Capítulo XVI

Los dos hermanos se miraron mutuamente. Bong-Cha trataba de ocultar su miedo a lo que podrían decirle.

—Síganos —le indicó la chica.

Los tres entraron en un bar tranquilo y con pocas personas. Se sentaron en una mesa de la esquina apartada de las demás, donde pudiera hablar agusto sin mucho ruido y sin que los escucharan.

—Quiere saber sobre el naufragio, ¿cierto? —preguntó el chico.

—Si, cada cosa que haya pasado —afirmó Bong-Cha.

-Está bien. Mi nombre es Bitgaram y ella es mi hermana Iseul, éramos parte de la tripulación de la Concha Negra, la nave de la Capitana Hisako -empezó el chico -Todo comenzó cuando viajábamos de Riverstone a Frostwake. Tomamos la ruta que usábamos menos, eso para evitar a la Marina, que había estado muy al pendiente de nosotros antes de esa noche. Cuando estábamos a unos kilómetros de Bronzeshore, la Marina nos emboscó, aparte de la tormenta que estaba haciendo mucho más difícil el camino. Tres barcos nos atacaron con todo. El almirante dijo que, si nos rendíamos y nos entregábamos a ellos, no nos matarían. Pero la Capitana fue persistente y no se dio por vencida. Peleó con toda su alma por ella, por la nave y por nosotros. Desafortunadamente no fue suficiente, el barco fue casi totalmente destruido, también por la tormenta. Muchos cayeron al agua, entre ellos la Capitana. Un compañero avisó de esto y yo no dude un momento en ir por ella. La subí a una tabla de madera y traté de llevarla lo más lejos posible para que la Marina no acabara con ella. La corriente me separo y no supe que más pasó con ella, pero estaba seguro de que regresaría algún día. Los que logramos escapar, nos dividimos y viajamos a diferentes lugares. Otros fueron capturados. Intentamos organizarnos para sacarlos de prisión, pero fue peor, arrestaron a más de nosotros y somos pocos los que hemos podido sobrevivir sin ser encontrados aún, la Marina nos sigue buscando día y noche.

—¿Dónde se esconden los otros? —preguntó Bong-Cha.

—No estoy seguro. Lo último que supe fue que algunos estaban en Stepshell, otros en Lovenes Rike, y los más buscados huyeron a Riverstone. Mi hermana y yo nacimos aquí, así que fue a donde vinimos. Tenemos la ventaja de que la Marina no tiene control en las Islas del Cielo —respondió Bitgaram.

—¿Qué hacían en Riverstone antes del ataque?

—Fuimos a hacer un intercambio entre la Capitana y el Sindicato de Asesinos. Ella no solía meterse demasiado en esa área, pero el pago era bueno y la misión no tan difícil. Todo había salido bien hasta que la Marina nos emboscó —esta vez habló la chica.

—¿Y a que iban a Frostwake?

—Cada vez que hacíamos algún trabajo peligroso teníamos que irnos a una isla o ciudad independiente para minimizar las posibilidades de ser descubiertos. Esa vez, la Capitana ordenó que fuéramos a Frostwake, ya que era una temporada muy fría donde hay pocos visitantes —explicó Iseul.

Bong-Cha se quedó un momento en silencio con las manos en la cabeza y cerró los ojos. Varias imágenes pasaron rápido por su cabeza, una tras otra.

...

—¿A dónde vamos esta vez, Capitana? La Marina está más activa que nunca.

—Frostwake, no irán ahí con el clima en esta época. Podremos librarnos de ellos, pero no podemos quedarnos mucho tiempo.

...

—¡Capitana, es una emboscada! ¡Nos atacan!

—Cañones listos, posición de ataque, maten si es necesario!

—Son muchos, no podremos contra ellos.

—Entonces moriremos como guerreros.

...

—Capitana Hisako, ríndase ahora y salve a si tripulación de la muerte, ¿o acaso quiere ver como caen uno a uno estos criminales?

—¡Pelearemos, aunque tengamos que morir por ello, Hisako! No te rindas.

—¡Como líder de estar embarcación, digo que hemos de morir si es nuestro destino, pero nunca nos mostraremos cobardes ante ustedes!

...

—¡Hisako!

—¿Capitana, está herida?

—Estoy bien... Bitgaram... ¿Y tu hermana?

—Ella está a salvo, pero debo alejarla a usted de todo esto.

—Si he de morir... moriré junto a mi gente...

—Usted no morirá aquí, la quieren con vida para ejecutarla. Y no permitiré eso.

—Bitgaram...

—Siempre le seremos fieles a usted.

—La Concha Negra... la nave de mi padre...

—Volveremos a levantarnos y la Concha Negra lo hará con nosotros.

...

—Creo que esto podría interesarle bastante, Capitana.

—No suelo relacionarme con el Sindicato, trabajo por mi cuenta.

—Lo sé, pero sé que no rechazará mi oferta, puedo ofrecerle un buen pago a cambio de un favor muy importante, y que seguramente no será un gran lío para usted.

...

—Le dije que no sería un problema.

—Quiero el pago.

—Claro, aquí lo tiene. Espero que quiera volver a hacer negocios con nosotros.

—Podría pensarlo, pero por ahora el trato concluyó. Nos volveremos a ver en otra ocasión.

—Consíderelo, por favor.

—Lo tendré en mente. Cayden, hora de zarpar.

...

Bong-Cha abrió los ojos de golpe. Todo eran tan confuso, ¿podrían ser recuerdos? El ataque de la Marina, el naufragio, Cayden, Bitgaram salvándola, las escenas de la tormenta, todo estaba relacionado y, sin embargo, su mente no podía terminar de comprenderlo.

—Sé que es muy difícil ahora que no puede recordar bien —dijo Iseul —Le estamos diciendo la verdad que usted quería saber. Somos sinceros, solo queremos ayudar. La mayoría de nosotros están en prisión, ni siquiera sabemos si todos siguen vivos. Y los que fallecieron, los honramos todos los días por su lealtad y valentía. Necesitamos que vuelva, Capitana, por favor. Solo usted puede ayudarnos, es nuestra líder, siempre estaremos con usted.