Mantra

Archivo corrupto

Tenía instrucciones claras. Sobre la mesa del comedor de su casa reposaba la laptop con una barra de carga que lentamente se deslizaba desde la extrema izquierda hacia la derecha, una vez llegara a su fin el archivo estaría recuperado, o al menos esa fue la teoría que Richard le dijo.

Ann miraba expectante la computadora desde el sillón de la sala, mordía sus uñas sin saber realmente que es lo que sucedería. Conseguir este video había sido riesgoso, esperaba que la recompensa fuese igual de grande.

El único consejo que le dio Richard respecto a la recuperación del archivo es que fuese paciente, el tiempo que aparecía en la barra de carga a menudo no representaba el progreso real o el tiempo que tardaría en finalizar. Llevaba 1 hora diciendo que faltaban 5 horas, sin embargo, la barra verde y la lectura de archivos eran algunos de los indicadores de que el proceso seguía activo.

Ann odiaba tener que esperar, la paciencia no era una de sus virtudes. Luego de que volviera al apartamento no había hecho más que intentar resolver esta inquietud lo más rápido posible. Había comenzado a perder la cabeza, porque toda lógica y razón habían sido abandonadas al otro lado de la puerta.

Su cabeza daba vueltas en dos temas, Allison y su madre. Tarde o temprano se mezclaban. ¿Dónde está Allison? ¿Estará bien? ¿Qué quiso decir su madre cuando dijo que Allison estaba con ella?

La pesadilla se repetía una vez y otra vez, tenía que ocupar sus pensamientos en lo primero que llegase a su mente para tratar de desviar el tema. Tenía miedo de lo que lo mucho que deseaba fumar un cigarrillo en este momento, sus manos le temblaban, extrañaba el calor en su pecho, aquella asfixia de la primera vez, y en ese momento se encontró pensando en la colina silenciosa, en aquella caja de recuerdos con unos cigarrillos viejos, aquellos Marlboro rojos que escondió junto con…Elliot…ese inútil…bueno para nada…engreído…desalineado…imbécil…

Se cruzo de brazos y rodeo al fantasma de Elliot con los ojos. Inclusive estando separados ese inútil seguía habitando su cabeza. La imagen de El’ respirando agitadamente, a unos cuantos centímetros de ella, momentos después de haberse infiltrado en el cuarto de seguridad. Aquel momento que compartieron afuera de su departamento donde pudo sentir su aliento intoxicante

Se sintió avergonzada cuando noto que estaba mordiéndose el labio. Elliot Colt, la tenía actuando como una adolescente. Sus mejillas se sonrojaron. —Carajo.

Sacudió la cabeza con fuerza con la esperanza de que la idea fuese borrada de su mente. Todo lo opuesto ocurrió, parecía que había invocado al mismísimo diablo. Su teléfono vibraba indicando una llamada entrante.

Ann lo miro de reojo. El identificador de llamadas indicaba que era un numero desconocido.

Sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

Contra su voluntad y con el corazón latiendo con fuerza se encontró a si misma deslizando el dedo índice para contestar y procedió a activar el altavoz.

En la llamada podía escucharse una respiración profunda y enferma. Ann se puso de nervios, casi podía sentir la respiración en su nuca. Los vellos de sus brazos se erizaron.

—Annie, no lo abras… —expreso la voz del teléfono.

La respiración pesada continuaba y ahora se mezclaba con la de Ann. —No tienes que buscar más…Allison está aquí conmigo.

Algo verde en el monitor llamó la atención de Ann, aquella barra que había estado estancada las últimas horas, comenzó a avanzar a gran velocidad. La computadora aumento la velocidad de sus abanicos como si se tratase de un automóvil arrancando.

Sudor cayo por la frente de Ann quien continuaba paralizada sin poder decir una sola palabra. Como es que sabia que tenia el video. Observo a su alrededor y el apartamento estaba vacío. Vio a todos lados excepto detrás de ella.

En algún rincón oscuro de aquel departamento el espectro de su madre reptaba por las paredes, asechándola, esperando el momento justo para abalanzarse encima de ella.

Con la voz llena de miedo Ann apenas pudo murmurar las palabras. —¿Mamá?

Un ruido estático fue emitido por el teléfono, y en la pantalla de la computadora un fotograma fugaz se mostro ante Ann: su madre, parada en aquel vacío pasillo, con aquel aspecto descuidado, viendo con su mirada moribunda directo al ojo del a cámara.

La llamada se corto abruptamente emitiendo aquel sonido característico de iPhone, casi a la par la barra de progreso llego al 100% emitiendo un sonido y mostrando el siguiente mensaje.

“Archivo recuperado”

El silencio envolvió al apartamento, y Ann deseo no estar sola.



#187 en Terror
#252 en Paranormal

En el texto hay: crimen, monstruos, horror

Editado: 13.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.