El inicio de mi escape.
Una mañana espere a que mi padre se fuera a su trabajo, Normalmente salía a eso de las 4:00 Am todos los días, Mama le preparaba su café y su desayuno mientras el leía las primeras noticias del periódico que llegaba a las 3:30 a nuestra puerta.
Mi plan consistía en esperar a que mi padre se fuera a su trabajo y mi madre comenzara a hornear el pan que tanto le gustaba a papa para la hora del almuerzo, Por mi hipócrita hermana no tenia ningún tipo de preocupación pues desde que se había vuelto una "Futura esposa" mama no se preocupaba porque se levantase temprano para ayudarle, Supongo que porque sabía que luego de estar casada no tendría nada de tiempo ni siquiera para dormir.
Necesitaba salir lo antes posible de casa sin que ninguna de las 2 me descubriera. Y aunque al principio pensé en salir por la puerta principal totalmente a escondidas, Recordé que era la dueña de una gran ventana por la que podía entrar y salir sin ningún tipo de problema, Muchas veces durante mis castigos pude escaparme por ella y ser libre sin que mis padres se enterasen, Pero el hecho de saber que podía decepcionarlo o podían alargar mi castigo luego de mi escape me llenaba de total cobardía, Pero esta vez estaba tan segura de hacerlo que definitivamente no me interesaban las consecuencias.
Las razones por las que baje por esa ventana sin importarme los problemas en los que podría meterme al regresar eran mucho más fuertes que todos mis miedos, Estaba lista para salir de la cárcel en la que mis padres me mantenían encerrada he irme a vivir una vida con mi amado Carlos, Yo quería ser libre y feliz como todas esas chicas que siempre observaba en la televisión, Tan seguras de sí mismas, Independientes, Haciendo lo que quieren sin el miedo de tener una sombra masculina detrás de ellas que pueda lastimarlas o hacerlas sentir menos por no hacer lo que ellos dicen, Yo sabía que el siempre apoyaría mis opiniones y yo las suyas y que si al final lo nuestro no resultaba yo le agradecería toda la vida por sacarme de la miserable vida que llevaba con mis padres.
Esta vez no podía sacar mi bicicleta del garaje y pedalear hasta la casa de Carlos, Mi pequeño medio de transporte estaba confiscado así que comencé a correr lo más rápido que pude, como si estuviese siendo perseguida por alguien, Pero aunque sabía que eso no era cierto sentía que en cualquier momento algún conocido de mi padre podría verme por calle y comentarle que había escapado de mi castigo he iba directo a ver a Carlos, Esa definitivamente era mi peor pesadilla en ese momento.
Seguir corriendo sin parar hasta llegar a la lejana casa de Carlos y justo cuando vi la parte de enfrente del jardín comencé a sonreír por la suerte que tenia de ver que su motocicleta estaba allí estacionada, No había llegado tarde.
Camine como pude y aún con la respiración acelerada hacia la puerta principal rogando que al tocar no abriera esa odiosa y amargada mujer, Pero justo antes de darle el primer golpe, Escuche un fuerte ruido proveniente del jardín trasero.
El ambiente que transmitía la casa y el lugar ahora era realmente pesado, Triste y aburrido, Me daba escalofríos el simple hecho de pensar en caminar hacia el jardín de donde provenía el ruido y encontrarme con la horrible escena de la última vez, Pero eso era solo un pequeño trauma de mi subconsciente que hasta me hacía temblar.
Al acercarme más rápidamente pude notar que las condiciones del jardín que tanto cuidaban y amaban Carlos y Erick habían cambiado, La maleza se había comenzado a apoderar de los frutos de su arduo trabajo, las plantas no habían sido regadas durante un largo tiempo y las calabazas estaban comenzando a dañarse por no haber sido recogidas a tiempo, Mientras observaba aquella desagradable sorpresa, También buscaba de donde provenía el gran ruido que había escuchado anteriormente y entre caminar un poco observando me di cuenta de que se trataba de Carlos quien estaba desarmando sin ningún tipo de profesionalismo el tractor, Estaba totalmente sudado mientras vestía un jean y una camiseta blanca, Su manera de desarmar el tractor me asustaba un poco, Tomaba cada una de las piezas y las lanzaba bruscamente al suelo, Pateaba fuertemente las rueda en la brusquedad de causarles algún tipo de daño, Rápidamente corrí hacía en donde estaba para separarlo de aquella máquina que solo lo estaba lastimando con cada golpe.
-Carlos, Carlos ¿Qué haces?- Dije al acercarme para interponerme entre él y aquel enorme tractor.
A pesar de que mis manos intentaban mantenerlo lejos de la maquina mientras lo sostenía del pecho como podía, Este no dejaba de hacer lo posible por seguirse moviendo para darle golpes y seguir intentado acabar con ella.
-¡Ya basta Carlos!- Comencé a gritar mientras aun intentaba separarlo de su pelea con el objeto sin vida. – ¡Por favor basta!-
Era totalmente preocupante el estado en el que estaba Carlos en ese momento, No paraba de intentar golpear ni demostraba ningún tipo de dolor al lastimarse las manos con las enormes piezas de metal, En su mirada solo veía un enorme vacío en donde me daba cuenta de que él no estaba allí, Era como si estuviese en ese estado inconscientemente.
-¡Ya basta!- Comencé a llorar al sentirme tan impotente y al mismo tiempo al sentirme culpable por no haber podido ayudarlo durante aquellos días anteriores en los que había sufrido tanto.
Era una lucha entre 3, El empujando y golpeando por todas partes al tractor y yo empujándolo a él para intentar que se alejara, Luego de un momento en el cual pensé que Carlos no pararía sentí como dejo de dar golpes para dar un gran suspiro seguido de comenzar a llorar descontroladamente.
Me quede en silencio abrazándole mientras lo escuchaba llorar como un bebe, Era terrible sentir a Carlos tan triste, Sentir como toda aquella alegría que alguna vez había conocido se había ido junto con la muerte de él pobre Erick.