Mariela

17

Al llegar al lugar me percaté de que alrededor del estacionamiento había más de 8 autos estacionados además de algunas motocicletas, El lugar estaba lleno de chicos y chicas bailando y haciendo de las suyas.

-¿Estas en este lugar es legal?- Observe a Carlos un poco confundida.

- Es el estacionamiento de un supermercado, No tiene ningún tipo de seguridad y es prácticamente 100% accesible, Así que..- Pauso un segundo para pensar. –Creo que por una parte es legal.-

Me quede en silencio observándole mientras sentía como los nervios comenzaban a fluir dentro de mí, ¿Qué se supone que haría si la policía llegase? Mis padres me matarían si llegara a casa en una patrulla de policía.

-¡Mari no te preocupes!- Respondió casi adivinando mis pensamientos. – Te aseguro que todo estará bien.- Toco mi hombro y de inmediato hiso que me enrojeciera.

Al bajarnos del auto, un pequeño grupo de 7 personas se acercaron casi de inmediato a Carlos para saludarlo, Los observe un poco tímida y solo uno de ellos se tomó la molestia de saludarme así que supuse que al resto no les había caído muy bien.

-No te preocupes son un poco idiota.- Dijo mientras caminaba a mi lado para adentrarse más en el lugar.

Para mí era realmente incomodo, Entre todos se conocían y se saludaban, Pude darme cuenta de que Carlos era realmente popular entre su propio grupo pues hasta las chicas corrían casi que de inmediatamente a saludarlo, En aquel lugar me sentía como un bicho raro no solo porque todos allí se conocían, si no por mi vestimenta para la ocasión pues mientras yo llevaba un vestido como de costumbre las demás chicas llevaban pantalones de cuero súper ajustados para la ocasión, Yo era como la pequeña niña fuera de lugar en la fiesta.

Mientras algunas personas bailaban, Otros se besaban dentro de los autos y otros bebían con la gran intención de desfallecer de luego de tanto alcohol, Carlos y yo observábamos sentados sobre el capot de uno de los autos de sus amigos.

-Sé que todo esto te parece extraño.- Dijo intentando sacar conversación luego de un incómodo rato de silencio en el cual pensaba que solo quería irme a casa.

- ¿Extraño?- Intente disimular mi poca experiencia en fiestas de esa clase.

-No eres ese tipo de chica Mariela, Eres más una chica de hogar.- Me observo serio.

Tenía razón, Era una chica de casa, de trabajo y de aprendizaje para algún día ser una de esas esposas perfectas, Era una chica común y tranquila que solo buscaba el equilibrio entre lo que querían sus padres y entre lo que yo quería.

Me quede en silencio sin saber que responderle pues realmente no sabía si estaba diciéndolo por bien o por mal.

­-Eso es lo que me gusta más sobre ti.- Sonrió mientras aun me observaba

Casi que de inmediato voltee a observarlo extrañada.

-¿De verdad?-

-No eres como la mayoría de personas que conozco.- Se acomodó un poco más para que nuestros rostros quedaran frente a frente y yo no pudiera evitar más que nuestras miradas se cruzaran. –Quizás te suene como a una tontería pues eres una chica inteligente y sé que no te crees fácilmente cualquier cosa que te diga un chico, Pero ¿Ves las de allá? Las que bailan, las que están en los autos besándose con el propósito de llegar a la otra base esta noche, Ninguna de ellas saben que es lo que quieren para sus vidas, Aunque no me creas más de la mitad de ellas saldrán embarazadas esta noche.-

Ambos sonreímos al mismo tiempo por el último comentario.

-Esa no es la clase de vida ni de persona que quiero para mí, Quiero una persona inteligente y tú me pareces inteligente.- Acerco lentamente su mano hacia la mía hasta tomarla poco a poco.

Me sonroje totalmente sin aun encontrar las palabras para responder alguna de las cosas que me había dicho anteriormente.

-Sé que a simple vista no soy lo mejor. Todos me ven como un simple chico huérfano que anda en una motocicleta y hace vandalismo con sus amigos, Pero nadie se toma la molestia de conocerme realmente y eso es lo que me hace ser así y es lo que me hace ser una piedra para todos ellos, Pero estoy seguro de que tú puedes conocerme y ver más allá porque aunque en este momento tengas miedo de lo que dicen las demás personas sobre mi yo me voy a encargar de que me conozcas tal y como soy.

Nada, Seguía en silencio y en prácticamente Shock por todo lo que me estaba diciendo, Él también se quedó en silencio al principio pensé que quizás había notado que no me había esperado ninguna de las palabras que antes me había dicho, Luego de algunos segundos de silencio entre los 2 en los cuales yo solo tenía la mirada baja y Carlos me observaba, Note como rápidamente se acercó hacia mí para tomar mi rostro y darme un rápido beso.

"Mi primer beso de amor" Fue lo primero que pensé luego de que Carlos se alejara, Rápidamente recordé cuando tenía 7 años y Franco Echeverrie el niño pelirrojo hijo de uno de los amigos de papa me había robado un horrible beso sabor a aliento de banana debajo del árbol de moras de mi patio trasero.

Cuando entre nuevamente en mi cuerpo luego de ese recuerdo me voltee para observar a Carlos quien se arreglaba la chaqueta mientras intentaba ocultar esa sonrisa pícara de ganador.

-¡Óyeme abusador!- Comencé a golpearle con una de mis manos rápidamente.

-¡Au!- Se quejaba mientras se agarraba el cabello para que no le dañara ese peinado estilo Elvis.

-¿Quién te dio el permiso de colocar tus labios en los míos?- Grite mientras me bajaba del Capot -¡No vuelvas a besarme sin mi consentimiento!- Me di la vuelta y comencé a caminar rápidamente hacia algún lugar de la fiesta.

El beso me había gustado, Carlos me gustaba, Pero como toda chica guiada por los consejos de su madre y una que otra película romántica, Me comporte como una chica ofendida por su acción y comencé a caminar por todo el lugar con la gran espera de que el comenzara a perseguirme y a intentar arreglar las cosas.



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En el texto hay: maltratomujer, amor

Editado: 06.01.2023

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