16 de Julio 2013
El anhelo a algo mejor movía cada cimiento de mi voluntad cada mañana
Sola...
Eso es lo único que quise, tal vez.
Aquellos gritos rondaban por mi cabeza mientras quería levantarme y olvidar todo lo que paso por esta noche, como siempre todo duele, arde y pica demasiado es poco soportable..
Pero no podía desmayarme.
El frío acechaba mi piel mientras que lo que me rodeaba era mi sangre, mi propia sangre, las piernas las tenía doloridas, no era capaz de moverlas ni un poco, ya no más.
Le odio
Los gritos, los gritos de mis hermanos me aterran y apuran a que me levantará, pero aun así no podía, no lo lograba, la fuerza que había estado guardando a huido a esconderse de mí.
— Mamá no respira ¿Qué pasa?
Quería ayudarla, a pesar de todo, tenía que salvar al demonio que me lástima, era la madre de mis hermanos menores, mi progenitora lamentablemente.
— Am... Am... ayudamos por favor — un quejido salió de mis labios cuando sus pequeñas manos rodeaban mi brazo derecho, miro de reojo a este quien tiene marcas rojas muy marcadas en todo el largo — Hermana, por favor... — su ruego de Hanna me lastima, quería responderle, pero sólo salían débiles quejidos de dolor, ni yo misma sabía que quería decir — Manita, ayúdanos, no quiero que muera —no podía abrir los ojos, estaban pesados, sus sollozos eran desesperados y con angustia, cinco añitos, donde perdería a su madre, donde estarían solas.
Dónde estaríamos solas.
Ellas no tienen la culpa
Ellas no
Las drogas
El alcohol
La decepción
Todas esas cosas tienen la culpa de todo
— Llama al tío… Vamos Hanna — susurré mientras abría levemente mis ojos tras el recordatorio constante de odio y sólo logré ver sus piecitos chiquitos — ¡Hazlo ya Hanna! — grito entre dientes molesta, no por ella, sino conmigo misma. No podía ayudarla, no podía.
Escuché los leves sollozos de mis otros hermanos.
Negro, todo se tornaba de aquel color tan oscuro, el dolor se dejaba de sentir poco el dolor que aquella mujer me proporcionó hace 1 hora en mi piel, en mi cuerpo. En algo que ya dejaba de sentir poco a poco
Y lo último que llegó a ver, es aquel papel envuelto a medio quemar cerca de ella.
Elegiste eso, elegiste matarte sola.
#22131 en Novela romántica
#3801 en Chick lit
recuerdos soledad y reencuentros, romance drama, jefe secretaria amor
Editado: 25.01.2023