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pov. Florentino

¡Esa niñata arruina todo! No tengo tanto tiempo y a esta se le ocurre escapar, más les vale a esos inútiles traer a Amelia antes de la boda, necesito volver a casa antes de que Terrence empiece a meter sus narices en mis asuntos.

Terrence siempre ha tenido todo, lo único que me alegra es que le quite lo que más quería.

Ahora en lo que debo ocuparme es en casarme con Amelia y hacerle ver a esa niña las reglas del juego, será más fácil con esa sirvienta de mi lado ya que si se le ocurre hacer algo en mi contra su cabeza rodará.

Pov. Terrence

-¿Han sabido algo de Oliver?- pregunté a mi sirviente.

-Llevamos días sin saber de él, no ha enviado ningún reporte- respondió.

-¿Y de Florentino?-

-Todos los días visita la casa de su prometida-

-Puedes retirarte-

Florentino ha estado muy quieto estos días y eso no es muy bueno, debo saber sus movimientos y actuar antes de que se case, mi hermano mayor debe pagar por haberme quitado a mi hermosa Margarita, prometí vengarme y eso haré. Y para eso tengo mi as bajo la manga, algo que ni Florentino se lo espera.

Pov. Florentino

Estaba en la casa de Amelia, siguiendo en mi papel de prometido preocupado cuando vi a Mabel con unas cestas.

-Mabel- dije.

-Señor- respondió con una reverencia.

-¿Has sabido algo de nuestra querida Amelia?¿No ha intentado contactarse contigo?-

-No señor-

-¿Y si ella te contactará me lo dirás?-

-¿Por qué pregunta eso señor?-respondió nerviosa.

-No respondas con una pregunta, no estás en posición de hacer eso-

-Perdone, si la señorita Amelia se contactará conmigo se lo diría señor-

-Respuesta correcta, bueno después de todo es lo único que puedes hacer. Ya sabes que con tu situación es lo mejor que puedes hacer, aunque si lo vemos de otra manera no es tu culpa que seas la prima de alguien y dejó a su señora por un hombre pero no todos lo verían de esa forma ¿no crees? - cuestioné acercándome a ella - En nuestra sociedad si una mujer falla las demás mujeres de esa familia no son tan fiables.

-Lo sé señor, por eso estoy agradecida con usted por no haber dicho nada a la familia de mi señorita-

-Ya sabes, si me dices todo te aseguro que podrás vivir tranquilamente al lado de Amelia-

-Si señor, agradezco su generosidad-

Terminé de hablar con la molesta Mabel y regresé a mi hogar, aquellos hombres que había enviado para buscar a aquella niña habían llegado y lo más probable es que trajeran noticias.

-Señor… Amelia- lo interrumpí.

-Ella viene con ustedes ¿Dónde está?- comencé a buscarla con la mirada.

-No… ella no vino con nosotros ella fue herida y llevada por los hombres del Barón Terrence, su hermano- ¡No puede ser! 

-¡¿Están seguros que es ella?! ¡¿Por qué no la trajeron?!- grité muy exasperado.

-Por que… ella podría estar muerta en este momento