Mantra

The Glassdrop watchers

Ann miró con desprecio el local, era aquella típica construcción americana de las plazas cuadradas que existen en los suburbios viejos. La fachada se apreciaba sucia, roída, con ventanas cubiertas con periódicos. De la cornisa surgía una canaleta que desechaba toda el agua de las lluvias pasadas hacia la calle, cayendo directamente sobre la acera frente a la entrada.

Lo más vivo en todo esta plaza era el restaurante chino que tenía un auto estacionado, probablemente de los dueños del restaurante. En cambio, en la editorial no había ninguno.

Google no mentía, luego de revisar en su teléfono, confirmo que la dirección era la correcta, incluso las imágenes, que parecían haber sido tomadas el siglo pasaban concordaban con la apariencia deteriorada actual que Ann estaba viendo.

—Este es el destino de las revistas impresas. Morir en el olvido. —dijo Ann en voz baja,

Se acerco a la puerta para tratar de echar un vistazo adentro, pero estaba cubierto por un cartón promocional antiguo con algunos títulos de revista que había escuchado con anterioridad, sin embargo, había uno que realmente le llamaba la atención: The Glassdrop Watchers.

Enteramente segura de que este era el lugar correcto, toco en la puerta con su puño. Pudo escuchar el eco dentro del lugar, pero luego de unos instantes la respuesta fue nula. Convenientemente el golpee había revelado que la puerta no estaba cerrada, la fuerza la había movido hacia afuera.

Ann tomó esa señal como una luz verde para adentrarse a las entrañas de este local. Una vez dentro quedo sorprendida de que el interior claramente no era como el exterior, este estaba sumamente limpio y ordenado.

A su mano izquierda instantánea había varios libreros repletos de revistas en perfectas condiciones colocadas una al lado de la otra. Tras echar una ojeada se pudo dar cuenta que eran números secuenciales de una misma revista. En el costado de los estantes pudo notar las siguientes leyendas:

CreepSpectacle 1982 – 1988 Vol. 1 – 84

UF-(N)O(T) 1985 – 1990 Vol. 1 – 60

Undernocturnal 1992 – 1993 Vol. 1-12

Quien diría que una editorial podría publicar tantas revistas paranormales. —Pensó en voz alta.

Tras dar unos pasos hacia adelante encontró el librero designado a la revista que odiaba con todo su ser. Estaba marcada como GWS complete run Vol. 1 – 84.

Camino de forma furtiva entre los tomos deslizando su dedo por los lomos de las revistas hasta detenerse en el número #124, auto titulado “An American Haunting” nombre homónimo que le pusieron al relato sobre su casa y su madre.

Tomó en sus manos la revista y quedo impresionada de ver la calidad en la que había sido conservada, incluso su copia personal de esa porquería estaba en peor estado, probablemente estas van directamente de la prensa hacia el estante. Hojeo hasta llegar al relato de su casa.

Sus ojos viajaban con gran rapidez, pero se quedaban fijos en palabras como: Malditos, posesión, demonios, voces, rituales. Claramente era una ficción barata.

Fue desconcentrada por un ruido detrás de ella, que la puso de nervios, se volteo con rapidez y se encontró a un hombre adulto, de gafas redondas, cabello gris recogido en una cola de caballo desalineada y barba de chivo. Su ropa también iba a juego con su imagen de boomer, una playera que decía believe, shorts cargo y unas vans sin agujetas.

—Ese fue nuestro número más vendido durante todo el tiraje de la revista. —Ann frunció el ceño, apretó el puño con el que sostenía la revista dejando marcas en las portadas. El hombre casi se sintió arrepentido de haberle sobresaltado. —¿En qué puedo ayudarte?

Ann tomó la revista y señalo el nombre del autor del artículo. —Estoy buscando a A.J Corvin, tengo unas preguntas.

El hombre señalo con su brazo unas sillas que estaban al fondo cerca de los escritorios donde se estaba procesando un video. Ann quedo sorprendida al ver el equipo con el que trabajaban, todo se veía bastante caro y nuevo…—Asumí que la editorial estaría cerrada, y que no habría nadie aquí.

—Todo lo contrario, bueno, tuvimos suerte de que al cerrar la editorial un estudio independiente de podcast se interesó en nuestro contenido, y ahora tenemos un contrato para producir varios shows en formato de video y audio, entre ellos “The Glassdrop Watchers”.

—Justo de eso quiero hablar. Tengo unas preguntas sobre la historia de “An American Haunting”

El hombre rápidamente vio la revista con una foto furtiva que habían tomado de la pequeña Ann, y se dio cuenta del parentesco con la mujer que tenía al frente.

—Annie Howard…—Su sonrisa rápidamente se desvaneció y se sintió enteramente apenado. —A.J. ya no trabaja aquí, me temo que nadie sabe dónde está, luego del cierre de la editorial decidió seguir por su cuenta, pero…tal vez yo pueda responder algunas de tus preguntas…mi nombre es Richard Bass, fotógrafo y editor de imagen.

Ann hablo con un tono molesto. —Dijeron que mi madre estaba poseída, que estábamos malditas, que hacían rituales en mi perra casa. —Ann quería decirle todo el dolor que le causo cuando era tan solo una niña, todo el rechazo que tuvo que vivir en la escuela, pero tenía que mantenerse serena. —¿Qué es lo que los llevó a publicar este tipo de basura, y decir que estaba poseída?



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En el texto hay: crimen, monstruos, horror

Editado: 13.10.2025

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