Mariela

37

Cuando el desfile finalizo Mara y yo prácticamente corrimos cada quien por su lado, Ella fue al punto en donde se encontraría con Edward y yo corrí directo hacia la competencia de calabazas gigantes para apoyar a Carlos y Erick.

Elisa ya había llegado y estaba sentada a un lado observando como los jueces estudiaban todas y cada una de las enormes calabazas concursantes, Me senté a su lado totalmente emocionada pero no por el concurso si no por la gran expresión en el rostro de Carlos al saber que luego de tanto tiempo cuidando de ese pequeño proyecto, Hoy por fin lo estaba presentando.

Los jueces comenzaron a tocar la calabaza mientras sonreían al ver a los 2 jóvenes que tanto trabajo habían puesto en ella mientras Elisa y yo cruzábamos todas las partes de nuestro cuerpo posibles deseándoles toda la suerte.

-Hermosa Calabaza muchachos. –Dijo uno de los jueces quien seguido estiro su brazo para estrechar sus manos.

Las calabazas se quedaron solas mientras los concursantes esperaban a que los jueces deliberaran y tomaran una decisión correcta, Erick se acercó hacia Elisa para abrazarla y Carlos se acercó hacia mí tímidamente.

-Estas muy hermosa hoy.- Dijo sonriente mientras poco a poco tomaba mi mano.

-Te he extrañado.- Me sonroje y sin pensarlo ni un segundo más me acerque rápidamente hacia el para abrazarlo.

- Siento no haber podido verte estos días Mari.- Sentí como me dio un pequeño beso en la frente. –Erick y yo estuvimos muy ocupados preparándola para el concurso.-

-No te preocupes.- Le abrase mucho más fuerte. –Espero que tengas mucha suerte y ganen el concurso.-

Sentí un abrazo aún mucho más fuerte mientras el aún tenía su rostro un poco recostado de mi cabeza.

-Te amo Mari.- Dijo entre un pequeño suspiro.

Sentí como inmediatamente me cuerpo comenzaba a temblar, Sentía mariposas en el estómago pero al mismo tiempo sentía una felicidad inmensa.

-Y yo a ti.. – Respondí tímidamente.

-¡Hey romeo!- Dijo Erick sacándonos rápidamente de nuestro momento especial.

-¿Qué?- Grito enojado.

-Ya es hora vamos.- Lo tomo del brazo para rápidamente caminar hacia la enorme calabaza.

Los jueces habían deliberado sobre cuál era la mejor calabaza y merecía ganar el concurso.

Sentí un enorme golpe en el pecho cuando el juez principal camino hacia la enorme calabaza de los chicos y le coloco el gran listón azul con el número 1 enmarcado.

-¡No puede ser!- Escuche gritar a Erick mientras se acercaba rápidamente a Carlos para abrazarlo.

Por fin sus sueños se estaban haciendo realidad, Tanto trabajo y tanta esfuerzo había valido la pena y también dado su fruto.. Fruto ¿Entienden? ¿La calabaza? ¿Los frutos? ¿No? Bueno lo intente.

Luego de verlos abrazarse durante algunos minutos, Elisa y yo decidimos ir directo hacia ellos para felicitarlos con un gran abrazo y beso.

Ya ganado el dinero y con la calabaza en exhibición, Era por fin la hora de salir de la presión y divertirnos, Comenzamos a caminar juntos por la feria mientras comentábamos sobre todas las atracciones en las que queríamos estar, Elisa iba con un enorme algodón de azúcar de color rosa en su mano mientras yo con la otra intentaba ganar un enorme oso que Carlos había ganado para mí.

-Tengo un reto para ti mocoso.- Dijo Erick mientras le golpeaba la cabeza.

-¿Qué será idiota?- Le regreso el golpe.

-Vamos a donde el tramposo Tom y veamos quien gana más osos de peluche para las chicas.-

-¡Espera¡- Elisa jalo su mano inmediatamente para intentar parar su paso. -¿El tramposo Tom? Es solo una pérdida de dinero.-

El tramposo Tom era la atracción más difícil de toda la feria, Consistía en derrumbar unas botellas (Unas sobre otras) Con una pequeña pelota, A simple vista no se veía como algo difícil, Pero se transformaba en un enorme reto cuando Tom (El dueño) Colocaba pegamento en cada botella para evitar sus caídas.

-No gasten todo su dinero en esa tontería.- Le susurre a Carlos mientras me aferraba a su brazo.

-Erick no creo que sea buena idea gastar el dinero que acabamos de ganar en ese juego.-

-Cálmate pequeña gallina miedosa.- Sonrió. –Se cuáles son mis prioridades, Por eso soy el mayor, El dinero está guardado en la camioneta, Pero tengo 30 billetes que gane ayer, Así que yo pagare las partidas y si gano más osos de peluche para mi hermosa chica tu tendrás que pagarme esos 30 dólares más 60 por perdedor.-

-¿Qué sucede si gano?- Lo observo un poco enojado.

-Te pagare entonces.- Le dio otro golpe en la cabeza.

-Acepto idiota.- Le regreso el golpe.

-Dejen de golpearse par de tontos.- Regaño Elisa mientras caminábamos hacia la atracción.

Mientras Carlos y Erick prácticamente perdían su tiempo tirando pelotas hacia pilas de botellas que nunca caerían y se burlaban el uno del otro, Elisa y yo estábamos sentadas al otro lado observándolos.

-¿Crees que algún día dejen de discutir por tonterías.- La observe sonriente.

-No estoy segura.- Me acerco su algodón de azúcar para que tomara un poco. –Pero de lo que si estoy es que son inseparables, Es como si uno no pudiera vivir sin el otro.-

-Creo que nunca vamos a poder separarlos.- Comencé a reír un poco.

-Creo que seremos vecinas o viviremos en la misma casa algún día.- También comenzó a reír.

 

 



#5480 en Thriller
#2963 en Misterio
#22023 en Novela romántica

En el texto hay: maltratomujer, amor

Editado: 06.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.