'Anestesia'
Anders.
Hemos pasado de ser los malos a los buenos en menos de un año; al menos los buenos en referencia a nuestro trabajo, antes matábamos animales y secuestrábamos hadas para que nos diesen dinero y ahora nos dirigimos a rescatar a un campamento indígena en la Selva Balzanne dónde están siendo esclavizados por partidos de la derecha fascista. Iremos disfrazados, con otra cara y otras vestimentas para rescatar a los indígenas de la selva.
La derecha fascista en política de este país es bastante extremista: sus ideales no permiten la entrada de inmigrantes ilegales de ninguna índole a Guiena, aún a sabiendas que es casi imposible conseguir los papeles guiéneses desde fuera. También se puede leer en su programa electoral en contra de derechos básicos como el matrimonio entre personas del mismo sexo o el sueldo igualitario.
Nos interesa —a parte de su libertad, claro— un amuleto que entregan a quiénes se lo merecen, una especie de piedra unida con una esmeralda la cuál, fabrican ellos mismos y al ser pura, es de gran valor en el mercado de los navegadores. Eso es lo que nos pide exactamente la Unión Oceánica. <<Las misiones eran fáciles>> Ya, claro. Pero por todo el dinero que pagan a cambio de esa piedra yo creo que vendo hasta mi alma.
Valerio Krakof me comentó sobre ello hace un tiempo; me contó que había una tribu en la Balzanne, la cuál, fabricaban joyas preciadas en el mercado. Me propuso la idea de que, cómo eran amistosos, pasar unos días con ellos para que nos regalasen algunas y fotocopiarlas, sin embargo, la idea no salió adelante.
Fue entonces cuando me informó que se estaba haciendo un reportaje sobre dicha tribu, poco tiempo después desaparecieron y fue cuando se dudó sobre la integridad de LIX. Los rumores sobre que ellos tenían que ver fueron desmentidos cuándo apareció uno de ellos en perfectas condiciones, pero siempre quedó la duda.
Esta misión no ha llegado a las grandes organizaciones por obvios motivos, los fascistas tienen un problema serio en la cabeza, son capaces de mandarnos a matar a todos y les daría igual si la difundimos o no, sólo querrían vengarse de las pequeñas organizaciones.
—Se hallan en un campamento al suroeste de la isla. —informo a mis tripulantes, los cuáles alzan las cabezas de sus quehaceres en la borda prestándome atención. —Así que dejaremos el barco en el este.
—¿Quiénes se hallan allí? —pregunta Faraday.
—Son los miembros del partido L.I.X. quiénes tienen dominado el campamento, —comento la información que me ha proporcionado Valerio Krakof. —la policía marítima será avisada a los diez minutos desde que lleguemos y nada más debemos liberar a los esclavos del campamento. —saco el mapa de mi espalda, enseñando la zona dónde se encuentra el lugar. Lo pongo sobre una mesa en la borda y los tripulantes se acercan. —Aquí —indico con una chincheta— se halla el campamento. En esta zona, —rodeo con el rotulador negro en el mapa— cubren la zona con una enorme valla, la cuál, rodea todo. La entrada está por aquí, entraremos disfrazados como parte de los que quieren unirse a la esclavización.
<<Bajan conmigo James, Monterrey, Minfley, Salvatore, Woods y las dos hechiceras de las que disponemos. No se sabe con que pueden saltar los políticos. Vamos a entrar, dos de nosotros iremos a firmar el contrato y el plan es matarlos y abrir la puerta.
—¿Sin rehénes? —cuestiona Faraday.
—Sin rehenes. —contesto asintiendo con la cabeza. —Hay que hacerlo en silencio.
—¿No hay guardias?
—No. —repongo. —Simplemente están los distribuidores y algunos enfermeros.
En diez minutos aproximadamente, el barco arriba a la isla donde diviso el campamento a un lado: en la costa oeste se encuentra el lugar lleno de casas y vallado por todo su alrededor, una colina alta separa dicha costa de la este.
—Atraque, Monterrey. —indico a Craber el cuál asiente.
—Sí, mi capitán.
El barco queda sobre la orilla y los indicados bajan del barco tocando la arena de la costa. Ahora mismo, me encuentro enfundado en una larga gabardina negra, con lentes de color y una peluca pelirroja. Me han tapado los lunares de la cara y no hay ni rastro de barba, ahora mismo, no parezco Anders Hemsworth, sino que soy Thamson Dolliet, un interesado en afiliarse a la esclavización.
—Cuidado con las armas, —musito. —si nos pillan, podemos tener un problema.
Avanzamos por el lugar mientras que Veneno se cubre con una montaña. Subimos la colina observando el campamento a unos doscientos metros de nosotros.
—Ahí está. —murmura Angus Salvatore.
—Debemos entrar por la puerta principal. —ordeno. —Haceros los racistas, ahora somos infiltrados a los que les interesa la esclavización.
—Yo me quedo aquí, cubriendo las espaldas. —dice Aldous sacando el francotirador de la funda de armas que porta en la espalda.
Asiento antes de encaminarme hacia el lugar.
Continuamos andando por la colina, nos colocamos detrás de una valla a la esquina de la entrada y a varios metros de la entrada, reconozco la poquedad de gente dónde reconozco a Alex Monrovell, el político principal de LIX. Reconozco también algunos de sus escaños cómo Charles Pubeira, Gregory Manrique o Amelia Walters.
Están entre unas camionetas y hago señas a la tripulación para ponernos en la puerta.
Nos colocamos delante de la puerta disimuladamente, cómo si estuviésemos esperando a que llegasen y segundos después, aparecen los políticos que nos saludan.
—Buenos días, —habla Amelia Walters. —¿en qué podemos ayudarles?
—Somos la organización PUB; deseamos afiliarnos a su campamento. —habla Craber poniéndose cómo el líder frente a todos. —Soy Marcos Illnoi, un gusto.
—Mucho gusto, señor Illnoi, pero desearía saber quién les ha informado sobre el campamento. —dice Pubeira.