Mango.

9.

Encuentra a tus abuelos o alguien mayor
Muestra algo de respeto por el camino que  pavimentaron
A la vida ellos se dedicaron
Ahora, eso debe ser celebrado.
 

Neon gravestones -Twenty one pilots

 

 

—¿Me estás diciendo que te llevaste mi bicicleta-sin pedirmela- para salir corriendo y luego la dejaste tirada en una casa en venta para salir corriendo al hospital? ¿Sean, te estás escuchando? ¿El frío te afectó? ¡Mamá te dije que no debiste tirarlo de pequeño!—recriminó Arleen sin poder creer todo lo que decía.

 

—Bueno, en pocas palabras... sí.—probé terreno.— Mira que no es tan malo, tú fuiste la que me motivó.— señalé mi mejilla.

 

—¡Sean hijo de...!—gritó y fue interrumpida por nuestra madre.

 

—¿Decías, Ar?— sonrió mi madre detrás de ella y Nick quería soltarse a reír, lo veía en sus ojos y sus incontrolables muecas.

 

—De nuestra hermosa, joven y preciosa madre, obviamente.— sonrió Arleen con cara de niña buena.

 

—Me halagas hija— hizo una pausa mamá para llevarse la mano al pecho y continuar.—Pero no tengo dinero.

 

—¡Mamá! No iba a pedir dinero.—miró seria Ar.

 

—¿En serio?—Pregunté sorprendido.

 

—Bueno, tal vez sólo un poco la billetera de Sean ya se quedó vacía y no ha metido más.— Y ahí es donde me di cuenta que Arleen era la hermana menor.

 

—¿Espera qué estás diciendo?—recapacité.

 

—Señora, ¿No quiere que le ayude con el desayuno?—se ofreció Nick al ver cómo el comedor podría terminar siendo un campo de guerra.

 

Nick.

—Oh, eres tan lindo, dejemos a estos niños pelearse, al rato ya van a estar juntos.— los miró y siguió caminando a la cocina.

 

Reí junto a ella y asentí.

 

—Nick, no sé si sea apropiado, Sean me explicó un poco la situación y espero no te moleste, pero ¿Cómo estás con todo esto?— me sonrió en un tono maternal tratando de darme mi espacio por si quería expresarme.

 

—Confundido. Totalmente. Siento miles de emociones a la vez.— la miré y me sonrió cálidamente.—Por un lado, estoy feliz de estar con Sean, no quiero sonar irrespetuoso pero, su hijo me vuelve loco, era la persona que daba calma en el huracán que llevaba de vida y ahora que el huracán ha terminado me siento raro.—hice una mueca.— No respecto a Sean, sino a mi padre, me siento culpable por dejar que todo esto pasara y no sé.—calmé mi voz o en poco tiempo sonaría rota.

 

—Respira, todo está bien ahora, vamos, sácalo si es de tu agrado.— me dijo, no me obligaba decir algo, pero sentía que estaba para escucharme.

 

—Le dije a Sean, yo a mi padre no le guardo rencor pero hay una espinita, cuando era pequeño, me sentía entre rosas -pétalos de rosas- era un niño que jugaba con mis padres cada domingo en el parque, en las tardes horneabamos galletas a pesar de que mamá y papá llegaran cansados, siempre me regalaban una sonrisa y ahora, después de esto, siento que viví sosteniendo las espinas de una rosa marchita, seguían lastimando mi mano pero me negaba a soltarla, yo...— se terminó de romper mi voz y rápidamente sentí un abrazo, igual de cálido que los brazos de Sean.

 

—Nick, lo que hizo tu padre no fue correcto y ambos lo sabemos, porque ninguna persona-ni si quiera tus padres- tienen derecho a lastimarte, no tienes la culpa por ello y fue muy valiente lo que hiciste, no pudiste llevar el tiempo correcto del duelo de tu madre pero aún así supiste como mantenerte en pie, no será fácil olvidar pero el hecho de que lo hayas perdonado, te hace demasido fuerte, los problemas no se van a ir si los hacemos a un lado o fijamos nuestra mirada en otro lado.— se detuvo para verme.

 

—Agradezco que tengas la confianza de decirme como te sientes, sabes que esta siempre va a ser tu casa y sí importa como te sientes, puedes hablar siempre con nosotros.— siguió abrazándome y me calmé.

 

—Gracias.— me detuve a verla, la madre de Sean tenía su misma vitalidad, su sonrisa pero con algunos signos más que denotaban que ya no eran tan joven pero aún así vivía el momento.— Ayer, no tuve manera de agradecerle y en serio, no me quedaré mucho aquí, ya que no quiero ser una carga y no me trate como invitado, sino como un igual, quiero ayudar en lo más que se pueda, ayer el de bienes y raíces me dijo que se vendió correctamente la casa, así que la mitad del dinero será mío por petición de mi padre.—expliqué.

 

—Apoyaré cualquiera sea tu decisión Nick, verás, veo algo en ti, sé que tienes un alma grande y no estás aprovechándote de nosotros, te conocemos hace un año y jamás fuiste, eres, ni mucho menos serás una carga.—sonreí y me devolvió el gesto, aclaré ni garganta y continué un poco nervioso.—Así que cuenta con nosotros.




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