Pasaban las horas y Carlos seguía sin regresar. Permanecía sentada en el mismo lugar ( Encima de la cama) mientras no dejaba de observar la puerta, solo quería verlo entrar nuevamente y correr a abrazarlo. sabia que lo que mi madre le habia dicho le llego hasta lo mas profundo de su alma. quería demostrarle que aunque ella dijera que el no tenia a nadie eso no era cierto. porque Anna y yo que éramos su familia, ya no estaría solo nunca más.
-Sigue sin regresar..- Dije con un pequeño hilo de voz mientras intentaba aguantar las lagrimas.
-No te preocupes querida- Mi hermana se acerco hacia mi y coloco sus manos en mis hombros -Ya veras que pronto regresara, el regresara a casa y podrás hablar con el-
A pesar de que mi hermana no estaba de acuerdo de mi relación con Carlos, odiaba verme triste.
estábamos conversando las 2 allí sentada cuando repentinamente escuchamos pasos en la puerta principal.
-Viene alguien- Dije mientras observaba hacia la parte de abajo de la puerta en donde se veía la sombra de unos zapatos.
Poco a poco la puerta comenzó a abrirse.
- No puedo creer que regresáramos para acá- Escuche la voz de mi madre quien caminaba detrás de mi padre.
-Ya basta- Respondió mientras se acercaban hacia nosotras - Deja de hacer escenas-
-Es que no puedo entenderlo.. Mariela por el amor de Dios ¿Cómo fuiste capaz de esto?-
-¿Capaz de que madre?- Me levante molesta de la cama mientras mi hermana hacia lo mismo mientras seguía sosteniendo mis hombros desde la parte de atrás. -¿Acaso no has visto que Carlos se marcho por tu culpa? ¡Lo heriste!-
- ¡Solo le dije sus verdades a ese muchacho!- Comenzó a señalarme con el dedo en forma de regaño. - No le esta dando ni a ti ni a la bebe la vida que se merecen-
-Madre tu no puedes hablar sobre algo que no sabes, Carlos esta haciendo todo lo posible por darnos una buena vida, esta trabajando, estudia y además de eso no ha habido ni un día en el cual nos hemos acostado sin comer y todo es gracias a su esfuerzo-
-¿Tu consideras que esto es vida?. Ni para ti ni para la bebe lo es Mariela considero que lo mejor es que aproveches que ese hombre se ha ido quien sabe a donde, tomes a la bebe y regreses con nosotros tu hogar-
-Madre ¡te voy a agradecer que no te metas en lo que no te interesa!-
-¡Mariela!- Escuche decir a mi hermana quien aprestaba fuertemente mis hombros
- Ya hiciste tu vida con mi padre, te casaste, criaste a tus hijas. déjame vivir la mía tranquila y sin juzgarme-
-¿Como te atreves a hablarme de esa manera?- Sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas por lo ofendida que se sentía. -
-Madre no soy tu muñeca ni tu robot, te agradezco todo lo que me enseñaste pero no puedo hacer todo lo que tu quieres, yo tome mi decisión y ahora estoy viviendo mi vida, déjame a mi y a Carlos encargarnos de nuestro futuro y de nuestra hija, con todo el dolor de mi alma te digo que no te permito que vengas a mi hogar a tratar mal o hacer sentir menos a mi esposo, porque si madre ¡Me case con Carlos!-
-¡Que!- Grito fuertemente mientras sus lagrimas comenzaban a caer, parecía que iba a desmayarse por lo que mi padre rápidamente se acerco hacia ella para sostenerla. - ¡No puedo creer que hicieras eso!-
Probablemente mi hermana y mi padre ya lo sabían debido a que no reaccionaron de ninguna manera. Por mi parte sinceramente no entendía el comportamiento de mi madre, mi hija habia nacido adentro de un matrimonio y eso debería haberla hecho sentir feliz pero al contrario parecía que la habia decepcionado aun mas, cosa que no entendía. creo que su problema era simplemente que no me habia casado con una persona de dinero como ella siempre habia deseado.
- ¡Me has decepcionado de todas las maneras posibles Mariela!-
-No madre. he decepcionado la idea de la hija perfecta que tu querías, soy humana y me enamore de un hombre humilde como lo es Carlos y te guste o no vamos a seguir luchando juntos por nuestra hija y por salir adelante-
-No puedo seguir escuchando esto..- Finalizo para darme la espalda y caminar hacia la puerta nuevamente.
-¿A donde vas?- Pregunto mi padre mientras la observaba salir.
-¡Madre!-
Mara y mi padre la llamaban para que regresara mientras yo seguía cruzada de brazos observando hacia el suelo.
-¡Mariela pídele disculpas ahora mismo a nuestra madre!- Me ordenaba mi hermana
-No lo hare. ¿Por qué tengo que pedirle disculpas cuando ella trato tan mal al padre de mi hija?-
-¡Porque es nuestra madre!-
-No Mara. no le debo respeto a quien no me da respeto- Le di la espalda para caminar hacia la cuna de mi bebe mientras ella corría hacia la ventana.
-Se ha ido..-
Mi padre suspiro mientras se dirigía hacia la cocina y tomaba una silla
Se quedaron hasta casi el anochecer acompañándome, luego se fueron hacia el hotel prometiendo que regresarían mañana y que hablarían con mi madre para intentar calmar la situación entre nosotras. por mi parte yo no sentía que habia hecho nada malo. Bueno quizás si le habia subido un poco la voz y expresado de una manera un poco grosera pero tenia toda la razón de estar molestar por la manera tan terrible en la cual se habia comportado.
Alimente a la bebe y la coloque en la cuna para luego apagar la luz, sabia que no iba a poder dormir en toda la noche por la enorme preocupación de no saber absolutamente nada de Carlos, pero me dolía tanto la cabeza de tanto llorar que prefería estar a oscuras.
Me estaba quedando dormida cuando comencé a escuchar que estaban intentando abrir la puerta.
Me levante debido a que la seguían luchando por abrirla y me pareció extraño ya que Carlos tenia sus llaves. Camine rápidamente hacia la cocina y tome una sarten para defenderme en caso de que se tratara de algún ladrón. tenia que defenderme a mi y a mi bebe.