Mariela

25

Cuando escuche la voz de mi madre pronunciando mi nombre, Casi se me sale el corazón, Pero intentando no entrar en pánico baje lentamente hacia la sala para verlos allí sentados esperando por mí, Papa estaba en si sillón favorito con el periódico enrollado en una de sus manos mientras mama estaba sentada en el sofá practicando un bordado, Ambos estaban totalmente serios.

-¿Si?- Intente hacerme la vista ciega mientras me quedaba de pie totalmente derecha frente a ambos.

-Necesitamos hablar.- Hablo mi padre mientras mama aun observaba su bordado.

En las discusiones familiares de mi hogar o en este caso los regaños, Papa era el que normalmente hablaba o gritaba, Mama era más como un simple apoyo y un simple espectador, Se quedaba observando la conversación todo el rato mientras realizaba una actividad, Las únicas palabras que le estaban permitido pronunciar durante todo el tiempo eran "No uses ese tonto con tu padre". Palabra normalmente utilizada cuando alguna de las 2 pretendíamos salirnos de control, Yo en este caso pretendía solo escuchar y responder pues sabía perfectamente que dijera lo que dijera a papa no se le quitaría la horrible idea que Mara le había metido en la cabeza.

-Si señor..- Dije en voz baja y luego observe al suelo.

-Cómo es posible que tu hermana me llama hoy mientras estoy en pleno trabajo y me cuenta que mi hija más pequeña se ha estado escapando muchas noches para salir con un motociclista que conoció en la cafetería.-

-Es que..

-Silencio estoy hablando.- Coloco su mano abierta casi en mi cara indicándome un Stop y yo calle. - ¿Sabes algo Mariela? Estoy realmente molesto, Si no estuviera tan casado por el trabajo hoy te daría una gran tunda te lo aseguro, Además mírate.. De Mara y tú, Normalmente tu hermana es la que siempre me ha dado más problemas, jamás te he puesto una mano encima y esta no va a ser la primera vez.- Dijo mientras caminaba en círculos por la habitación y eso realmente me confundio pues no entendía si me estaba retando o admirando por ser su hija mejor portada.

-¡Mara baja ahora mismo!- Grito mi padre asustándome de inmediato.

Mi hermana bajo rápidamente y cruzada de brazos, En su cara se veía que estaba nerviosa.

-¿Si señor?-

-Tu hermana se ha estado escapando varias noches y tú no has dicho nada. ¿Acaso crees que llamarme hoy Luego de tantas veces que se escapó te salvara? Claro que no señorita, Tu estuviste presente durante todas sus escapadas y no dijiste absolutamente nada.-

Mara observo al suelo suspirando, Yo la observaba seriamente, Los regaños de papa no eran motivo de burla para nosotras, Nos afectaban seriamente.

-No voy a preguntarte absolutamente nada de ese vándalo Mariela.- Siguió caminando en círculos. –Está claro que me vas a hablar bien de él y tu hermana va a hablar mal de él.-

Ambas nos observamos.

-Quiero que lo traigas aquí, Yo mismo voy a conocerlo y yo mismo voy a juzgar lo que le conviene y lo que no a mis hijas y Mariela.-

-¿Si?- Respondí confundida.

-Adviértele que va a recibir un enorme regaño de mi parte por haber prácticamente secuestrado a mi hija, No se va a salvar de mi regaño.-

 



#4456 en Thriller
#2462 en Misterio
#18557 en Novela romántica

En el texto hay: maltratomujer, amor

Editado: 06.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.