-¡Discúlpame por favor!- Escuchaba su voz tras de mi mientras yo intentaba aguantar la sonrisa.
-¿Acaso crees que soy una de esas chicas que caen a tus pies con las mas mínimas palabras idiotas?- Seguí huyendo de él.
-Claro que no, Solo lo hice por.. ¡No lo sé!. Lo lamento solo me deje llevar- Me alcanzo para tomarme de la mano. –Hablo enserio lo lamento.-
-¡No quiero que vuelvas a besarme sin mi permiso!- Lo observe intentando estar enojada.
-Entonces.. ¿Puedo besarte?- Sonrió pícaramente y se acercó hacia mí.
-¡Eres un idiota!- Grite totalmente sonrojada y me voltee nuevamente para caminar hacia el auto.
-¡Vamos Mari! No te enojes.- Camino directo hacia el auto para abrirme la puerta.
Ciertamente aunque me hacia lo posible por comportarme de una manera totalmente indiferente, El me gustaba, Me gustaba mucho su actitud sinvergüenza ya que era algo a lo que no estaba acostumbrada, No podía evitar observarlo y sonrojarme totalmente, Carlos era esa especie de chico con el que nunca pensé que estaría pero dentro de mis más locos sueños siempre quise mi propio chico malo.
Cuando llegamos a casa, Apago el auto y se quedó observándome mientras me quitaba el cinturón de seguridad.
-¿Estas muy enojada?- Pregunto preocupado.
-Puede ser.- Abrí la puerta del auto.
-¿Me aceptaras otra cita?-
-Bueno..- Me baje del auto y prácticamente tire la puerta. –¡Si la aceptare!-Sonreí y rápidamente corrí para treparme por la ventana.
-¡Te llamare mañana!- Grito desde el auto.
-No tienes mi numero- Susurre.
-¡Lo averiguare!- Grito nuevamente.
-Silencio Me van a descubrir- Seguí subiendo por la ventana.
El me observo sonriente y luego encendió el auto para irse
A la mañana siguiente mientras Mara y yo nos trenzábamos el cabello para luego comenzar nuestras clases de matemáticas con mama, Comenzó el interrogatorio.
-Cuenta ¿Qué sucedió?. ¿Te trato bien?. ¿Cómo te fue con los salvajes?-
-Eres un poco exagerada y papa también.- Respondí serena mientras me miraba al espejo para verificar la trenza. –No ingieren drogas ni saquean el supermercado como me habías dicho, Solo fue una fiesta Por supuesto un poco salvaje pero una fiesta.-
-¿y el salvaje principal?-
-Se llama Carlos ya te lo dije y me trato muy bien, Hablamos durante la fiesta y hasta me dio un beso.- Dije despreocupada hasta que capte que lo último que había dicho me traería consecuencias con mi "Perfecta" Hermana.
-¡Que!- Grito levantándose. – ¡Por dios Mariela!-
-¡Solo fue un pequeño beso y además me ofendí como me dijo mama!- intente excusar mi comportamiento descarado.
-¡Eres una fácil niña!- Se acercó a mí y me jalo de la trenza.
-Tú te besas con Edward por horas cuando vuelve el servicio y yo no me quejo- Me cruce de brazos.
-¡Ustedes no son nada!-
-No me estés molestando.- Me levante para salir de la habitación.
-La próxima vez no seas tan fácil.- Grito.
-¡Cállate Mara!- Me voltee enojada. –El me beso a mí y yo me defendí luego del beso.-
-¡No puedo crees que hagas esas cosas Mariela!- También comenzó a gritar.
-No es tu problema lo que haga o no haga, Tú has hecho cosas peores y yo no te juzgo.-
-¿No me juzgas? Siempre me estas amenazando con contarle a papa y a mama todo lo que he hecho si no hago lo que tú me dices.-
-Eres una tonta Mara.- Salí de habitación.
- El no es bueno para ti y se está sobrepasando y lo sabes- La escuche desde afuera.