'Año Nuevo'
Anders.
Las palpitaciones en mi cabeza no han cesado cuando salgo de la casa de Mara Sawzky, después de un periodo de permancía.
—Te deseo suerte, hijo.
—Suerte no, Mara. Necesito quitarme esta maldición de encima. —digo, dándome la vuelta hacia ella de nuevo. —¿Como puedo hacerlo?
—Matar a las dos personas que le han impuesto la maldición. Es la única manera, Anders.
—Pero necesito saber quienes son.
Mara resopla, parece rebuscar en su mente para darme una alternativa.
—Dentro de unos meses... el 26 de mayo... existe algo que hacemos aquí, en Cala Sawzky, tradición que cree yo. La noche de las auras.
—¿La noche de... las auras?
—Sí. Trata de una noche donde se hacen varias lecturas de aura, se limpian y se denominan las maldiciones. Las brujas guardamos energía para es día, también participan Milla y Gerendaiah como brujas. —informa. —Si está aquí el veinte de mayo, podré salvarlos, capitán. Téngalo en cuenta. Lo persiguen dos maldiciones, capitán.
Cierra la puerta con sequedad y en mi mente quedan todas sus palabras.
<<La noche de las auras...>>
Agito la cabeza tratando de nublar los pensamientos, más no lo consigo. Antes de irme a ver como van con Veneno, ando hasta la casa de Milla de nuevo. Toco la puerta y me abre mi novia.
—Anders, ¿que haces aquí? ¿Ya has vuelto?
—No he ido, Dalina. —digo y frunce el ceño. —Entremos.
Entramos y nos sentamos en el sofá, donde reposa una taza de té frente al cómodo asiento.
—¿Que pasa, Anders? ¿Donde has ido?
—Mira, Dalina. —contesto, mirándola a los ojos. —Esto no lo sabe nadie, más que Craber, y así por encima. Prométeme que no dirás nada, al menos hasta que sepamos que hacer con certeza.
—Claro, ¿pero que es?
—A eso voy. —respondo, tomando aire para comenzar. —Hace unos meses, poco después de que volviéramos de la época de mar, iba por la calle, y paré en una cabina telefónica. Allí, de repente, una mujer de baja estatura me habló, para preguntarme algo... ya no me acuerdo que era.
—¿Así de la nada?
—Sí. —sigo. —Me analizó el aura sin yo pedirlo. Pensé que sería una sacacuartos o algo así. Pero me dijo que 'tenía un retoño de hace tiempo' y 'alguien de mi entorno me apuñalaría'. Sigo sin entender cual ese supuesto retoño, pero lo de la traición todos sabemos que fue Jake.
—Claro.
—Días después, la curiosidad pudo conmigo y visité la Cabaña de Wisteria, que esta en Winter Weatheria. Allí, me atendió una bruja llamada... mmm... no sé, tampoco lo recuerdo. Ella tampoco me fue de más ayuda, me dijo que tenía una maldición de esas que hacen que no te enteres de nada a menos que te lo digan tal cual... y otra de... —pienso como decirlo para que no se asuste. —De muerte por muerte.
Noto como mi pareja, frente a mí, palidece por completo.
—¿Como que... de... muerte por muerte?
—Sí. Viviré hasta septiembre si no deshago esa maldición, Dalina.
Noto sus ojos llenarse de lágrimas y no puedo evitar sentir pena.
—No, no. Oye. —acuno su cara entre mis manos. —Desharemos esa maldición, cálmate. —digo y pone un puchero. —Pero la historia no termina aquí.
—Joder, ¿más?
—Esa bruja... mmm... ¡Úrsula! —digo cuando su nombre viene a mi mente. —Me dijo que no podía decirme quien me había impuesto esa maldición, sabes que el tema de las brujas se maneja por una jerarquía y ella era una cuarta bruja, solo las séptimas podían hacer esto.
<<Cuando salí de la casa, recordé estas palabras y como Milla nos contó que su madre, Mara, es una bruja famosa. La visité y... tampoco mejoró nada. —pauso. —Me dijo que solo podía deshacer la maldición si mataba a quien me la había impuesto y a la bruja con la que la había hecho... pero no me dijo solo eso.
—¿No?
—No, me dijo que vosotros también tenéis esa maldición, ya que la de muerte por muerte nos la echaron a todos.
Dalina palidece aún más y baja la cabeza, sosteniendola en sus manos.
—¿Como que...? —intenta murmurar, pero la detengo.
—Sí. No solo la tengo yo. Sino matamos a quien la impuso, todos habremos muerte antes de septiembre.
Acuna su cara entre sus manos, mirando al suelo.
—Anders... ¿que vamos ha hacer?
Mi mente es ambigua; algunas veces sé manejar bien las situaciones, sin embargo, ahora no sé que hacer.
—Mara me ha dicho que el veintiséis de mayo existe algo llamado la noche de las auras... donde recoge mucha energía. —explico. —Si asistimos, podrá decirnos quién es el que nos ha puesto esa maldición.
Me mira con ojos tristes, está asustada. Se lanza a mis brazos en un abrazo que denota ternura, y se lo devuelvo intentando que se sienta reconfortada.
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Finalizo la llamada con Saller, informándole de la muerte de Nedda y de Denni y ando hasta la playa donde atracamos el barco ayer, a la noche. El cansancio me ha dejado secuelas, necesito hibernar, cada día lo tengo más claro.
Cruzo el bosque con el pequeño paso de madera, la herida de mi abdomen apenas duele, dentro de poco, me retirarán los puntos. Aunque eso sí, debo no hacer mucho esfuerzo y todo eso.
Llego hasta Veneno, donde observo los cambios; la vela, que Jason rompió al atacarnos con la percha, esta como nueva, como si nunca la hubieran usado.
En un arnés enganchado a nuestra percha, el chico que supongo que será Willy Sawzky, pinta las marcas que se deshicieron y recoloca el mascarón.
Subo por la tabla.
—¡Capitán! —me llama quien supongo que es Ibon. —¡Buenos días! Mire, falta poco, la verdad, llevamos aquí desde las diez y media y ya casi esta listo para surcar el mar de nuevo. A las diez en punto vinieron sus tripulantes para buscar sus cosas, capitán.