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Luego de 2 días en los cuales solo me mantuve en cama recibiendo tratamientos e hidratación por medio de intravenosa decidieron darme de alta en el hospital.

Por suerte mi familia había estado y cuidado de la pequeña Anna mientras yo pasaba por el proceso de recuperación, Mara y mi padre me visitaban todos los días para estar al pendiente de mi mientras mi madre se encargaba de la bebe en el lugar en donde se estaban quedando.

Durante aquellos 2 días Carlos no se tomó ni siquiera la pequeña molestia de pasarse por el hospital para ver como estábamos y por supuesto me sentía bastante triste y desanimada de que mi familia se diera cuenta de la clase de persona que era el, pero intentaba tapar su grosero comportamiento asegurando que no venía al hospital por el miedo que el tenia a mi padre aun sabiendo que en realidad estaba muy molesto por el hecho de que yo ahora tuviese otra compañía.

-Mariela, esto no está bien. Ese hombre no ha venido en varios días- Se quejaba mi hermana mientras peinaba mi cabello preparándome para mi salida.

-No es eso querida, el solo tiene miedo de mi padre. Está muy avergonzado por todo lo que ha pasado- Intentaba excusarlo para que ella no lo odiara más.

-Si realmente se sintiera avergonzado por todo, se tomaría la más mínima molestia de aparecer y pedir disculpas ¿no?-

-Mara..- La observe seriamente indicándole que ya no quería seguir conversando sobre esto.

-Mariela, solo me preocupo por ti y por Anna, lo sabes..- Respondió mientras me apuntaba con el cepillo – Digo.. Si yo fuera el, al menos vendría a ver como esta mi hija-

La puerta de la habitación se abrió lentamente y mi padre asomo su cabeza.

-Mariela, aquí esta Carlos- Aviso (supongo intentando mantener la calma para no matarlo)

-Hazlo pasar padre- No sabía porque. Pero había extrañado a mi querido Carlos durante los momentos en los que no estuvo. Me sentía mucho mejor ahora que el regraba de nuevo.

Mi hermana volteo los ojos mientras colocaba el cepillo sobre la mesa.

-Iré a .. No lo sé. Hacer cualquier cosa para no matar a este tipo – Me susurro para luego caminar rápidamente hacia la puerta en donde se topó e ignoro completamente a Carlos quien venía entrando-

-Sigue siendo tan amargada como siempre tu hermana.- Dijo luego de que ella cerró la puerta.

-Sabes que aún está molesta contigo- Quise aparentar estar seria por el hecho de que había desaparecido, pero mi enorme corazón no me lo permitía ya que la verdad lo había extrañado, así que estaba sonriendo un poco. – Me alegro que volvieras-

-¿Y la bebe?- Examinaba toda la habitación en su busqueda.

-La tiene mi madre, ella está cuidando de ella-

­-mmm ya..- Respondió serio mientras se sentaba en una de los sofás que estaban a un lado de mi cama.

-Hoy me darán de alta- Dije sonriente mientras hacia lo posible por cambiar el tema y no tener que llegar a una discusión con él.

-Qué bueno Mariela- Aún estaba bastante serio

-Carlos ¿Ahora qué sucede?- Me sentía exhausta de su comportamiento.

-Tus padres y tu hermana no han hecho nada más que mirarme y hablar mal de mí desde que llegaron a este hospital- Se cruzó de brazos mientras me miraba fijamente.

-¿De que estas hablando?- Me parecía increíble el hecho de que dijera todas estas cosas cuando ni siquiera había estado aquí durante la mayoría del tiempo.

-De la verdad Mariela, tus padres tienen un odio demasiado grande hacia mi persona y eso no me gusta para nada- Seguía insistiendo en el tema.

­-¿haz intentando siquiera hablar con ellos?-

-¿Yo?-

-Por supuesto Carlos-

-Yo no tengo nada de qué hablar con ellos- dejo de observarme para voltear su mirada hacia un lado, su orgullo era impresionante.

-Te recuerdo que los que cometimos el error de irnos de esa manera fuimos nosotros Carlos, los herimos de muchas maneras a mis padres-

Necesitaba que entrara en razón de una vez por todas y dejara de intentar seguir haciéndose la víctima. Si quería que mis padres le tuvieran así fuera un poco de consideración, necesitaba pedirles disculpas por todo.

-Mariela pero yo no fui el que cometió aquel error- Voltio a observarme con aquella cara de ofendido – La que decidió irse fuiste tú, no yo, por lo tanto yo a ellos no les debo ningún tipo de disculpa, tú fuiste las que los hirió-

No podía entender lo sínico que era, como era posible que me echara la culpa únicamente a mí cuando me fui de la protección y comodidad de mi hogar para estar y cuidar de el por el enorme amor que le tenía. Por primera vez, sentía que quería darle una bofetada. Me estaba hiriendo terriblemente una vez más.

-¿Cómo te atreves a decir eso?- Respondí por supuesto ofendida por la manera en la que estaba actuando – Carlos no me culpes a mí de algo que ocasionamos los dos, mis padres están molestos con los dos, sabes perfectamente que me fui porque quería estar contigo-

-Ah ¿Entonces es mi culpa que tu decidieras escapar de casa?-

-Carlos por favor..

Me interrumpió.

-Carlos por favor ¡Nada!. Tú fuiste la que decidió venir conmigo hasta aquí, nadie te pidió que lo hiciera, tú te subiste en mi moto y decidiste tomar este camino, yo no lo decidí por ti Mariela-

-No puedo creer que dijeras eso.. – Las lágrimas comenzaron a salir inesperadamente. Después de todo lo que había arriesgado con él, aun se comportaba como un malagradecido conmigo.

Se quedó en silencio por unos minutos mientras observaba hacia otra parte, él sabía que yo estaba llorando porque prácticamente estamos frente a frente.

-No estés llorando por favor.- Decía mientras seguía mirando hacia la pared cruzado de brazos.

-¿Cómo no quieres que llore?- hacia lo posible por secar mis lágrimas – Carlos te estas comportando de una manera demasiado egoísta conmigo- Intentaba explicarle como me sentía. –No puedo creer que después de todo lo que he vivido contigo, me digas que tú no me pediste estar aquí y ni siquiera te importe lo que sienten o piensen mis padres-