Luego de darle aquella gran noticia a Carlos y de la reacción prácticamente menos esperada, debido a los problemas que habíamos estado teniendo anteriormente. Casi sentí que había comenzado a cambiar.
Las siguientes semanas durante las tardes, me sentaba en una mecedora a tejer. Por suerte había tenido una madre lo suficientemente dedicada como para obligarme durante varios meses a aprender estar acción, tejía pequeñas mediecitas y gorritos de color verde para proteger a mi bebe del frió.
Carlos había conseguido unas maderas a las afueras de un supermercado por donde siempre pasaba. así que durante aquellas semanas también escuchaba muy seguido el sonido del martilleo que realizaba para construir la cuna.
Su deseo por un varón aumentaba cada día mas y eso me asustaba un poco, yo estaba dispuesta amar a mi bebe sin importar su sexo.
Aquel día luego de terminar de armar una parte de la cuna. sentí como se acerco hacia la mecedora y luego se sentó en el suelo a mi lado.
-Creo que al bebe le encantara la cuna que le estas haciendo mi amor.-Sonreí mientras comenzaba a acariciar su cabello.
-¿Lo crees?- Recostó su cabeza en mis piernas. -Espero que le guste mucho, le enseñare a trabajar como madera y a cuidar las plantas como nosotros solíamos hacerlo,Sera un niño muy feliz ya veras.- Sonrio un poco.
-Cariño te lo he dicho muchas veces. aun no sabemos que sera el bebe y no quiero que lo trates ahora mismo como "el" cuando puede ser que sea una niña.-
-No lo digas ni en broma Mariela.- Su expresión cambio a sera y se levanto rápidamente de el suelo.- Creo que lo mejor es que siga trabajando en la Cuna.-
¿Sabes algo?. algunas veces tengo miedo de que si nuestro bebe es una niña, no la quieras- dije decepcionada.
-¿Que se supone que haré si es una niña Mariela?-Pregunto mientras recogía algunas tablas. -No puedo cuidar de una hija. soy un desastre como persona. la razón por la que quiero tener un hijo varón es para inspirarlo a hacer todas aquellas cosas que alguna vez yo soñé para mi. -
Me levante de la silla para acercarme a el y darle un abrazo.
-Mi amor. sea un niño o una niña te amara sin importar nada. seras su héroe. así como también eres el mio.-
- Quiero ser mejor para el o ella Mari y para ti también- Correspondió al abrazo. -
-Cariño tu no eres ningún desastre. eres bueno Carlos.-Tome su rostro con ambas manos.
-¿Entonces porque cada día de mi vida me siento como una misera basura?- Bajo la mirada. -Mariela todos los días siento que...- Guardo silencio por unos segundos y vi como los ojos se les llenaron de lagrimas. -Que yo lo mate.-
-Mi amor...- Dije entre un suspiro y rápidamente las manos me comenzaron a temblar. -Tu no eres el culpable de nada.-
-Yo lo empuje.- Comenzó a llorar como un niño. -¡Fue mi culpa!. Lo fue- Se alejo.
-Carlos no fue tu culpa.- Intente acercarme para abrazarlo nuevamente. -Escúchame. fue un accidente.-
-Basta Mariela.- me empujo un poco. -No quiero que intentes convencerme con tonterías. yo se lo que paso y se que soy el culpable.-
-Pero Carlos...
-Estas embarazada y no quiero comenzar a gritarte así que dame la razón y cállate un momento ¿Si?- Dijo mientras se secaba rápidamente las lagrimas.
-Si Carlos...- Suspire para luego alejarme.