Mar de lágrimas

Hermoso Encuentro

Llegué a mi casa, me duché no comí nada, sentía el estomago cerrado, me encerré en mi habitación, casi todo el día, la cabeza no paraba de darme vueltas, creí que en cualquier momento me volvería loca.

Me tuve que sentar en la cama ya que un sudor me recorío la espalda.

-¡Diossss!- las manos y la frente me sudaban, sentí un escalosfrio que me hizo temblar, cuando intente levantarme, fue en vano ya que caí y de repente comenzé a ver todo negro hasta que sentí que me perdía.

Comenzé abrir los ojos pero tuve que volver a cerrarlos ya que la luz me molestó por lo que deduje que aun era de día, luego de que me acostumbre los abrí completamente, me recoste y me senté en el suelo de mi habitación un poco desorientada y pensando en como será mi vida de ahora en adelante, como voy a enfrentar el mundo si estoy completamente sola, a las personas que lo que buscan es hacer daño y maltratar a los demás, como podré dar la mano a un hombre y por instinto no alejarme? Pues la verdad es que no se y me da miedo, mucho miedo lo que pueda suceder conmigo.

Me levante tomé un baño, porque sentía mucho calor, luego de eso si me preparé algo de comer y decidí salir a caminar un rato, aun faltaba un poco para que anocheciera.

Caminé hasta un parque que queda como a cinco minutos de mi casa, me senté en una banca, me deje llevar viendo como los niños jugaban y se divertían tanto que daba deseo de ser ellos y que nada importara, solo el ser feliz y que los problemas pasen a segundo plano.

De pronto una niña de unos cinco años se me acercó, la noté un poco curiosa ya que venía caminando pausadamente.

-Hola- me dijo con sus manitas detrás de la espalda.

-Hola- le dije yo esperando haber que me quería decir.

-¿Estas triste?- de todas las preguntas que me pudo hacer esa fue la que menos esperaba, esa pequeña tenía una mirada tan hermosa que cualquiera se quedaría embelesado.

-Bueno, pues si estoy un poquito triste, pero luego se me pasará- le dije guiñándole un ojo haber si se le iba un poco la timidez a lo que ella sonrió, y por lo que vi le falta un diente, lo cual la hace ver más tierna.

-Ah, pues esta bien pero yo quiero acompañarte hasta que se te pase- me dijo sentándose a mi lado y pasándome un dulce que no le había visto en la mano, la miré un poco extrañada, no le quería quitar su dulce- no te preocupes tengo otros- dijo como si me había leído la mente y me enseño la otra mano donde efectivamente tenía más dulces.

-Gracias!- le dije tomando el dulce-y como te llamas?- le pregunté.

-Sofía y tu como te llamas? Imagino que tienes un nombre muy bonito- me dijo sonríendo y es tan adorable y hermosa que no pude más y sonreí también.

-Me llamo Jessie, pero algunas personas me dicen jess- le dije y ella se quedó un poco pensativa.

-Cres que yo te pueda decir Jess?-

-Claro que si, ya eres mi amiga y mis amigos me pueden decir como quieran- se le iluminaron los ojos y sonrío de nuevo.

-Wao gracias, la verdad es que no tengo muchos amigos- ahora si vi, que se puso un poco triste.

-Ah no te preocupes, yo tampoco tengo muchos amigos, así que de ahora en adelante seremos muy buenas amigas, preciosa- sin verlo me abrazó al principio no reaccione pero después le correspondí.

-Muchas gracias jess- me dijo aun pegada a mi, la verdad es que es una niña hermosa.

-De nada Sofi, puedo decirte así sierto?- le pregunté un poco burlona ya que esa fue la misma pregunta que ella me hizo.

-Claro que si, eres mi amiga y mis amigos me dicen como quieran- me rebotó con la misma respuesta que yo le dí hace un rato y también burlona igual que yo.

La verdad es que me acuerda a Mell aunque ella era un poco mayor, pero aun así me hace recordar esos días que tenía la misma edad.

-¡Sofia!- escuchamos que alguien la llamó y era una mujer de algunos treinta y siete años que se venia acercando a nosotros- hola-se diriogió hacia ami cuando llegó a nuestro lado.

-Hola- le respondí al momento que Sofia se bajaba del banco donde estaba sentada junto a mi.

-Es hora de irnos Sofía-le dijo sonriendo a lo que ella hizo un puchero, lo cual me dió mucha ternura.

-Pero, estoy hablando con jess, es mi nueva amiga, nós conocimos hoy- dijo con su vocecita tan dulce.

-Bueno, mi amor lo siento, hasta aquí es la hora acordada y para que nos dejen volver una próxima vez tenemos que cumplír las ordenes- dijo la mujer con calma.

-Esta bien Aurora- le dijo y luego se volteo hacia donde mi y me volvió abrazar- te volveré a ver?- me preguntó aun pegada a mi.

-Claro que si Sofi, lo prometo- le dije al momento que ella se separaba de mi y poniéndole el dedo meñique.

-Esta bien, adiós amiga jessie -me dijo uniendo su dedo con el mio.

-Adiós amiga Sofía- le dije dándole un pequeño beso en la mejilla y después de eso se marchó.

La unica duda que tengo es quien es esa mujer y porque le dijo eso, pero por lo visto no lo podré saber hasta que vuelva a ver a esa preciosura y le pregunte.

Luego de eso volví a casa un poco mejor la verdad es que hablar con esa niña me hizo el día
 




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