Mariposa Azul

Bar de Mala Muerte

El camino que tome está vez fue diferente, me gusta cambiar de vez es cuándo tal vez para distraerme o quizá para adorar lo poco que tenemos y es de valorar pero casí nadie lo hace. El clima se comporta de manera deprimente, como si supiera que es el sufrimiento que alcanza una persona cuándo pierde algo de mucho valor y aprecio, quizá lo digo porqué estoy pasando al lado de un cementerio pero si fuese así, podría ser un motivo para llorar. La brisa se torna fuerte y se escuchar un estruendo; al parecer va a llover está tarde, no lo esperaba pero aún así me alienta a llegar a casa y siendo sincero conmigo mismo podría alargar un poco más la ruta. El camino del que siempre era normal ahora era diferente, como si algo no encajará por aquí, doy unos pasos más y me detengo. Un establecimiento que nunca había visto ahora estaba frente a mí, como si me hubiese detenido; levanto mi mirada y consigo leer Mariposa Azul Bar. Es extraño que no haya relucido nunca por está zona, quizá se hayan instalado hace poco pero tampoco tiene sentido lo hubiera notado conforme la última vez que pasé por aquí también. Mi curiosidad me mata, y además lo que eran amenazas del cielo por quebrantarse a llorar lo había cumplido, un fuerte sonido a lo lejos que cada vez se acercaba con más fuerza venía detrás, gotas caían como piedras y la tarde parecía la querida noche. No quiero mojarme, esperaré un tiempo a que pase, no he comido nada en todo el día quizá en este lugar puedan ayudarme con esto. Camino hacía la entrada y abro la puerta, es extraño, un escalofrío invade todo mi cuerpo y se me enfrían las manos, casí como una advertencia para salir huyendo. No permitiré que el miedo controle mi cuerpo tampoco, además no creo que nada malo suceda. La puerta de madera produce un ruido de vejez hasta abrirse completamente, unas campanillas anuncian mi entrada. El local estaba vacío si no fuera por un hombre sentado en una esquina con su cerveza en mano y la mujer que atiende el lugar. La mujer de tez morena se me acerca, me sonríe y me lleva a una mesa; nunca habían tenido tanta cordialidad conmigo. Ella sin embargo en su mirada podría decir que trataba de buscar algo dentro de mi, era muy hipnotizante, además es muy bella, con sus ojos color verdes y pelo ondulado, y negro como el carbón. Una vez sentado, se va a traerme el menú a la barra; no puedo dejar de verla, su figura se asemeja a la de una modelo. La silla de enfrente se mueve bruscamente, el hombre que estaba sentado en la mesa de la esquina ahora estaba frente mío y me sorprende, casí causandome miedo. 
- No la mires mucho, no sabes quién es nisiquiera. 
Mi mente se queda en blanco por un instante, no sé cómo reaccionar y solo logré aceptar con un movimiento de cabeza. Él me miraba fijamente, colo si tratará de reconocerme mientras se mantiene completamente serio. 
- Me llamo Richard, vengo muy seguido por acá pero tú no. Además me pregunto ¿Porque un hombre tan elegante entraría a este bar? Espero que no andes causando problemas. 
- No soy ese tipo de personas que creés. Solo entré porqué esta una tormenta allá afuera y espero a que pase.
La mujer del bar se acercaa la mesa y me pregunta sobre que voy a ordenar. No había mirado el menú, así que ojee rápidamente a ver si logro encontrar algo que me sea de placer. Después de unos segundos elijo carne a la parrilla. Ella lo anota en una libreta y luego me pregunta sobre que dispongo a tomar. El hombre interrumpe diciéndole a la mujer que le trajera otra cerveza y ella solo asiente. 
- Tráeme un Whisky, el más fuerte que tengas y a él también. 
Quizá logre tener una buena conversación con él y una explicación a lo que me dijo. Ella anota eso y se va. 
- Veo que te gusta lo fuerte. No era necesario hacer ese esfuerzo por mí para tener una conversación. 
- Solo quiero una explicación sobre porqué la advertencia hacia ella.
- Será mejor no hablar de eso, al menos no aquí.
Richard saca una tarjeta y me la entrega - Llámame y hablaremos. Quedó en completa duda y con un miedo insaciable, él se levanta de la silla y vuelve a la mesa de la esquina. El lugar es un poco tétrico, con paredes oscuras, apenas se podía ver un azul media noche en él por las lámparas que estaban colocadas, con una luz muy baja y unas no encendían, el suelo de madera oscura, y el poco sonido que había era cuándo alguien caminaba y en la cocina. El ambiente era un poco denso, podría compararse como la muerte de alguién. La mujer se me acerca con las dos bebidas junto con la comida y me guiña el ojo y yo solo sonrió un poco nervioso. 
- Me llamo Alice pero tú puedes decirme cariño. 
Y se va hasta el mostrador, limpiando la barra y ordenando las botellas. Aún así tengo miedo de que es esté lugar y de esa advertencia. Levanto mi mirada para buscar a Richard y le busco por todo el bar pero ahora solo estaba yo solo, junto con Alice. 
Que inquietante hombre, y sin duda sabe como irse sin llamar mucho la atención; pero eso no lo es todo, ya que también me deja con dos tragos y una cerveza, que buena cortesía dejarme tomando solo.

 



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En el texto hay: psicopata, amor asesino, miedo_deprecion

Editado: 07.04.2019

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