Mar de Mentiras

-09-

Me había humillado delante de mi madre hasta ese punto, pero ¿Qué había conseguido? eso es ¡Nada! algo dentro de mí me decía que mi madre no lo aceptaría, de igual manera quería intentarlo, lo único que perdí fue mi dignidad.

 

 Después de esa incómoda cena y a la mañana siguiente me encontraba caminando seguida de Mabel, después de nuestra pequeña conversación ha hablado un poco más, claro que aún siento ese vacío dentro de ella, no sé muy bien qué le ha pasado, pero espero poder ayudarla.

 

-Llegas tarde- dijo el joven del broche.

 

-Lo siento, no tengo facilidad para salir- sonreí levemente.

 

-Pensé que serían más cumplidas, pero tienes razón, no es propio de una dama salir a escondidas para encontrarse con un hombre que no es su familiar- dijo en una sola línea.

 

Estaba llena de ganas de abalanzarme sobre él y llenarlo de golpes, pero no era lo correcto, comenzaré a leer el libro y terminaremos con esto lo más pronto posible.

 

-Hasta ahora no me ha dicho su nombre- dije para cruzarme de brazos y observarle fijamente.

 

-Mi nombre es Oliver, no hay necesidad de mencionar mi familia, ¿su nombre? 

 

-Soy Amelia- añadí en un tono cortante -Sentémonos para leer y dar este encuentro por finalizado.

 

Me encaminé a una roca que estaba en el lugar  y me senté en ella, era seguida por Mabel, Oliver nos observaba hasta que tomamos nuestro lugar y acercándose con una muy leve sonrisa que me era difícil de leer.

 

El tiempo pasó y habíamos leído la mitad de mi preciado libro, él escuchaba pacientemente y prestaba atención a lo que leía, era la primera vez que le leía a alguien algo y mucho menos esta clase de cosas, Lady Cora no tiene parte aquí. Estaba bastante tarde, Mabel me recordó que era hora de volver a casa.

 

-¿Nos vemos aquí mañana?- Preguntó Oliver.

 

-A la misma hora- respondí para alejarme.

 

Al día siguiente…

 

Estaba cenando con mi familia, el ambiente era demasiado tranquilo, muy, muy tranquilo, algo tendrá que pasar en el transcurso de los próximos minutos, era imposible tener una cena con mi madre y abuela sin que dijeran algo, debía prepararme mentalmente para lo que podría venir.

 

-Amelia- dijo mi madre, ¡Lo sabía! 

 

-Sí, madre- la observé fijamente.

 

-Este es nuestro último día aquí, partiremos al amanecer.

 

Asentí mientras continuaba comiendo, perfecto, volveré con mi padre e intentaré convencerlo de cancelar ese compromiso, él era el más considerado y me escuchaba, a pesar de eso, era manipulado pr mi madre para hacer todo lo que ella quería, ella era una buena madre, pero no yo no era una hija convencional, de alguna manera, sentía que estaba en el lugar equivocado de la historia.

 

La hora acordada para encontrarnos con oliver había llegado,  lo esperamos por algún tiempo, pero no aparecía, yo jugaba con mis manos nerviosa, si no venía hoy no podría terminar de cumplir mi palabra, aunque… definitivamente sería su falta, fui muy clara al decir que a la misma hora.

 

-Mabel, quizá sea hora de que nos marchemos, parece que no vendrá- dije colocándome de pie.

 

-Sí señorita- sonrió.

 

-¿Cuantas veces te he dicho que no me llames así cuando estemos a solas? Simplemente dime Amelia, tenemos casi la misma edad- la observé con una sonrisa.

 

-Está bien… Amelia- respondió con algo de duda.

 

Nos dimos la vuelta para regresar a casa, pero Oliver llegó corriendo, estaba muy agitado ¿Habrá tenido algún problema? 

 

-Lo siento… esta vez tuve un inconveniente.

 

-Comencemos a leer, esta será la última vez que me veas- lo miré fijamente.

 




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