Aviso: Este capítulo puede resultar... un tanto violento.
'K.O técnico'
Tercera persona.
27 de diciembre.
La tripulación ya estaba montada en el barco, completamente reparado gracias a Elvin Wassel, el dueño del taller de reparaciones Mar Abierto y su franquicia entera. A pesar de parecer un desarrapado, tenía más dinero que toda Guiena unidos.
Dalina se sentía un tanto mareada, la pastilla siempre le habia hecho ese efecto pero hoy lo notaba más que nunca.
El capitán, sin embargo, ya se sentía tranquilo al saber que no tendría heredero y la pastilla haría efecto. También sabía que misión tocaba, una complicada, por lo visto: recuperar la calavera del capitán Jack Smarrow.
El esqueleto y su tripulación son mundialmente conocidos por varais razones: sus sanguinolentas batallas hace más de cien años, pero sobretodo, la batalla final contra un clan de brujas, que los condenaron a vagar por la isla donde habitan, sin remedio alguno.
Jack Smarrow y su tripulación eran (y son) una leyenda urbana, sin embargo, ir a 'matar' a su jefe, o más bien, robar su calavera, nunca sería algo fácil, ya que hay que destrozar su tripulación de más de veinte. Anders y la tripulación de Veneno perdían por clara minoría.
Otra leyenda urbana, bastante conocida y además, bastante más reciente, es la de la capitana Hermione Duponte.
Una mujer a la que le arrebataron a su hermano, a sus padres, pero aún así formó su propia tripulación, pero meterse donde no debía fue lo que la llevo a algo: su hermano, que no había muerto, sino que había sido apartado de su lado, sufriría el mismo destino que ella.
Morir de la peor forma posible, sufriendo hasta el último momento. Pero, recordemos que una maldición así es anulable a cambio de algo que pueda ser de interés, como otras almas.
También, por la agitada cabeza del capitán Anders, pasa el pensamiento de que ayer a la noche, antes de irse de las oficinas de La Nueva Orden, oyó al esqueleto director hablar de algo, cuanto menos curioso.
<<¿Yo que culpa tengo que hayan sobrevivido a eso también? ¡Arréglate tú con esa mujer, yo no tengo nada que ver! ¿Que hago, los mato uno a uno?
El capitán ya siente un dolor en la cabeza y la agita, evitando todos estos pensamientos. Sabía que eran las 16 y si salian ya, en menos de una hora, estarán en la isla de Jack Smarrow.
A unos metros, observándolos muy de cerca, el capitán Jason Diphron planea el golpe.
—¿Estáis listos? —pregunta Diphron a su tripulación.
Hoy han entregado los bienes que han ganado en el último tiempo, y están completamente listos. Sí, podía parecer un farol más no es así. El ataque es real, Jason lleva mucho tiempo detrás de Anders y ahora lo tiene en el punto de mira.
—Sí, mi capitán.
—Vamos con toda. —contesta cuando su tripulación dice que están listos para el ataque. —Despacito, cargando los cañones, con cuidado y cargando las armas. Están que salen.
No es el mejor día precisamente para un ataque así. Jason esta seguro de que ya van a por esa misión, además, robará la calavera y ganará el doble, la muerte de Anders, y la calavera de Jack Smarrow.
Las nubes grises acechan el día, parece que habrá una tormenta atlántica, dándole más enfásis épico a lo que se avecina.
Metros más allá, Anders da el número de cuenta del seguro y la factura es realizada y sube a Veneno, dispuesto a salir ya hacia la isla de Smarrow.
Entra al barco y coloca el mapa frente al timón, hay que ir todo recto y luego girar hacia al oeste, no tardarán más de una hora, igual ni eso.
Se despiden de Wassel y salen de la cueva en dirección a la isla.
Jason observa como el barco llamado 'Veneno' sale de la cueva y se dirige hacia el norte.
—¡Ey, ey, ey! —grita, llamando a sus tripulantes. —¡Ya han salido, vamos!
Sacan la vela y elevan anclas, dispuestos a perseguir al capitán y su tripulación.
A pesar de la rara y notoria sensación que recorre el cuello de Anders Hemsworth en forma de escalofríos, decide seguir y dirigirse hacia la isla de Smarrow, dispuesto a conseguir esa calavera.
El mar esta un poco revoltoso, las olas merodean un tanto molestas, acompasadas con el viento, que en parte ayuda y a la vez no.
El pelo de Anders, color carbón, se mueve gracias a los fuertes aires que agitan su barco, sus orbes verdes merodean por toda la zona, revisando que no haya nadie.
Su subconsciente no le deja en paz; mira detrás suya, ve algun que otro barco de bandera verde y uno de bandera azul, más están muy alejados y apenas se les ve. Eso lo calma, relativamente.
No es más de media hora, paseando por el mar, que aunque está un poco agitado logran llegar a la isla de Smarrow; una isla de forma círcular, parece un atolón más sus tierras que rodean al mar son más gruesas y más desniveladas, tampoco tiene la extensión de un atolón.
Más atrás, Jason observa como su mayor enemigo aparca el barco en una orilla de la isla de Smarrow. Aparta el catalejo de sus ojos, ellos llegarán en unos diez minutos a la isla e irán de frente.
—En cinco minutos en posició para el abordaje. Se viene una guerra. —dice a sus tripulantes, mientras, inevitablemente, siente unas mariposillas en el estómago cual enamorado necesitado.
—¿Estás completamente seguro que la misión es la de Jack Smarrow? —le pregunta uno de sus mejores marineros, Niccolas Acame.
—Estoy más que seguro, grumete. Me lo han confirmado desde dentro.
Ya en el suelo de la Isla de Smarrow, Anders Hemsworth baja con casi todos sus tripulantes, aunque la situación es complicada; no tiene buenas sensaciones, no quiere dejar el barco sólo, pero a su vez, es una misión complicada que necesita de mucha ayuda.