Mariela

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No podía dejar de temblar mientras sostenía aquel papel entre mis manos. Si había algo en lo cual definitivamente no era nada buena era en mentir. Pero necesitaba recuperar a mi hija como fuera necesario era de vital importancia tenerla conmigo, yo era su madre y me necesitaba.

Camine hacia la puerta de mi amiga y toque aun con la mano temblorosa.

-Voy.. Un segundo- La escuche desde lejos acercarse a paso de tortuga debido al problema que presentaba en la pierna y su avanzada edad hasta que poco a poco fue abriendo la puerta para observarme –¡ No puede ser!. Pero si es mi Niña Ma… - Aquella sonrisa tan dulce se borró de su rostro. Inmediatamente se dio cuenta de todo y la seriedad y molestia no se hiso esperar – Te ha golpeado de nuevo-

Yo baje la mirada mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, no tenía cara para la tristeza y gran vergüenza que estaba sintiendo en aquel momento y lo peor de todo es que ni siquiera podía contarle como realmente me sentía pues no tenía otra escapatoria que el estar al lado del hombre que me había hecho tanto daño.

-Pasa por favor- Me invito mientras se hacía a un lado.

Yo pase rápidamente mientras me sostenía las manos para no seguir temblando. Necesitaba ser rápida con el plan.

-Definitivamente no me parece Mariela que tu una chica tan bonita, con una bebe hermosa y siendo tan inteligente sigas aguantando las tonterías y maltratos de ese muchacho de pacotilla – Me retaba mientras poco a poco caminaba hacia su sillón. – Discúlpame que te lo diga de esta manera pero ¿Qué es lo que estas esperando? ¿Qué te mate?-

Yo estaba allí de pie en la sala todavía buscando la manera de cómo sacar de mi boca aquella gran mentira que la lastimaría tanto a ella como a mi familia. Todavía no podía observarla directamente hacia los ojos.

-Creo que ya vendría siendo un buen momento para que dejaras de pensar tanto en la supuesta felicidad de con ese hombre quien por cierto está muy mal de la cabeza y comiences a pensar en tu hija Mariela-

Precisamente por ella estaba a un paso de hacer todo esto.

-No está mal ser madre soltera hija- Seguía aconsejándome – Yo sé que en estos tiempos la sociedad puede ser muy dura  pero eso no quiere decir que debes quedarte al lado de un hombre que te hace la vida miserable a ti y a tu hija. Recuerda que al final la sociedad siempre va a tener una crítica sobre cualquier cosa. Yo creo que lo mejor que puedes hacer es marcharte con tu hija de ese infierno-

-Quiero hacerlo- Levante la mirada mientras apretaba ambas manos –Quiero ser libre con mi hija- Dije fingiendo estar segura de mi misma. –Ya me canse de él, me canse de todo, necesito.. Necesito vivir tranquila- Y todo lo que estaba diciendo no era más que la pura verdad. –Carlos se ha convertido en un monstruo que yo no puedo controlar y temo por la vida de mi hija y la de mi bebe también-

El rostro de ella cambio inmediatamente pues era algo que definitivamente ella no se esperaba.

Yo tampoco me lo esperaba y la verdad que ni siquiera estaba segura, pero el retraso de mi periodo desde hace ya varias semanas me estaba indicando que probablemente llevaba otra vida viviendo conmigo.

Ella se levantó poco a poco para caminar hacia en donde estaba y colocar su mano en mi hombre en forma de comprensión.

-Entonces lucha por esas dos vidas que han venido de tu querida, Lucha por tus hijos que deben ser lo más importante para ti y sobre todo no te olvides que eres una mujer valiosa y fuerte, mereces ser feliz así sea sin una pareja a tu lado-

Cuánta razón tenía ella, pero el miedo de avergonzar a mi familia y de que Carlos pudiera hacerme mucho más daño del que ya me había hecho se había apoderado de mi desde hace mucho tiempo.

-Quisiera pedirte me prestes tu teléfono para llamar a mi familia-

-Sabes que conmigo siempre puedes contar- Dijo con una pequeña sonrisa en su rostro – Y no sabes lo contenta que me siento de que tomaras esta decisión mi niña-

Me dolió en el alma mentirle a alguien que solo quería ayudarme.

Para cuando llame a mis padres  y hable con mi hermana suplicándole que me ayudara a salir del infierno en donde Carlos me tenía y que por favor me trajera a mi niña ya el había llegado con la mudanza de Tony.

Mis padres estaban desesperados y sabía que iban llegar lo más rápido posible para buscarme. Cuando termine aquella llamada me quede observando por la ventana esperando a que el camión se marchara y llegaran mis padres para recuperar a Anna.

-Quédate todo el tiempo que necesites querida- Dijo mi amiga mientras se dirigía hacia la cocina –No sabes lo orgullosa que me siento de ti-



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En el texto hay: maltratomujer, amor

Editado: 06.01.2023

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