-Unas tiritas de los Minions y una caja de condones, por favor-le digo a la farmaceutica como si fuera de lo más común del mundo.
Ella me mira extrañada pero asiente y al instante me da lo que he pedido. Al pagar, salgo directamente de la farmacia y me dirijo a mi casa, a esconder la mercancia en un lugar seguro de mi habitación.
El verano está a punto de terminar y mi Crush me ha hecho una propuesta indecente. Ya todos se hacen una idea de qué. Bueno, realmente no es que sea mi crush, pero está muy bueno y no quiero desaprovechar esta oportunidad.
Al llegar a mi habitación, lo primero que hago es acariciar a Fruzcotta, que está tumbada en mi cama King size, y luego me pongo esconder los condones, que acabo de comprar, en un bolso negro escondido al fondo de mi armario. Cuando me aseguro de que no se ve nada me dirijo a la cocina.
Por el camino hacia la gloria empiezo a pensar en que hacerme de comer. Las tripas no dejan de sonarme y debería alimentarme. Antes me he fumado dos porros y ahora necesito monchis urgentemente.
Llego a la cocina y abro la alacena, cojo unos Doritos de bolsa verde, por que los de bolsa naranja ya son una mierda.
Estoy muy nerviosa por esta noche, estoy segura de que no voy a hacer nada bien. En plan, es mi primera vez, obvio que tenga nervios y miedo, ¿no?
Vuelvo a mi habitación y cojo mi ordenador para mirar un poco de Netflix, me he empezado una serie buenísima que se llama Prision Break .
Me miro tres episodios seguidos y noto como el cansancio me consume hasta caer en los brazos de Morfeo.
Un mes más tarde
Soy una estúpida. ¿Cómo he podido dejar que esto esté pasando? Es que soy más gilipollas...
Camino sin pudor a la farmacia. No volveré a hacer el amor con nadie, joder que trauma le he cogido. Tengo un retraso, y no especificamente uno mental. Seguro que se rompió el condón o algo, estoy segura. Aggh llevo dias paranoica.
He llamado a Kim, es la única que lo sabe,y me ha dicho que me calme. Al llamarla, primero se ha reído y luego me ha dicho que deje la broma que no tiene gracia. Luego le he convencido asustada y ella ha intentado calmarme. Ha estado a punto de coger un avión pero le he dicho que no hace falta. Su familia no es como la mia, no pueden derrochar el dinero con estas tonterías, y más si es con un vuelo de última hora .
Entro a la farmacia, nerviosa y a paso rápido. Me acerco al mostrador y con mi mejor cara le hablo al farmaceutico.
-Un test de embarazo y unas tiritas de Doraemon por favor-le pido.
Me mira un poco confundido por lo de las tiritas pero me las da y me da el recibo. Pago y cuando me da el cambio me dice- Mucha suerte.
Gracias, la necesitaré-pienso y al salir, llamo a Harry, necesitaré su apoyo.
En la actualidad
-¡Esta noche es mi noche hijos de puta!-oigo que grita Venice borracha, nada extraño en ella.
-¿Ya está borracha?-nos pregunta Jamie a Jax y a mi.
-Siempre pasa, mira como está Lottie-le digo a Jamie mientras señalo a Lottie que la pobre ya esta medio K.O en uno de los sofás del recinto.
-Me quiero morir, no debí mezclar Vodka con Jagger-oímos a Lottie decir moribunda.
-Han empezado a beber antes de la fiesta, como siempre hacen-le aclara Jax a Jamie.
Jamie ya es parte de nosotros pero le falta saber algunos pequeños detalles sobre nosotros que irá descubriendo poco a poco.
Venice saca la petaca, que le regalé por su cumpleaños hace unos meses, de su cazadora y se pone a beber de ella.
-Voy a probar suerte-nos dice Jax y ambas le miramos ¿picaramente? Al menos esa es la mirada que yo le echo, la de Jamie es un poco más perturbadora pero ya se lo diré en otra ocasión.
Jamie y yo vemos como mi hermano se acerca a paso normal a Kim y se choca a drede contra ella como si no la hubiese notado.
-¿Pero qué haces estúpido?-le dice Kim a la fotocopia y pegándole un suave puñetazo en el hombro.
-¿Vamos a por palomitas?-me dice Jamie.
-No que nos lo perdemos-le respondo y ella asiente dándome la razón.
-Vaya, lo siento no te vi, enana-escuchamos que le dice Jax a Kim, con una de sus sonrisas burlonas en la cara.
-¡No soy bajita! Medimos casi lo mismo...-dice Kim roja como un tomate del enfado.
-Eso era cuando yo era enano Kimberly, he crecido, tu no-le dice Jax con la cabeza alta- Saluda a tus amigos los enanos de mi parte.
Jax se va hacia la terraza con la cabeza bien alta y Kim le sigue, seguramente por que no le ha gustado como ha terminado la conversación y quiere ganarla ella.
-¡Sigamosles!-me dice Jamie con mucha curiosidad.
-Pero rápido que nos perderemos lo bueno-le digo y ambas caminamos con rapidez hacia la terraza.
Jamie va detrás de mi y al llegar a la puerta que separa el interior del exterior, me escondo tras la pared para que ninguno de los dos me descubra.
-Pst Jamie, ¿ves algo?-susurro sin recibir respuesta.
Me rayo y giro la cabeza hacia donde toca estar Jamie y al no verla allí me vuelvo a rayar. Ya la buscaré luego, esto no me lo pierdo ni de coña.
Llevo de nuevo mi cabeza a la pareja que hay frente a mi y abro los ojos como platos al darme cuenta de que se están liando delante de mi. Saco el móvil y rapidamente saco una foto.
Me voy rapidamente de allí y en la pista de baile me encuentro a Liam y a Jamie dándose el lote como la anterior pareja.
¿Qué les pasa a todos hoy que se lian con alguien menos yo?
Bueno, realmente no quiero hacer esto pero debo hacerlo y Jamie me lo agradecerá por que se ve a leguas que va borracha.
-¡Jamie! ¡Jamie!-le grito a Jamie y la pareja se separa, la chica mirandome con cara de yo deberle una explicación importante.
-Ellie espero que sea importante-me dice y miro a Liam y les lanzo una mirada de disculpa a ambos.
-Lo es Jamie te lo juro-le digo-Llevo buscándote desde hace una hora.
Soy un poco exagerada quizás.
#31253 en Otros
#4545 en Humor
#47350 en Novela romántica
#7651 en Chick lit
internado, primer amor, drama amistad dolor tristeza primer amor perdida
Editado: 16.01.2019