Marcas del pasado.

"1"

El viento me golpea con ferocidad provocando que mi cabello vuele hacia atrás. La frescura se siente por cada centímetro de mi cuerpo y la adrenalina se desliza por mis venas cada vez que acelero. Doblo una esquina encontrándome con la prestigiosa Universidad Princeton donde yo, una persona nada dotada, va a estudiar. Donde sus estructuras me deja absorta.

La edificación está moldeado en rocas gigantescas que le dan una imagen antigua, seguramente con una extensa historia. A toda velocidad llego hasta el aparcamiento donde me estaciono.

Salgo del auto junto con mi mochila negra y recibo unas cuantas miradas de un grupito parlante. Un muchacho morocho suelta un silbido hacia mi dirección pero solo lo ignoro y cierro la puerta provocando un leve golpe. Cuelgo la mochila a mi espalda y comienzo a caminar hacia la entrada.

-Se te cayó un pétalo... flor de puta! - comenta uno provocando que detenga mi paso. Haciendo que se empieze a escuchar exclamaciones y carcajadas de chicos halagando al descarado.

Mostrando mi mejor sonrisa me doy la vuelta encarando al grupo de chicos y chicas.

- ¿En serio? ¿Es lo mejor que tienes? - me encojo despreocupada sin sacar la sonrisa.

- Hay que ser románticos con las nenas preciosas como vos - Sonríe de costado un moreno de ojos achinados y con alto jopo en la cabeza, quien choca los puños con un rubio. - Cuando quieras, la plata no es un problema. - Sin sacar la sonrisa me suelta un guiño.

- ¿Esta es tu mejor forma de conseguir mujeres para follar? - Los amigos me miran atónitos y las chicas que cuelgan en los brazos de unos cuantos sueltan exclamaciones en forma de suspiro y me miran sorprendidas.

Típico de estas escuelas, chicos creídos por solo venir de familias ricas. Y chicas que malgastan su tiempo queriendo lo que ellos tienen en sus bolsillos, por no decir que ellos lo obtienen de arriba y no por esfuerzo.

El chico rubio suelta una carcajada irónica demostrando en su rostro un destello de enojo.

- No. Tiene formas mas ridículas, pero lo de imbécil lo tiene de nacimiento. - Giro hacia mi costado encontrándome con la tercera voz. Un chico alto de cabello oscuro, tirando a un negro azabache con unos ojos de color café, oscuro, por lo que alcanzo a ver y en la oreja derecha lo acompaña un arito plateado, dándole un toque sexy. Por otra parte, tiene una remera sin mangas dejando ver unos brazos fuertes cubiertos de tinta con los abdominales marcados sobre la fina tela de la musculosa negra.

- Malik. Siempre metiéndote donde no te llaman.- Gruñe el de alto hopo poniendo su atención en él y ya no más en mi.

¿Y este quién es?

- Que te puedo decir, es mi especialidad - dice acompañada de una sonrisa sarcástica.

- Diría que no tanto, no te metiste a tiempo cuando me folle a tu hermana. - bromea otro de tez más clara y de un cabello más amarillento que el de su compañero.

La sonrisa del moreno cambia por una mirada tensa, los párpados son tapados por la caída de sus cejas dejándose ver unas arrugas en su entrecejo, sus labios están apretados en una fina línea y una filosa mirada llena de odio va dirigida hacia el desconocido.

- Basura de mierda, en tu puta vida vuelvas a mencionar a mi hermana. - A pasos lentos, se acerca con una profunda amenaza hacia el chico. El otro divertido por la reacción de Malik imita la acción acercándose hacia él. Quedan centímetros del otro, frente a frente. Los demás chicos se ponen en posición a una pequeña lejanía del rubio preparados por si algún movimiento sale del moreno.

- Cuántas veces te tengo que repetir que no te metas con él - una ronca voz aparece en la escena. El chico rubio retrocede un par de pasos poniendo espacio sin sacar la mirada al rizado. El recién llegado está en una posición firme y dura a un paso atrás de Malik apoyando su mano en el hombro del moreno.

- No me digas que comenzaste otro altercado. - El corpulento cuerpo de Liam se posiciona a mi costado sacando mi atención de la situación.

- Claro que no, idiota. - digo devolviendo mi atención en el trío.

- Yo ya te he dicho que si él no se mete conmigo yo no me voy a meter con él, pero es él el que empieza. - murmura el rubio con un leve tono temeroso en su voz dando unos pasos hacia atrás.

Ruedo los ojos por lo estúpido que es.

- Entonces, ¿qué pasó? - pregunta Liam.

- Te cuento en mi habitación - le respondo dándome la vuelta ya aburrida por la situación.

- Oh no. Vos, puta, no te vas a ir. - murmura otra vez el primero que me hablo.

La tensión crece rodeando nuestros cuerpos y miradas se pegan a mi espalda. Giro por completo apretando los puños a mis costados y a pasos rápidos me acerco hasta él sorprendiéndolo y sin que nadie lo espere le golpeo con mi rodilla en las bolas.

- Pedazo de mierda, putas tus amigos, te recomiendo que lo pienses dos veces antes de dirigirte a mi - le susurro en el oído agarrándole la mandíbula.

Lo suelto dejándolo caer al suelo donde agoniza por el dolor y sin emociones le escupo en el rostro.

- Vámonos - le digo a mi primo cuando paso a su lado. Pero antes le hecho una mirada amenazante al grupo e ignoro a los otros dos. Y con la furia en mi interior me voy del estacionamiento. 



#44873 en Novela romántica

En el texto hay: misterios, mafia, recuerdos

Editado: 03.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.