Mientras reíamos sin parar por lo tontos que se veían los chicos compitiendo, No podía dejar de escuchar la escandalosa risa de mi hermana por la feria, Estaba en la rueda junto con su chico, Se le notaba que estaba realmente feliz y emocionada por su llegada pues hacía mucho tiempo que no la había escuchado reír de esa manera, Era muy notable que el la completaba cada vez que regresaba de cada una de sus misiones, La espera valía totalmente la pena cuando la escuchabas reír de esa manera.
Sabía perfectamente todo lo que ocurriría en el transcurso de la semana, Edward había regresado y ahora era más que seguro que la boda de ambos se llevaría a cabo en muy poco tiempo, Había escuchado a mama decir que si el chico seguía tan comprometido como la última vez que lo vimos, Mara iría a comprar su vestido de novia para contraer matrimonio en su próximo retorno.
-¿Tu hermana es la novia de ese chico?- Escuche a Elisa decirme.
-Si.- Tome un poco de algodón de azúcar. – Están comprometidos y por los viento que soplan creo que se casaran cuando el regrese de su próxima misión.-
-Vaya.- Dijo entre un suspiro y también tomo del algodón. –No lo sé. Me da un poco de miedo ¿Sabes?-
-¿A que te refieres?- La mire con atención.
-¿Qué sucede si el no regresa? ¿Acaso tu hermana no se lo ha preguntado? Debe ser muy difícil para ella.-
- Supongo que lo ha pensado Elisa, Pero la gran mayoría del tiempo intenta mantenerse positiva sobre ese tema, No le gusta hablar mucho de eso.-
-Por suerte tenemos a nuestros chicos cerca ¿No?- sonrió inmediatamente. – Hace algunos años atrás a Erick se le metió esa tonta idea en la cabeza de prestarse al servicio, Pero entre Carlos y yo lo convencimos de que no lo hiciera, Por suerte no estará lejos de mi cuando comience a estudiar.- Siguió sonriendo mientras lo observaba.
- Lo amas realmente ¿Cierto?- Le observe.
-Creo que todo lo que hemos vivido me ha servido para darme cuenta de que es con quien quiero pasar el resto de mi vida-
-Que hermoso.- Suspire como la eterna romántica que definitivamente era.
-¿Tu amas a Carlos Mari?- Me observo rápidamente.
-Buenos...- Me quede en silencio unos segundos mientras lo observaba tirar pelotas hacia las botellas, Estaba quejándose de que no había derribado nada y aunque no lo supiera se veía realmente guapo y adorable, Por un segundo pensé que no se había dado cuenta de que lo estaba observando hasta que volteo hacía en donde estaba y rápidamente me giño un ojo.
-¿Dime lo amas?- Me interrumpió inmediatamente.
-Bueno..- Suspire un poco y definitivamente sentí como la timidez se apodero de todo mi cuerpo. –Si. Lo amo.- Susurre un poco.
-¡Ahhh!- Me abrazo fuertemente. – ¡Que adorable!-
Seguimos sentadas conversando por un buen rato sobre cualquier cosa tonta que se nos ocurriera, Hasta que vimos a los chicos acercarse con 2 pequeños osos de peluche.
-¿Y quién gano?- Dijo Elisa levantándose.
-Ninguno.- Respondió Carlos desanimado.
-Perdí todo mi dinero intentándolo. –Se incluyó Erick mientras abrazaba a Elisa. –Le dimos tanta lastima el hombre que nos dio estos pequeños osos como premio de consolación.-
-Yo creo que son hermosos.- Abrase a Carlos mientras con la otra mano tomaba el pequeño peluche.
-¿Enserio lo crees?- Sonrió mientras me abrazaba mucho más fuerte.
-Gracias por decir que somos hermosos Mariela. Ya lo sabemos.- Bromeo Erick mientras tomaba a Elisa de la mano. -¿Y ahora que haremos?-
-Me gustaría ir a bailar.- Lo observo rápidamente.
-Bueno.. Si mi nena quiere bailar, Eso es lo que tendremos chicos.- La jalo del brazo y rápidamente ambos comenzaron a correr.
Definitivamente una de las partes más bonitas y divertidas de todo el festival era el pequeño salón de baile construido sobre un viejo carrusel de feria, Era algo pequeño, Pero la música y el ambiente hacían que cualquier chica soñara con algún día ir con su cita a bailar y ser observada por toda la multitud del lugar, Cuando éramos pequeñas mi hermana y yo soñábamos siempre con ello, Solíamos bailar con nuestros pequeños vestidos en la parte de afuera mientras observábamos a todos los enamorados disfrutar y sonreír, Luego del túnel de amor esta era la atracción más romántica del evento.
Cuando entramos hacia la pequeña pista, ambas tomadas de mano por los hermanos, Mara ya estaba en el lugar bailando lentamente junto a Edward, Se veían tan hermosos y enamorados que no pude evitar emocionarme por la alegría que ambos transmitían.
-¿Bailamos preciosa?- Escuche decir a Carlos quien luego tomo mi mano para llevarme al centro del lugar.
-¿No podemos bailar en un rincón?-Dije tímida mientras le observaba.
-No. Bailaremos en el medio.- Sonrió. –Quiero que todos vean a la hermosa chica con la que estoy-
-No digas eso.- Lo abrase rápidamente y hundí rostro en su pecho. – Me pongo como un tomate-
-Eres mi hermoso tomate.- Tomo mi rostro lentamente para hacer lo posible porque yo lo mirara.
-Carlos..- Cambie mi vista hacia el suelo.
-¿Si?-
-Creo que te amo.- Susurre un poco y luego me abrace nuevamente hacia él.
-No lo creas Mariela.- Tomo nuevamente mi rostro para hacerme observarlo. –No creas que me amas. Solo hazlo.- Sonrió al observarme y lentamente fue bajando hacia mi (Si enana total) Para darme un corto pero intenso beso.
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