Mariela

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Mara y yo Patinamos al otro lado del lugar para poder hablar en privado justo antes de que nuestro jefe se diera cuenta.

-Debes calmarte un poco Mariela.- puso su mano en mi hombro. –Se perfectamente que son unos idiotas pero sabes exactamente que siempre debemos tener una sonrisa en el rostro.

-¿No podrías atender esa mesa por mí?. Sabes perfectamente que si me siguen molestando les echare el agua encima.-

-No puedo Mari. Tienes que ser responsable y aprender a lidiar con ese tipo de clientes. Ahora ve allí y ofreceles agua, después intenta tomar su orden.- Dijo observándome seriamente y luego se dio la vuelta para ir a la otra mesa en la que solicitaban a una mesera.

Suspire y luego me di vuelta para ir nuevamente hacia aquella mesa, Si no se tratara de perder mi trabajo solo por quitarme los patines, definitivamente lo habría hecho en el momento.

-Vaya. ¿Pero miren quien regreso?. Debes estar muy loca por mi nena.- Dijo el chico observándome mientras el resto de los tontos reían sin parar.

No pronuncie la palabra y comencé a pasar los vasos de agua desde mi bandeja hacia su mesa.

-Oye nena Me trajiste un poco de agua, Pero que hermosa eres.- Dijo el chico entre risas y justo cuando puse su vaso cerca de donde estaba sentado me tomo la mano.

-Ya suéltame.- Dije seria mientras intentaba zafarme.

-Calma hermosa solo estoy jugando.- Comenzó a reír mucho más fuerte con sus amigos y luego soltó mi mano. – ¿Qué Acaso te dio miedo?

Ya había sobrepasado mi límite, para mí era una total falta de respeto su actitud. Y justo en el momento el que soltó mi mano, la utilice para tomar uno de los vasos directo desde mi bandeja y derramárselo encima.

-¡Que haces!-Grito alterado mientras se levantaba de su silla para intentar quitarse el agua de encima Mientras yo no hacía más que observarlo enojada.

-¿Pero qué hiciste?- Escuche a mi jefe decir casi tras de mí.

-¡Su meserucha me aventó el agua encima!- Grito el chico observándolo.

-¡Te avente el agua porque eres un grosero!- También grite observándolo.

-Por favor. No te preocupes.- Dijo mi jefe acercándose a él. –En la parte trasera tengo una secadora, Prometo que esto no se volverá a repetir.-Dijo observándome mientras lo tomaba del hombro para llevarlo a secarse.

Mientras todas las personas del lugar incluyendo Mara me observaban sin decir siquiera ni una palabra, yo solo me di la vuelta y patine rápidamente hasta la primera silla que encontré para quitarme aquellos infernales patines.

-¿Que estás haciendo Mariela?- Dijo Mara acercándose rápidamente.

-Me estoy quitando esto. Me voy.-

-¡No puedes irte!. Tienes que terminar el turno o te van a despedir y lo sabes.-

-Ya estoy despedida Mara..


 


 



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En el texto hay: maltratomujer, amor

Editado: 06.01.2023

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