Esa noche Mara y yo no hablamos absolutamente nada sobre la cita, corrimos apenas llegue a acostarnos pues si nuestro padre llegaba a escuchar algún ruido desde nuestra habitación a esa hora, Subiría y estaríamos en serios problemas.
Mientras mi hermana dormía profundamente yo no podía dejar de pensar en la cita con Carlos, Realmente había sido mágica y diferente a todo lo que me había esperado, Carlos resultaba ser un chico simple y sensible que sabía escuchar y fingir interés en mis aburridas historias.
No sabía realmente si el volvería a pedirme otra cita pues éramos 2 personas totalmente diferentes y quizás mi forma de vida e intereses le habrían parecido aburridos, Así que decidí no ilusionarme tanto con él, Tenia cosas demasiado importantes que hacer como trabajar y estudiar para estarme ilusionando con muchachos tan pronto.
A la mañana siguiente mientras mama bordaba junto a la tv y papa estaba en el trabajo, Mara y yo desayunábamos solas en la cocina.
-¿Y?- Me observo mientras terminaba de masticar.
-No hables con la boca llena cerda.- Sonreí mientras intentaba evadir el tema.
- Mari. Dime ahora mismo.- Dijo esta vez un poco más seria.
-Estuvo bien Mara, Solo eso.- Seguí comiendo.
-¿ Se comportó contigo?. ¿Te trato bien?- Se acercó hacia mí.
-Calma que mama nos va a escuchar.- También me acerque para hablar bajo. –Fue todo un caballero.-
- Estamos hablando del hombre de la motocicleta ¿cierto?-
-Si.-
-¿Del salvaje?-
-Por dios Mara basta.- Me levante y tome mi plato.
-¿A dónde crees que vas sin mí?- También tomo su plato para seguirme. –Necesito que me acompañes al correo, quiero enviar una carta para mi futuro esposo.-
Mi hermana y yo solíamos ir a todas partes en nuestras bicicletas, Recuerdo que la mayoría de las veces nuestros vestidos se ensuciaban con la grasa de la cadena y era muy difícil lavarlos después.
Cuando llegamos a la central de correos de la ciudad, Mara saco su olorosa carta llena de perfume y la abrió poco a poco para darle un enorme beso al papel y así dejar enmarcados sus delgados labios pintados de rojo.
Siempre me preguntaba ¿Por qué?. ¿Que tenia de interesante enviar una carta perfumada? Si en todo caso al entrar en la bolsa del cartero junto con otras cartas también llenas de otros aromas, Terminaría oliendo totalmente diferente a Mara. Por lo tanto su amado no solo estaría oliendo a mi hermana al recibir la carta, estaría oliendo a mi hermana y a 200 chicas enamoradas quienes también enviaron cartas.
Luego de salir del correo, tomamos unas gaseosas juntas en silencio, Mi hermana se deprimía cada vez que enviaba una carta a Edward, Me parecía muy triste darme cuenta de que era más tiempo el que pasaba triste y sola, del que pasaba sonriente cuando recibía alguna señal de vida de parte de él.
Millones de veces le insistí en que no continuase con esa relación pues la distancia le estaba matando poco a poco, Pero siempre recibía gritos de su parte y hasta una vez una bofetada por "Entrometida". Así que prefería quedarme en silencio cuando la veía así.
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