Mariela

7

A la mañana siguiente despertamos con esa gran sonrisa y alegría de saber que era sábado y no teníamos que trabajar ni bordar con mama, Los sábados eran nuestros días favoritos en los cuales podíamos ser nosotras mismas sin necesidad de tener que estar trabajando todo el día para complacer a papa o tener que ser unas señoritas perfectas para hacer feliz a mama, Los sábados solo éramos Mara y Mariela las chicas jóvenes y llenas de vidas que estaban en busca de un lugar en el mundo para poder ser felices.

A mi hermana y a mí nos gustaba despertar muy temprano a preparar algo delicioso para el desayuno, Solíamos hacer 7 panqueques y envolverlos en unos pañuelos para mantenerlos calientes, luego exprimíamos algunas naranjas y las metíamos a un recipiente y por ultimo corríamos a nuestra habitación para buscar nuestros trajes de baño.

Debo decir que para aquellos tiempos había mucha diferencia en los trajes de baños que usábamos las chicas, no teníamos bikinis, nuestros trajes de baño eran completos pues para nuestro padre y madre utilizar bikini era lo más vulgar que podía utilizar una jovencita.

La frase de nuestros padres sobre esto era: -Las chicas que utilizan esa cosa llamada bikini, no tienen ninguna moral ni mucho menos unos padres que las cuiden y las críen para que sean grandes señoritas.-

Había un lago más o menos cerca de casa y mi hermana y yo disfrutábamos los sábados de ir a nada y relajarnos allí, Nos gustaba ir muy temprano ya que los sábados en la tarde era cuando más solía llenarse el lugar.

Esa mañana sacamos nuestras bicicletas del garaje y comenzamos a pedalear con todas nuestras fuerzas hacia el rio, cada una con una mochila a nuestras espaldas.

Cuando llegamos yo me baje de la bicicleta y me quite la ropa rápidamente para luego correr con mi traje de baño hacia el agua del lago, lo que más me gustaba del lago era que en uno de los arboles alguien había amarrado una cuerda con una llanta lo cual nos servía para divertirnos lanzándonos desde ella directo hacia el agua.

Mientras yo disfrutaba del agua y me quejaba al mismo tiempo por lo frio que estaba, Mara con solo la parte de arriba de su traje de baño a la vista buscaba entre su mochila su libro favorito. y así disfrutábamos la mañana, Yo en el agua como un pez y mi hermana sentada en alguna rama de árbol leyendo.

Luego de que yo había sentido que era suficiente tiempo en el agua, decidimos sentarnos cerca del agua a comer mientras conversábamos y reíamos un poco por cualquier conversación que nos parecía interesante para aquel entonces.

Mientras estábamos aun sentadas a la orilla del lago conversando, comenzamos a escuchar ruidos extraños.

-¿Escuchas eso?- Dije observándola extrañada.

-Sí..- Dijo seria y se levantó para ir hasta en donde estaban nuestras mochilas.

-¿Que sucede?-

-Mejor vístete.- Respondió y rápidamente me lanzo mi camisa.

La tome y rápidamente comencé a escurrir mi cabello para quitar el agua que aún lo hacía gotear.

El ruido se hacía mucho más fuerte y yo me levante rápidamente del suelo para ponerme mi camisa.

Justo en el momento en el que me la estaba bajando lo suficiente como para tapar la parte de arriba de mi traje de baño, Observe como 3 motos se acercaron a toda velocidad hacia el lugar.

-¡Woo! llegamos- Escuche gritar a uno de los chicos que iba en una de las motos mientras la chica que iba en el asiento de atrás reía.

Todos comenzaron a gritar y a reír mientras Mara recogía las cosas rápidamente para marcharnos.

Observe bien a las personas que estaban en las motos y pude percatarme que 2 de los chicos eran los idiotas amigos de Carlo y el rey del circo, ósea el de la moto de en medio era Carlos. Tras de el en el asiento de acompañante venia otro chico sosteniendo una cerveza.

-Vámonos Mariela.- Grito mara sacándome de los detalles y comenzó a caminar cerca de ellos para salir del lugar.

-Hola preciosa.- Dijo uno de los chicos y los demás comenzaron a reír y a silbar.

Yo no dije palabra y solo comencé a recogerme el cabello para luego intentar caminar tras ella, Mientras mi hermana me observaba con una cara de " Apresúrate" Carlos comenzó a apretar el acelerador de la moto haciéndola sonar mucho más fuerte, los otros chicos reían y gritaban mientras Carlos me observaba mordiéndose el labio de forma Graciosa.

Yo solo sonreí y pase por su lado mientras mara corría rápidamente hacia nuestras bicicletas.

-Adiós Mari..- Dijo sonriente.

Y yo solo pude responderle con la misma sonrisa...

 

 



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En el texto hay: maltratomujer, amor

Editado: 06.01.2023

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