes, tomé la bicicleta de mi hermana, seguro me matará después pero no importó y pedalee lo más rápido que pude, necesitaba llegar, necesitaba verlo, besarlo, de nuevo.
Llegué a la casa del pelinegro, dejé la bicileta mal estacionada y me dirigí a tocar el el timbre, nadie contestó. Una vez más, nadie vino, otra y otra, una tras otra, media hora había transcurrido. Golpeé la puerta, estaba desesperado, quería gritar y llorar, decirle que saliera y decirle cuanto lo amaba, Eran las palabras correctas, pero el momento incorrecto, tardó.