Manipulación:snow

Capítulo 13- Meses

​—De todos modos, tú ya te encuentras feliz.

​Estoy sentada cerca del faro, el mismo lugar donde me encontré a Ker por primera vez. Donde sentí esa paz efímera que luego se consumió hasta convertirse en un desastre. Ya no es de noche, pero cada vez que necesito evocar esos recuerdos, regreso aquí. El sol es deslumbrante hoy, así que llevo ropa ligera para soportar el calor inusual.

​La casa a unos metros del faro luce más vieja bajo la luz del día. No había notado los detalles en la oscuridad, pero ahora que frecuento este sitio, empiezo a conocer sus grietas.

​Estoy perdida. Se supone que debería estar yendo a casa de Nany, pero sus instrucciones fueron un laberinto sin salida. Terminé aquí, cerca de la panadería, guiada por el instinto más que por la razón.

​Mi mente viaja a unos días atrás, cuando recibí la invitación...

​—Pensé que no te encontraría por aquí, pero al parecer te gusta estar entre estas flores —dijo Nany con su voz chillona, apareciendo de la nada en el jardín.

​—Sí, es muy relajante.

​—Pronto será mi cumpleaños. Quiero que vayas a mi casa para celebrarlo con unos amigos. —Me agarró la mano para levantarme—. Tus manos están sucias de tierra, ten una toallita. Bueno, como te decía: mi casa está cerca de los peatones del oeste, girando por la calle repleta de locales. Verás una farola, luego tomas el puesto de autos públicos y les das esta dirección. Toma.

​—No entendí nada de lo que acabas de decir —admití, tomando el papel.

​—Estarán la mayoría de los del grado superior y algunos de la clase ED.

​—¿Estará Ker?

​—¿Ker? —Su expresión se endureció—. No estará. No le hablo, y su novia Sonia tampoco es mi amiga.

​—No pongas esa cara. Solo preguntaba.

​—Ya me tengo que ir. ¡Adiós! —Salió corriendo y se metió en un auto que la esperaba.

Día del encuentro

​Me acerco a la casa vieja junto al faro. Salto el pequeño muro que crucé aquella noche con Ker. No hay nadie cerca. Al pisar la entrada, la madera podrida rechine bajo mis pies. Me detengo y observo a través de una ventana rota: dentro solo hay un espejo oscuro.

​Esta vez, la esfera no reacciona. Antes encendía sus luces o dibujaba cerezas en mi mente, pero ahora permanece inerte. Al igual que yo, parece estar cambiando.

Las puertas están cerradas y la oscuridad interior es absoluta, como si lo de adentro no existiera en este plano. Doy unos pasos atrás. Es la primera vez que veo la casa de día, así que camino hacia donde Ker observó la supuesta escena del crimen. Nunca pude preguntarle si fue real o una alucinación inducida por la esfera.

​—¡Snow! ¡Snow!

​La voz de Nany rompe el silencio.

Aparezco detrás del faro, confundida.

​—¿Qué ocurre?

​—¿Dónde estabas? Mi chófer te estuvo buscando por los alrededores y no te encontraba hasta que Lezec, un conocido, me dijo que te vio por aquí.

​Parpadeo, tratando de procesar la información. No comprendo cómo ese tal Lezec supo que estaba aquí; esta colina está alejada de la ciudad y de los locales. Tendría que haber caminado quince minutos cuesta arriba para verme.

​—Ahora tenemos que ir juntas a mi fiesta. —Me toma de la mano—. Estoy feliz, pero también triste porque no querías venir. ¿Te estoy obligando?

​—No... me perdí.

​Siento vergüenza al admitirlo, pero ella estalla en carcajadas. Parece que he contado el chiste del siglo; se sujeta el estómago, riendo hasta que le duele.

​El departamento de Nany es enorme y lujoso, muy lejos de mi barrio. Ahora entiendo por qué necesitaba un auto privado para llegar.

​—Que comience la fiesta, aquí está la cumpleañera —anuncio sigilosamente, intercambiando esa mirada traviesa que ya conocemos tan bien.

​La celebración me resulta extrañamente divertida. Disfruto de las luces parpadeantes. Hoy Nany deja de tener 13 años y cumple 14 oficialmente. El tiempo corre demasiado rápido.

​Halloween se acerca. Quisiera ir al cementerio a visitar a mi madre, pero nunca lo he hecho. No tengo la fuerza. Nany insiste en que la acompañe a su casa para disfrutar del día. No es una fecha que yo suela celebrar, pero ella quiere hacerlo por los videos populares de internet. Llego por segunda vez a su departamento. Hay un desorden inusual; recuerdo que me dijo que vive sola a veces, cuando sus padres viajan o regresan a su verdadero hogar en Francia.

​Nany siempre dice que Francia es su hogar por nacimiento, aunque vivió doce años en España, siempre en colegios franceses.

​Me invita a tomar asiento y obedezco como un perro amaestrado. Si alguien me llamara así en voz alta, me molestaría, pero la comparación en mi mente es inevitable.

​—Te haré un maquillaje que te hará lucir como un personaje de Monster High.

​—¿No podrías...? —intento protestar, pero me calla y me recuesta en un lavabo portátil.

​—Relájate, al menos por hoy.

​Comienza el masaje. Sus manos delgadas y suaves son expertas. Lava mi cuero cabelludo en círculos y líneas, y estoy a punto de quedarme dormida. Me enjuaga, seca el cabello y luego saca la plancha.

​—Tu cabello ha crecido —dice, entregándome unas tijeras.

​—Quiero que lo cortes. Déjalo como antes, no me gusta así. Se enreda demasiado.

​—Un último aliento para ti... —susurra, tomando las tijeras—. Solía pertenecer a una familia millonaria, pero por un error de mi madre nos fuimos a la bancarrota. Después mi padre recuperó sus bienes. Mi madre decía que cortarse el cabello hacía que su ansiedad se desvaneciera, aunque...

​Se detiene. Me pide que me siente frente al espejo. Veo sus ojos llenos de lágrimas. Siento una gota caer en mi espalda descubierta.

​—Lo siento... Lo que no quiero es que tú sufras lo que mi madre sufrió. Es muy duro de ver. —Suelta un suspiro tembloroso.

​—Solo espero que lo que cayó en mi hombro haya sido una lágrima y no algo que salió de tu nariz.



#393 en Thriller
#173 en Misterio
#942 en Fantasía
#166 en Magia

En el texto hay: amor celos, reecarnacion, poder prohibido

Editado: 15.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.