Mar de Ladrones ✓ [1]

CAPÍTULO 50: FINAL

'El dolor de un día más'

Anders.

Han pasado dos días de la muerte de Mara, estamos a día uno de junio y no he querido hacer nada. Ni mirar noticias, ni levantarme de la cama, no siento nada, dolor es lo único que habita en mi organismo.

El funeral es hoy y no me siento con fuerzas ni para salir de el ovillo de sábanas en el que trato de refugiarme. Pero tampoco sirve de nada.

¿Toda la gente que ha muerto por mi culpa? Debería ir a la carcél, he matado mucha gente directa o indirectamente, Shiver, Denni, Asia, Nedda, Mara... soy peor que un asesino serial y esto me está comiendo la cabeza.

Todo es culpa mía. Aunque sí hay personas que lo merecían, como Jake, pero eso es otro tema.

Necesito algo que aliviane mi dolor, mi sufrimiento, algo así como un perdón que todas las personas que han muerto por mi culpa acepten.

Así, sé que podré descansar de una vez y dejar de culparme por todo esto, aparte de que me lo callo todo y eso es peor, sufro en silencio y nadie puede ayudarme a apaciguar el dolor que causa furor en mi corazón.

Oigo la puerta pero no tengo la energía ni para mirar a ver quién es.

—Anders. —oigo la voz de Dalina. —Vamos, el entierro de Mara es hoy.

No contesto, no quiero hacerlo.

No siento las fuerzas ni la valentía para enfrentar todo lo que debería enfrentar.

Pero siento que en algún momento lo tendré que hacer, para poder liberarme de estas cadenas que me están atormentando y causando heridas profundas en mi corazón. 

—Capitán, le hará bien ir. Así podrás despedirte de ella. —oigo hablar también a Dusten. 

Sigo sin contestar. Ni siquiera asomo la cabeza ni me quito las sábanas.

Siento el peso de Dalina hundir el colchón de la cama.

—Anders... te hará bien salir. Además, podrás despedirte de ella y...

Me siento en la cama y me quito las sábanas encontrándome con una cálida sonrisa de Dalina.

—No quiero, Dalina. —murmuro, mirándola. 

—Anders, será mejor que... —empieza Dusten, pero lo interrumpo.

—¿No entendéis que no quiero ver a la mujer que siento que maté? —digo, con la voz entrecortada. —¿Acaso no os dais cuenta?

—Anders, no mataste a nadie...

—Sino me hubiese encaprichado de saber quién impuso la maldición, ella seguiría viva.

—No había otra forma. —dice Dusten.

—Claro que la había. Muchas otras formas que no fueran aprovechando la poca energía que le quedaba a una pobre anciana. 

—Nadie la obligó y ella estuvo de acuerdo, Anders. Deja de culparte de tonterías.

—¡Que no quiero, te estoy diciendo!

—¡Vamos! ¡Así podrás despedirte de ella! —Dalina tironea de mi brazo tratando de sacarme de la cama, pero ejerzo fuerza con las piernas apalancandome en la cama. 

—¡Que no quiero ver el cuerpo de la mujer que he matado, coño! 

Dalina suelta mi mano y vuelvo a recubrirme con las sábanas.

—No quiere, Dalina. —le dice Dusten. —Vámonos, llegaremos tarde.

Los oigo salir de la habitación y me quedo ahí, tirado en la cama.

Mil pensamientos pasan por mi cabeza y entre ellos, el hecho de que soy mala persona.

¿Cómo se me ocurrió pedirle un favor así a una mujer de edad? ¿Por qué no pensé?

La culpabilidad me ataca por todos lados perpetuando pinchazos de dolor en el alma. 

<<¿He sido yo? ¿Mara está muerta por mi culpa?>>

Me da por encender la tele del cuarto, tratando de apaciguar el dolor de mi vida en general.

La vida parece odiarme y querer acabar conmigo, pues la emisión de una noticia que me devasta es la guinda del pastel.

Hoy es el gran día, donde todo Guiena estara atento al matrimonio del año: Jason Diphron, el futuro rey debido a la muerte de su padre, hará reina consorte a la hermana del capitán más odiado en West Plate ahora mismo, Dakota Hemsworth.

El aire me falta, las sienes me duelen y siento que el mundo se me cae. ¿Qué karma estoy pagando para que todo esto me pase a mi, y únicamente a mi? ¿Porque todo está en mi contra?

<<¿Que le he hecho a la vida que me esta haciendo esto?>>

La muerte de Mara, la traición de mi hermana, Jason es rey...

Todo a la vez que siento que se me viene encima, trato de recordar las palabras de Mara antes de morir, pero me duele el pecho solo de pensar en ella.

¿Tan mala persona soy? Ahora está llegandome el karma de todo lo malo que he hecho pero parece que multiplicado por trece.

Jamás esperé la traición de Dakota de esta forma. Pero si Jason la secuestró, ¿cómo puede haber vuelto con él? 

No lo entiendo, lo único que entiendo es que la vida está en mi contra tratando de destruirme.

Apago la tele con la rabia y el dolor recorriendo todo mi organismo; siento el pecho acelerado y el corazón se me quiere salir por la boca. Trato de calmarme y no pensar en la traición tan grande que acaba de cometer Dakota. Aunque me lo tengo merecido, pues yo le hice lo mismo a Saller.

Entre estos pensamientos y muchos otros más que me atormentan, me duermo quedando envuelto entre las sábanas otra vez.

Despierto entrada la noche, la luz oscura pasa por la ventana y apenas es visible.

Suspiro y me quito las sábanas, mirando el reloj. Son las 23:34. 

—Joder... —murmuro, al ver que he desperdiciado otro día durmiendo. Aunque tampoco tengo ganas de hacer nada más. 

<<Vamos, Anders, anímate. Ve, ahora, al cementerio. Y habla con ella, despídete. Ahora que ya no habrá nadie.>>

La culpa me invade y me siento mala persona por no haber ido a su funeral. Pero es que tampoco tenía fuerzas, tampoco tenía ganas y mucho menos me apetecía ir allí rodeado de gente juzgándome con la mirada, culpándome más de lo que ya lo hago por mí mismo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.