Mar de Ladrones ✓ [1]

CAPÍTULO 2

 'La oferta'

Anders.

—¿De qué estás hablando, Anders? —pregunta mi madre, sorprendida ante mi decisión.

—Lo qué has oído, Tennia. —Es una de las pocas veces qué he llamado a mi madre por su nombre. —Quiero qué Dakota se vaya de esta casa. 

Sinceramente, espero qué mi madre deje de defender a Dakota y me apoye, pero no la veo muy por la labor. 

—No puedes hacer eso, Anders. —se defiende mi hermana.

—Claro qué puedo. —me duele lo qué estoy apunto de decir, pero es necesario. —El qué paga está casa soy yo.

No hay cosa qué más me pueda doler en el mundo qué tener qué decir qué yo las mantengo, o sacarlo en cara. Mi madre lo ha hecho casi toda la vida, ahora me toca a mí, pero, sin embargo, es como una terapia de choque y por eso debo hacerlo. Estoy casi seguro de qué se irá a casa de Sohnya, con lo cual no estará tan mal.

—Es tu hermana pequeña, Hemsworth. No le puedes hacer esto.

Doy una espiración profunda, armándome de valor para contestar con firmeza.

—La avisé muchas veces. —me preparo mentalmente para lo qué voy a decir y qué no se parta mi alma en el intento. —Y sí tú la apoyas tanto, Tennia, vete tú también. Me he cansado de qué le cubras todo, ¡joder! —mi madre abre la boca al oírme. —Es lo qué hay, o me apoyas, o te vas. ¡No podemos estar cubriendo todo lo qué hace siempre!

El silencio vuelve a hacerse mientras cierro la maleta y busco las tarjetas de crédito, las cuales, también se acabaron.

—Me voy con ella. 

Mi alma se parte en millones de pedacitos al oír qué mi madre es capaz de irse con Dakota sólo por no asumir la verdad. Si no está bien lo qué ha hecho. Aún dado la vuelta, parpadeo varias veces tomando valor de nuevo para responder.

—Bien. Mañana a la mañana os quiero a las dos fuera de esta casa. 

Indignado, bajo las escaleras y cuando estoy apunto de salir, el sonido del teléfono fijo me detiene. Ando hasta él quitándole para llevármelo a la oreja. 

—¿Sí? —contesto.

—¡Anders! —reconozco la voz del idiota de mi jefe, Saller. —¿Estás disponible para mañana a la mañana?

Joder, ¿qué querrá ahora?

—Si, si. ¿A qué hora voy? 

—Estate a las 11 aquí. Tengo una oferta muy interesante para tí. 

—Vale, vale. 

Cuelgo el teléfono para girarme y ver a mi madre abrazada arriba de las escaleras con Dakota. Resoplo y salgo de casa con un portazo. 

⟳⟳

—¡Y para adentro! —gritan finalmente, haciendo qué al mismo tiempo llevemos la jarra de grog hasta nuestra boca y beberla toda de un trago.

El sabor de plátano refresca mi garganta, dejando un sabor a cerveza al final el cuál me hace degustar una maravilla.

—¡Qué maravilla este puto grog! —digo alzando la jarra vacía y dejándola del otro lado de la barra. 

Los demás degustan también la refrescante bebida, dejando las jarras en la mesa.

—Oye, Hems. —pregunta Crab con las sílabas bailando en su boca. —¿Qué ha pasado con Dakota?

Bebo un poco del grog recién servido por Avors antes de contestar.

—Nada nuevo. Mi madre defendiendo a Dakota a muerte, —suelto un ligero eructo— y ella lo admitió, pero dice qué le adora y la trata muuuuuuuuuy bien. 

—Hum… suena extraño. —añade Avors. —Ten cuidado, algo esta planeando Diphron. 

—Lo sé, lo sé. —respondo yo cuando me da por mirar la hora. —¡Ostia, las 04:00! Joder, joder, mañana tengo qué ir donde Saller, quiere hablar conmigo, me voy a dormir. —me levanto rápidamente y cojo mi chaqueta. —¡Adiós!

Oigo varias risas, mezcladas con varios ¡adiós! de voces qué arrastran letras. He bebido, sí, pero puedo valerme por mí mismo. Las cosas se difuminan lentamente pero ando perfectamente. 

Ando hasta llegar a casa, subo las escaleras —las cuáles me cuesta subir—, donde abro con una ligera dificultad. Enciendo la luz y está todo en silencio. Subo las escaleras, y reviso las habitaciones y están vacías. Bueno, ya se han ido.

Me duele hacerlo pero sé qué era la única opción. 

Con lentitud, me muevo hasta mi cuarto para tirarme en la cama y quedarme dormido.

 

⟳⟳


Ando hasta entrar al lugar donde trabaja Saller. Entro para pasar por delante de su secretaria, a la cual saludo con un simple gesto de cabeza. Subo las escaleras dispuesto a entrar a la oficina de Saller, y toco la puerta ya qué llego cinco minutos antes. 

Esta sentado en la silla de su oficina, con un cigarro en la mano.

—¡Hombre, Hemsworth! —se levanta para palmearme el hombro con el cigarro en la boca. 

—Hola, Saller… —murmuro observando la oficina. Tiene una mesa marrón en el medio con una silla de color amarillo ocre. —¿Cómo estas?

—Bueno, aquí… tirando. 

Se sienta de nuevo en su silla removiendo unos papeles, entregándome un contrato de… algo qué no quiero mirar.

—Esto es lo qué quería hablar contigo.  

Bajo la mirada al papel, donde veo el título del contrato y se me hace increíble. 

Contrato de alta mar
 


Comienza el 26 de septiembre de 1880.

La Nueva Orden, La Nueva Jurisdicción, y Unión Oceánica ofrecen más de 20 misiones, pagadas a dos millones la misión. 

Misiones:

01. Conseguir una gallina en Moller's Cuncaereve. 
02. Conseguir la calavera del esqueleto rey en Muerderers Cove. 
03. Conseguir el polvo de hada al romper la maldición de Sunken Grove.

Y así, casi 25 misiones, de las cuales, sólo esas tres se ven claras, las demás, están emborronadas pero se irán limpiando según completemos la anterior, y a cálculo, saldrán más de 50 millones de paga. Luego, el hueco para las firmas de mi tripulación.




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