Mariela

68

No sabia de donde habia sacado tanta fuerza para decirle esas palabras, sabia que su temperamento en realidad era bastante delicado pero el hecho de verlo tan decepcionado de si mismo me hiso así fuera por un momento colocarme los pantalones grandes y hacer frente.

-¿Acaso ahora cambiaste?. ¿ Eres un llorón y cobarde?-

-¿Que?- Abrió los ojos mas de lo normal por lo sorprendido ( Quizás porque nunca le habia hablado de esa manera)

-Te lo pregunto Carlos. porque cuando te conocí eras totalmente diferente y eso fue lo que principalmente me atrajo hacia ti-

-Mariela yo ya no soy el mismo Carlos de cuando me conociste-

-!No lo acepto!- Me cruce de brazos mientras hacia lo posible porque entrara en razón - No me vengas a decir que ese Carlos ya no existe, porque lo he visto varias veces andando por aquí por esta habitación-

-El Carlos seguro de si mismo como tu dices, se fue hace tiempo cuando sucedió lo de mi hermano- Miro hacia el suelo y pude notar como sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas

-No, tu no moriste con tu hermano.. - me senté a su lado y tome fuertemente su mano - Querido se que lo que paso con tu hermano ha sido muy difícil y doloroso para ti, pero tienes que entender que tu aun estas aquí en este mundo y tienes que luchar, tienes que vivir y lograr tus metas. no me gusta verte desanimado Carlos- 

-Tu nunca entenderás lo difícil que ha sido para mi..- Dijo con un pequeño hilo de voz .

-Carlos.. -Me acerque hacia el para tomarlo suevamente por la barbilla  y así hacer que me observara -Carlos ¿ves esa cuna de madera que esta allí?-

Poco a poco volteo hacia en donde le habia señalado y ascendió con la cabeza mientras aun se veían las lagrimas en sus ojos.

-Allí esta tu razón Querido. La vida no es mala contigo, mira el regalo tan hermoso que te ha dado, tienes una hija sana y muy activa por la cual debes luchar, ella es tu motivo ahora, Anna necesita de ti, necesita de su padre..-

El se quedo en silencio por unos segundos todavía observando hacia allá, poco a poco se fue levantando y yo lo ayude a llegar hasta allí debido a que se tambaleaba. la bebe estaba profundamente dormida. 

El solo se quedo allí mirándola en total silencio por unos minutos mientras yo lo ayudaba a sostenerse.

-Tienes razón.. - Hablo repentinamente - Mi hija me necesita y tengo que demostrarle que soy un hombre fuerte y capaz, tengo que ser su héroe. tienes toda la razón-

Me alegre tanto por el hecho de haberlo ayudado a sentirse mejor que sin pensarlo 2 veces decidí abrazarlo por detrás.

-Me alegra que Digas eso querido ¿Sabes? tu ya eres mi héroe - sonreí mientras le abrazaba mucho mas fuerte

El coloco sus manos sobre las mías mientras seguía observando a nuestra hija.

- Me alegro de tenerlas en mi vida, a las 2... no se que hubiese sido de mi si no me acompañabas en este viaje..- Se volteo lentamente hacia mi para quedar frente a frente - Mariela eres lo mejor que me ha pasado-

Nos quedamos observando fijamente. 

-Se que no te he dado la vida que te mereces, pero prometo que trabajare y terminare la carrera para darles a Anna y a ti la vida que se merecen-  Coloco suavemente sus manos en mis hombros - Gracias por estar conmigo en las buenas y malas y por soportar mi comportamiento, se que he te he fallado de muchas maneras pero quiero que sepas que te amo y que ustedes son lo único que tengo y me mantiene de pie- 

-Nunca te abandonaremos cariño- 

-Ni yo a ustedes, te prometo que hare todo por darles una vida mejor y te comprare una casa hermosa, en un barrio tranquilo para que Anna pueda crecer feliz. te lo prometo-

- Yo se que si Querido- coloque ambas manos en su rostro - Confió plenamente en ti y en tu capacidad, eres una persona increíble y muy inteligente. Anna y yo te amamos mucho- Sonreí mientras con una mano acariciaba su rostro.

El siguió observándome fijamente por unos segundos y luego me tomo de la cintura  para abrazarme fuertemente.

Comenzaron a pasar los meses y las cosas habían cambiado nuevamente en cuanto a Carlos y nuestra relación pero por suerte todo habia sido para bien pues ahora lo veía mucho mas tranquilo y alegre que antes, los sábados solíamos llevar a Anna al parque para hacer picnics en familia, el estaba obsesionado con que su primera palabra fuera "Papi" así que se sentaba por horas a repetirle que dijera aquella palabra que el tanto deseaba escuchar mientras yo los observaba del otro lado y sonreía por la hermosa situación.

Mi hermana algunas veces tomaba el autobús y venia a visitarnos y mi padre me llamaba casi todos los días y aunque buscaba la manera de convencernos de que regresáramos a nuestra ciudad de nacimiento, Carlos y yo estábamos de acuerdo en seguir siendo independientes y criar a nuestra hija sin ayuda.

Aún no me permitía trabajar afuera de casa debido a que quería que me encargara de Anna pero me habia regalado una hermosa maquina de coser con la cual hacia algunos trabajos para los vecinos, cortinas, manteles, sabanas y con eso ayudaba aunque por suerte le estaba yendo bastante bien su trabajo en la construcción tanto así que habíamos logrado reunir un dinero el cual era para la casa que nos habia prometido, en cuanto al estudio, Carlos asisia en la noches y le iba bastante bien, las cosas por fin parecían estar tomando el lugar que debían.

 



#4449 en Thriller
#2466 en Misterio
#18505 en Novela romántica

En el texto hay: maltratomujer, amor

Editado: 06.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.